Roberto Ruiz Céspedes rueda en Bulgaria y Lanzarote el largo 'Stoyan'

La carrera como reconocido cortometrajista de Ruiz Céspedes con veinte cortos y dos films de corte experimental, le ha llevado a dar el salto como director de su primer largometraje.

Basándose en el cortometraje Broken Basket, protagonizado por Belén Rueda, el director Roberto Ruiz Céspedes da ahora el salto al largo con Stoyan.

El corto obtuvo el premio al Mejor Cortometraje en Piélagos en Corto (2016), Mención Honorable a la Mejor Actriz en el Queens World de Nueva York y más de cuarenta selecciones en festivales nacionales e internacionales dentro del circuito de preselección a los Oscar. La carrera como reconocido cortometrajista de Ruiz Céspedes con veinte cortos y dos films de corte experimental, le ha llevado a dar el salto como director de su primer largometraje.

La película, que ha comenzado a rodarse con producción de Stoyan AIE, Gold Tower Producciones, American Road Films y Hache Producciones, está protagonizada por Marta Milans (Shazam, El embarcadero, White Lines), Tristán Ulloa (Fariña, Terminator: Destino oscuro) y Carlos Mestanza (Diosa Laia, 8 años).

Nicolás Coronado (Pepe Cáceres, Sin novedad), Natalia Rodriguez (The Intruders, Pudor, 8 Años), Susana Hornos (No dormirás, El gurí), Paulina Galvez (La Embajada, The Mallorca Files) y Max Ulloa quien debuta en el cine con esta película, completan el reparto.

Rodaje en Bulgaria y Lanzarote

Con guion del propio Ruiz Céspedes, este inquietante thriller nos sumerge en un mundo aterrador, fantástico, onírico y lleno de simbología.

En Stoyan, cuyo rodaje transcurrirá a lo largo de seis semanas en diferentes localizaciones de Sofía (Bulgaria) y Lanzarote, Maika (Marta Milans) acaba de divorciarse de su marido y se ha quedado sola con su hijo Stoyan (Max Ulloa). Ambos intentan rehacer sus vidas, pero una mañana, mientras están desayunando en una cafetería, aparece un ser misterioso que en un descuido de Maika se lleva al niño.

En la misma ciudad, aparece el cadáver de Sofía, una joven, con un bonsái en su ojo, que ha sido brutalmente estrangulada. El inspector encargado del caso es Israel (Tristán Ulloa), un veterano policía que vuelve tras un largo retiro por depresión. Israel cuenta con la ayuda de un peculiar nuevo compañero, Román (Carlos Mestanza).

Mientras ella comienza la búsqueda incansable de su hijo, el policía se verá envuelto en una trepidante persecución de un asesino lleno de esoterismo y oscuridad.

A Maika y a Israel les acecha el mismo enemigo común, una sociedad oculta que se propone salvar a la Humanidad, y utilizará todos los medios posibles para conseguirlo.