Trazendo excelência visual para o YouTube: o caso Sezar Blue
En esta Tribuna, Sezar Blue, youtuber gastronómico que recopila en su canal de YouTube una selección de restaurantes que ayudan a conformar una fotografía de la riqueza de la gastronomía española, detalla la necesidad de contar con una infraestructura tecnológica de primer nivel para ayudar a la difusión de los contenidos, a su noivado con los usuarios y preservar, a modo de archivo, su producción audiovisual.
Desde que comencé en el mundo de YouTube, tuve claro que lo más importante era ofrecer a la gente un producto de calidad, pero no fue una tarea fácil. Los beneficios eran escasos, y, al principio, todo son gastos. Incluso recuerdo que, para grabar el vídeo de El Capricho, tuve que pedir dinero prestado a mi madre. ¡El menú costaba alrededor de 130 o 140 euros! Pero, a medida que uno comienza a obtener beneficios, me surgía la pregunta: ¿qué hago con este dinero? En todas las empresas en las que he trabajado he adoptado una filosofía similar a la de Coca-Cola en sus primeros años: reinvertir la mayoría de los beneficios en mejorar.
O calidad siempre ha sido mi máxima. Creo que los espectadores, aquellos que ven mis vídeos y hacen posible mi trabajo, merecen que me esfuerce al máximo para ofrecerles lo mejor. La búsqueda de la excelencia es algo que obsesiona a personas perfeccionistas como yo. Siempre hay un pensamiento de “podría haberlo hecho un poco mejor”. A menudo digo la típica frase: “He hecho lo mejor que he podido”, pero en mi mente sigue resonando la idea de que podría haber dedicado más tiempo o esfuerzo. Para mí, es como una deuda que yo mismo he contraído con la gente que me apoya.
La calidad es esencial, porque los vídeos envejecen a una velocidad determinada. Los avances tecnológicos hacen que lo que fue considerado de alta calidad en su momento, ya no lo sea en comparación con las nuevas producciones. Por lo tanto, cuanto mayor sea la calidad de un trabajo, más duradero será. Hay un ejemplo muy claro: los discos de los Beatles estaban grabados con la mejor tecnología y en los mejores estudios de grabación… y no han envejecido tan mal, ¿verdad?
Documentando la gastronomía
Personalmente, no me considero un streamer o un Youtuber, sino que me veo como un documentalista de la gastronomía. La tradición gastronómica es una parte fundamental de la cultura y creo que se está extinguiendo a un ritmo vertiginoso, hasta el punto de que varios restaurantes que he visitado ya han cerrado y nunca abrirán… o han decidido adaptarse a las nuevas modas. Mi labor es documentar esta rica tradición antes de que se pierda para siempre.
A veces me he sentido como los documentalistas del Geografia nacional que salen a buscar a un oso polar que está en peligro de extinción y va ahí con un arsenal de cámaras, de micrófonos y de otros medios a la altura de la circunstancia. Cuanto más documentemos, más agradecidos serán aquellos que deseen conocer cómo era la situación en ese momento. Es una labor que tomo muy en serio. Está el ejemplo de Viridiana, un establecimiento mítico de la gastronomía española puesto que fue de los primeros en realizar una fusión de primer nivel. No solo desaparece, sino que a la mayoría de los espectadores le da igual. Yo estoy muy orgulloso de que he ido a comer ahí y he documentado la situación.
Piensen en El Bulli, el restaurante que lo cambió todo a nivel mundial. No contamos con ninguna experiencia de un usuario. Nadie puede ver cómo llegaban los platos a la mesa, cómo era la sala o cómo era el aura del restaurante. Yo me considero un tío normal y corriente que va a los restaurantes a disfrutar de lo que hay y a contarlo de la mejor manera posible… y mi equipo tecnológico es fundamental para ello.
