¿Y después de la TDT en HD, qué? ¿Es el momento de producir con sonoridad normalizada EBU-R128?
En esta tribuna, Vicente Pla, ingeniero consultor especialista en tecnología audiovisual y formación de Abacanto, reflexiona una de las principales novedades que introduce el “Proyecto de Real Decreto que aprueba el Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre (TDT)”: la decisión de implementar la recomendación EBU R-128.
La puesta a disposición del público para su participación del Proyecto de Real Decreto que aprueba el Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre (TDT) ha desvelado algunos detalles técnicos interesantes. Entre otros:
- Evolución de las diferentes licencias y múltiples existentes。
- Regulación del proceso para la evolución tecnológica de la TDT a la tecnología de transmisión DVB-T2。
- Características y especificaciones de:
- Aparatos receptores de TDT.
- Emisiones de TDT en HD.
- Emisiones de TDT en UHD.
Si bien las emisiones en WCG/HDR para UHD ya eran esperadas, la parte más sorprendente es la del audio, aspecto este último que desarrollaremos a continuación.
El audio en la TDT
Según el proyecto de RD: “La señal de audio podrá ser estéreo, multicanal, o de nueva generación. El nivel de sonoridad del audio de los programas de televisión deberá estar normalizado a un nivel de -23,0 LUFS, con una tolerancia de ±1,0 LU, conforme a la norma UIT-R BS.1770 de medición de la sonoridad del audio y a la recomendación EBU R-128….”
Si este proyecto de RD no sufre modificaciones, España se unirá a la larga lista de países y plataformas que pone fin a la “guerra de sonoridad” después de una larga travesía que se inició en 2011 con aquel seminario de presentación de la EBU R-128 que reunió a lo más nutrido de la industria del broadcast “Acercándonos al nirvana de la normalización del loudness”。
Antes de la adopción de EBU R-128, la normalización del audio se basaba en los niveles máximos de pico, lo que resultaba en diferencias significativas en la sonoridad percibida y donde los productores aumentaban la compresión del audio para hacerlo sonar más fuerte sin exceder los niveles de pico permitidos.
Para resolver estos problemas, la EBU formó un grupo de trabajo internacional conocido como Grupo PLoud, compuesto por ingenieros de sonido de varias emisoras e institutos de radiodifusión. Este grupo desarrolló la norma EBU R-128, que se basa en la recomendación ITU-R BS.1770 y utiliza unidades de sonoridad (LU) y unidades de sonoridad relativas al fondo de escala (LUFS) para medir la sonoridad de manera más precisa y acorde con la percepción humana。
Normativas y estándares
A nivel europeo, existen varias normativas y recomendaciones que regulan el tratamiento del audio en productos audiovisuales, radiofónicos y podcasts. Estas normas buscan asegurar la calidad del audio y la comodidad de los oyentes, así como cumplir con estándares internacionales.
El objetivo inicial del desarrollo de estas normativas era evitar las diferencias de volumen abruptas al cambiar entre anuncios y programas de TV, emisoras de radio o diferentes tipos de música. La norma EBU R-128 estandariza mecanismos de medición y objetivos comunes de sonoridad, margen dinámico y nivel de pico para los contenidos de audio, facilitando una convivencia armónica entre diversos tipos de contenidos.
Aunque originalmente se diseñó para televisión y radiodifusión, su uso se ha extendido a otros sectores relacionados con el 声音. Cada vez más países (como el Reino Unido, Francia y Alemania) la implementan en radiodifusión, y también se aplica al audio en línea. Plataformas como Apple Music, YouTube y Spotify han adoptado perfiles de recomendación basados en estas normas lo cual ha llevado a la EBU a publicar un suplemento a la norma para tratar la parte de streaming.
Por otro lado, la ITU-R BS.1770 establece una metodología estándar para medir la sonoridad y el nivel verdadero de pico de las señales de audio. Este estándar es fundamental para la implementación de la EBU R128 y otras normativas de sonoridad a nivel mundial, proporcionando algoritmos específicos que aseguran una medición precisa y adaptable a diversos tipos de contenido y formatos de transmisión.
他 true Peak (TP) mide los picos reales en el audio digital, incluyendo los que pueden estar más allá del nivel de muestreo (oversampling). Esto es importante para evitar distorsiones.
Otro parámetro importante es el rango de sonoridad. Aunque la EBU-R128 no establece un valor límite, se deberá ajustar a las características del lugar de escucha.
