Daniel Guzmán da el salto al largometraje superando con nota el reto en su reconocida ‘A cambio de nada’
Este film de gran realismo social obtuvo finalmente dos premios Goya: mejor dirección novel para Guzmán y mejor actor revelación para Miguel Herrán.
Para Daniel Guzmán fue una noche de emociones y no sólo porque su película A cambio de nada optara a seis Goya, sino porque para él esta producción ha supuesto un empeño personal nada fácil y llega diez años después de que se lanzara al mundo de la dirección con el corto Sueños, premiado en festivales internacionales de cortometrajes.
Todavía con la emoción en los ojos tras recoger el Goya a la mejor dirección novel, Guzmán declaró que venía a la gala “sin preparar un discurso porque quería transmitir la emoción que siento en este momento sin encorsetamientos. Después de diez años me he permitido el lujo de no preparar nada”.
El director quiso que el premio recayera de manera simbólica en su abuela, actriz circunstancial de A cambio de nada y nominada como actriz revelación, aunque el premio en esta categoría fue a parar a Irene Escolar por Un verano sin Berlín. No se llevó el Goya, pero sí las cariñosas palabras de su nieto que dijo de ella que “es una gran actriz, que está estudiando arte dramático, que no es barata pero que llena las salas”.
A cambio de nada es ya una pieza de realismo social que obtuvo finalmente dos premios Goya, entre ellos el de mejor actor revelación para Miguel Herrán.
Acceso al Especial Premios Goya 2016 en Panorama
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