La labor de investigación tecnológica
La labor de investigación que he seguido para elegir mis equipos y decidir cuáles usar y de qué manera es verdaderamente exhaustiva. Mi espacio de trabajo (la mesa del restaurante) está lleno de cámaras profesionales, grabaores, cables, micrófonos… Todo el proceso implica constantes pruebas y ajustes. Por ejemplo, recientemente dediqué tiempo a mejorar la ubicación del micrófono al grabar. Al colocarlo en la pinza, normalmente se orienta de manera horizontal y hacia el cuello, lo que no es ideal ya que las ondas de sonido no llegan adecuadamente a él. Buscando una solución, llegué a la conclusión de que, doblando la pinza, el cable puede ir por detrás de la ropa, permitiendo que el micrófono apunte hacia arriba. Este proceso, aunque suene sencillo, requiere tiempo y experimentación.
Cada detalle importa al seleccionar el equipo adecuado para mi trabajo. Nada de lo que tengo está diseñado para alguien que coloca cámaras en una mesa, come y se va.
Cada detalle importa al seleccionar el equipo adecuado para mi trabajo. Nada de lo que tengo está diseñado para alguien que coloca cámaras en una mesa, come y se va. Incluso encontrar un trípode que se adapte a la mesa y sostenga la cámara sin tambalearse es un desafío, ya que no quiero que ocupe todo el espacio para comer cómodamente. Tras muchas pruebas, cree una pequeña base que, mediante acoples, puedo ajustar para elevar la cámara a la altura deseada. Esta torre se culmina con un cabezal de fotografía para sostener la cámara. Es una solución portátil y eficiente que cabe en cualquier maleta; un invento casero me ha servido mejor que cualquier Magic Arm, los GorillaPod u opciones sobre poner la cámara sobre la mochila.
Objetivos de distancia fija para cada situación
Una técnica común en la grabación es el uso de crops 4K para variar los planos y evitar que el video se vuelva monótono. Sin embargo, no suelo recurrir a esta técnica, ya que reduce la calidad de la imagen. En lugar de ello, prefiero cambiar de objetivo según la situación. Por ejemplo, cuando necesito un primer plano, utilizo un objetivo de 25 milímetros, que es parte de la serie G de Sony Profesional. Esto me brinda una calidad excepcional, aunque es ciertos que estos objetivos tienen un precio elevado.
El conocimiento de las focales fijas es fundamental, puesto que ofrecen una resolución mucho mayor que los objetivos zoom. A ver sido fotógrafo profesional, estudiar películas y observar cómo se maneja la cámara en el cine ha sido parte de mi formación. Me fijé en cineastas como Alfred Hitchcock, entre outros.
La elección de los objetivos también está influenciada por las condiciones de luz en el entorno. Las cámaras actuales tienen excelentes capacidades ISO, lo que permite grabar en condiciones de poca luz. Mis objetivos tienen una apertura grande, como f/1.8 y f/1.4, lo que facilita la grabación en condiciones de iluminación escasa. He llegado a grabar en la discoteca Pachá en Ibiza con una vela, y he podido hacerlo gracias a la apertura del diafragma, siempre buscando aproximarte al punto dulce de la fotografía.
El setup de grabación en el interior del restaurante
En mi configuración de grabación, tengo una cámara frontal Sony FX3 que se utiliza para planes generales con un objetivo de 14 mm a 1.8. Además de este plano principal, utilizo una segunda cámara Alpha 7 IV de Sony ubicada en el otro lado con un objetivo macro de 50 milímetros 2.8 de Sony para obtener un plano lateral que me muestra de cuerpo entero. Soy capaz de montar todo en menos de diez minutos, algo que he conseguido practicando, y mucho, en mi propia casa.
He aprendido a manejar las cámaras al revés. Al grabarme yo solo, no me puedo permitir levantarme y modificar los ajustes en cada plato, así que me conozco las funciones, botones y detalles a la perfección.
Este enfoque dual tiene un propósito adicional que va más allá de la calidad de imagen: el som. Este punto es esencial, ya que las personas pueden no estar mirando constantemente la pantalla de su dispositivo o te pueden reproducir a velocidad 1,5x o 2x, pero te estarán escuchando. A menudo, los problemas de audio surgen debido a problemas de batería, roces de micrófonos o micrófonos defectuosos. Para mitigar estos problemas, utilizo un segundo micrófono en la cámara 2, que no es el que llevo puesto, sino uno Rode que proporciona una alternativa en caso de fallo. También utilizo un tercer micrófono Da marca Synco que recoge el ambiente, el cual luego proceso con inteligencia artificial.
