IBC: изменить время
Aunque la International Broadcasting Convention (IBC) ha cerrado su edición de 2022 con la visita de más de 37.000 profesionales (19.000 menos que en 2019), los continuos problemas que presenta el RAI Centre y la propia ciudad de Ámsterdam para albergar una feria de este calado se hacen cada día más evidentes.
El crecimiento imparable de la tecnología IP frente al tradicional SDI, la producción remota, el de los servicios en la nube y bajo un modelo SaaS y la monetización de contenidos han marcado la vuelta del sector a una de las dos ferias mundiales de referencia para la industria que por fin volvía a la normalidad.
Pero, precisamente porque, junto a NAB en Las Vegas, IBC supone un punto de encuentro único para los profesionales, su organización compuesta por asociaciones como IABM, BTS, IET y SCTE no puede olvidar los pilares de su propia fundación en 1967: “por la industria para la industria”.
¿No va siendo momento para plantearse el cambio de sede una vez concluido el contrato vigente?
La caótica distribución del vetusto recinto expositivo del RAI Amsterdam Convention Centre y la sobresaturación hostelera en la ciudad, entre otras muchas carencias, deberían hacernos plantear si no va siendo momento para plantearse el cambio de sede una vez concluido el contrato vigente.
Si bien todas las ciudades con fuerte actividad ferial en los días de feria inflan desmesuradamente los precios en sus hoteles, no es de recibo pagar en Ámsterdam por un hotel de dos estrellas, con un servicio y espacios que dejan mucho que desear, lo que en muchas otras capitales europeas costaría un cinco estrellas.
El caos en el aeropuerto junto a la huelga en el transporte público ha convertido la presencia en Ámsterdam en un infierno.
Además, este año a la mala calidad de sus servicios y la pobre oferta gastronómica de sus restaurantes se ha unido una inaceptable situación en el aeropuerto de Schipol con colas para pasar un simple control de seguridad que en algunos casos alcanzaban las cuatro horas bajo el sol o la lluvia y en el mejor no bajaban de las dos horas. El caos en el aeropuerto junto a la huelga en el transporte público ha convertido la presencia de profesionales en Ámsterdam en un infierno.
El propio RAI parecía que había olvidado cómo se organiza una feria de este nivel.
El propio recinto del RAI parecía que había olvidado debido al impás de la pandemia cómo se organiza una feria de este nivel en cuanto a tiempos de espera para acreditación (el primer día alcanzó en algunos momentos la hora de espera), gestión de reserva de espacios, o los servicios que se espera de una sala de prensa de cara a facilitar la labor de los informadores. Eso por no citar, el malestar en la industria por la nefasta política de cancelaciones en la última edición donde se optó por suspender la celebración a última hora sin facilitar una cristalina política de reembolsos.
Sin duda, ha sido magnífico volverse a reencontrar sin mascarilla de por medio, pero es hora de abrir un tiempo para la reflexión.
Antonio Castillo
Director de Panorama Audiovisual
Académico de la Academia de Televisión y de las Ciencias y Artes del Audiovisual
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