‘Night Caller’, rodada con la URSA Mini Pro 4.6K G2 de Blackmagic Design
La URSA Mini Pro 4.6K G2 de Блэкмэджик Дизайн fue la cámara elegida por el director Chad Ferrin y el director de fotografía Kyle McConaghy para rodar Night Caller.
El cineasta Chad Ferrin, conocido por cintas como Exorcism at 60,000 Feet й The Deep Ones, decidió dar forma a Night Caller desde una perspectiva diferente a la de sus últimas películas: “The Deep Ones fue un éxito desde el punto de vista artístico y financiero. Esto nos alentó a reunir algunos dólares y producir una película en poco tiempo y con un presupuesto modesto”.
Junto con el director de fotografía Kyle McConaghy, Ferrin analizó las películas de los años 70 y 80 que evocaban un entorno granular y sombrío, que era el estilo que querían lograr en Night Caller. Tras este periodo de análisis, la dupla se decantó por el modelo URSA Mini Pro G2: “La G2 es extraordinaria. He filmado varios largometrajes con ella y cada vez me gusta más. Las funciones son excelentes, y la imagen es natural y cinematográfica. En mi último proyecto, usé otra cámara y luego me arrepentí de no haber recurrido al modelo URSA”.
10 días de rodaje
La versatilidad y la adaptabilidad fueron dos constantes de la filmación, ya que el equipo de Night Caller tan solo contaba con 10 días para el rodaje. Asimismo, al contar con un presupuesto limitado, se aprovechó al máximo la luz natural. McConaghy relata que la experiencia de rodaje fue satisfactoria a pesar de estos condicionantes: “Al modelo URSA Mini Pro no siempre se le da el reconocimiento que merece por su funcionamiento en condiciones de poca luz. Pero logra captar muy bien los detalles, incluso al aumentar la exposición. En una escena fundamental, Clementine accede al lugar de un asesinato a través de una larga escalinata exterior. A pesar de que era de noche, con las luces de la calle y un tubo Astera pudimos iluminar eficazmente un espacio enorme y a su vez conservar un impresionante nivel de detalles en las sombras”.
Hay más ejemplos del rendimiento de la cámara de Блэкмэджик Дизайн: «En una de las escenas, Clementine conversa con una colega en el vestíbulo. La iluminación de la sala consistía en unas viejas luces fluorescentes bajo un plástico blanco que estaba sucio. No teníamos tiempo ni presupuesto para cambiar las bombillas o añadir más luces, por lo que filmamos con la luz natural. El aspecto que logramos es quizás mi favorito en toda la película. La colorimetría de Blackmagic ayuda a conseguir una apariencia muy similar a la del celuloide y nos proporcionó una textura cinematográfica extraordinaria”, comenta McConaghy.
A fin de evocar el estilo clásico de los años 70 y 80, era necesario adoptar más color y saturación. Según McConaghy, la URSA Mini Pro 4.6K estuvo a la altura, ya que “la renderización cromática de la G2 es insuperable”.
Postproducción con DaVinci Resolve
Además de ser responsable de la fotografía, McConaghy también etalonó el largometraje en Да Винчи Резолв. Su objetivo fue recrear la apariencia del celuloide. Para ello, el creativo creó una LUT añadiendo “una buena cantidad de granulosidad”. Posteriormente, McConaghy utilizó esa tabla в G2 como referencia, a fin de recrear el look correctamente.
Finalmente, McConaghy cuenta que gran parte del éxito del rodaje final se debe a la utilización de Blackmagic RAW, el cual también facilitó los procesos de postproducción: “Rodar en Blackmagic RAW fue extraordinario. No solo es natural y benevolente, sino además muy flexible. Creo que filmamos toda la película en Q0 (calidad constante), y solo disponíamos de unos 6 TB de material grabado”.
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