Los principales puntos de la EBU R128 por tanto incluyen:
- Nivel de Sonoridad Objetivo: -23 LUFS (Loudness Units relative to Full Scale).
- Nivel Máximo de Pico Verdadero (True Peak Level): Máximo de -1 dBTP (dB True Peak).
- Rango de Sonoridad: Controlada para asegurar una experiencia auditiva confortable.
这 欧洲广播联盟 recomienda además que:
1. El metadato de sonoridad se ajuste para que indique -23 LUFS en los programas que hayan sido normalizados a un Nivel Destino (Target Level) de -23 LUFS.
2. El metadato de sonoridad debe indicar siempre y correctamente la sonoridad real del programa, incluso si por cualquier razón un programa no pueda ser normalizado a -23 LUFS.
3. Los procesos de audio, sistemas y operaciones respecto a la producción e implementación deban ser realizados de acuerdo con el documento EBU Tech 3343。
4. Los procesos de audio, sistemas y operaciones respecto a la distribución deban ser realizados de acuerdo con el documento EBU Tech 3344。
¿Y cómo lo implemento en mis producciones?
Aunque la norma EBU R-128 ofrece muchas ventajas, también presenta algunos inconvenientes que pueden ser relevantes dependiendo del contexto:
1. Curva de aprendizaje。
2. Costos adicionales.
3. Adaptación de los 工作流程。
4. Resistencia al cambio de algunos profesionales.
Para lograr la implementación de la EBU R-128 en una organización se recomiendan los siguientes puntos de acción:
1. Compromiso de la dirección para la adopción del nuevo marco normativo. Utilizar este cambio fundamental como una oportunidad para una discusión general sobre la calidad del audio y el desarrollo de un ‘sonido corporativo’, que incluya, por ejemplo, la inteligibilidad del habla, el equilibrio de expresión frente a la música y, por supuesto, la normalización de la sonoridad de los programas
2. Formación transversal a todos los actores involucrados y con contenidos adaptados a cada colectivo profesional.
3. Establecer un grupo interno de sonoridad para debatir las repercusiones de base y establecer una estrategia para convencer a los colegas, la dirección y los responsables de los programas.
4. Empezar de inmediato, y desde el primer eslabón de la producción, sin esperar a que todo esté completamente establecido y sin intentar alcanzar la perfección desde el inicio.
5. Identificar las áreas clave donde debe comenzar el trabajo de sonoridad. Los posibles candidatos incluyen estudios de producción, salas de postproducción, unidades móviles y el departamento de control de calidad.
1. Proporcionar medidores de sonoridad al personal de confianza en producción.
2. Permitirles experimentar con ellos, aprovechar las primeras experiencias y aprender las ventajas y beneficios del método de sonoridad para que puedan convertirse en líderes de opinión entre sus colegas.
3. Testear con controles de calidad automáticos el material de archivo para verificar e incluso corregir de forma automática la sonoridad.
4. Sondear el mercado de medidores y gestores de sonoridad para determinar qué se adapta mejor al entorno de trabajo. Esto incluye aplicaciones automatizadas para el procesado de audio en archivos de vídeo.
6. Extender progresivamente al resto de eslabones de la cadena evaluando las necesidades de cada uno de ellos.
7. Dar tiempo para que todos se adapten e ir supervisando los avances periódicamente。
EBU-R128: un balance positivo
La implementación de la norma EBU R-128 en España busca normalizar la sonoridad del audio a -23 LUFS, resolviendo problemas históricos de variaciones de volumen entre diferentes tipos de contenido. Esta adopción mejora la calidad del audio y la experiencia auditiva del espectador, evitando diferencias abruptas de sonoridad entre contenidos.
Aunque presenta desafíos como la curva de aprendizaje y costos adicionales, con un compromiso firme de la dirección y formación adecuada, estos pueden superarse. Por tanto, la adopción de la norma EBU R-128 alinea a España con otros mercados avanzados y tiene un impacto positivo en la producción de contenidos para TDT y plataformas en línea, asegurando una experiencia auditiva uniforme y agradable。
Vicente Pla
Especialista en señales, estándares y medidas, trabaja como ingeniero consultor en tecnología y formación en Abacanto。
En los últimos años, ha impartido formación tecnológica sobre 超高清 y tecnologías de producción IP en la mayoría de broadcasters nacionales y autonómicos。
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