Sin embargo, grabar con estas cámaras conlleva ciertos problemas. Estos dispositivos no están diseñados específicamente para vídeos de este tipo, lo que da lugar a desafíos inesperados. Por ejemplo, la disposición de las entradas para micrófonos y cables HDMI puede obstruir la visión de la pantalla cuando necesitas conectar cables adicionales. Además, algunos objetivos cuentan con características como el enfoque automático que se vuelven difíciles de ajustar si no puedes ver la pantalla con claridad debido a la posición de los cables. También he tenido que aprender a manejar las cámaras al revés. Al grabarme yo solo, no me puedo permitir levantarme y modificar los ajustes en cada plato, así que me conozco las funciones, botones y detalles a la perfección.
El detalle de los platos
La elección de las cámaras y el cuidado del vídeo y audio es fundamental en mis vídeos, pero también el tema del encuadre (utilizo sombreros como seña de identidad y porque así no pasa nada si se corta mi cabeza en el encuadre) y la raio (utilizo una luz potente que elimina los parpadeos para evitar zonas oscuras o dos luces articulables para eliminar las sombras generadas por las patillas de las gafas). No obstante, aunque yo aparezca en los vídeos, mi objetivo es que la comida sea el centro de atención, y, para ello, los planos de los platos deben ser impecables. Siempre digo que en mis vídeos la comida es el partido de fútbol y yo soy el narrador.
Aunque me pueda tirar tres minutos hablando de un plato, para mí lo más importante son los treinta segundos en los que se le enfoca. Para lograr esto, antes usaba un dispositivo que hacía girar los platos o grababa con el móvil en 4K, pero sentí que no era suficiente. Tras investigar mucho y descartar robots que puedan desplazar las cámaras, ya que necesitaba una solución portátil, he encontrado un sistema motorizado que permite que los platos no solo giren, sino que caminen, que se desplacen sobre la mesa. Usando este sistema, puedo usar la Alpha 7 IV, con su función de enfoque con seguimiento automático, y mantener el foco en todo el desplazamiento.
Además, todo esto tiene que poderse hacer sin que te comas el plato helado, porque se pierde la parte del disfrute y yo no soy un actor. Para mí, el disfrute está por encima de los planos y de todo lo demás.
El foco, grabadores y almacenamiento
Hablemos del tema del enfoque, que es una parte crítica de este equipo. Después de algunos vídeos que salieron desenfocados, me di cuenta de que no podía permitirme más errores de este tipo. Esto me llevó a buscar soluciones para grabar con mayor calidad. Al final, decidí empezar a usar los grabadores externos Átomos Ninja. Al principio tenía uno, pero al final me dije: qué leches, ¡vamos a comprar los que necesito!
Los Átomos vienen con sus propios discos SSD, que son caros pero esenciales. Si utilizas discos que no son de la marca Atomos, a veces se produce un problema en el que la imagen se acelera y el audio se desincroniza, lo cual puede ser un verdadero quebradero de cabeza. Cada uno de estos discos puede tener un costo de alrededor de 400 euros por 500 gigabytes. Puede parecer caro, pero es una investimento necessário para mantener un alto rendimiento en grabaciones de larga duración. Cuando ruedo en un restaurante estos dispositivos suelen estar encendidos entre tres y cinco horas, ya que no puedes estar encendiendo y apagando constantemente. Por eso, es fundamental llevar baterías adicionales.
Los Átomos vienen con sus propios discos SSD, que son caros pero esenciales. (…) Puede parecer caro, pero es una investimento necessário para mantener un alto rendimiento en grabaciones de larga duración. Cuando ruedo en un restaurante estos dispositivos suelen estar encendidos entre tres y cinco horas.
Los Atomos ofrecen una ventaja significativa al proporcionar una vista clara del enfoque y grabar con mayor calidad. Para sacar el máximo provecho de esto, es importante utilizar tarjetas de memoria adecuadas, ya que las cámaras generalmente no pueden manejar velocidades de grabación tan altas. La edición se realiza con discos duros específicos, como el LaCie Rugged Pro, que utiliza Thunderbolt 3 para transferir datos a gran velocidad. Esto es esencial para poder editar los vídeos en mi MacBook Air. La velocidad de transferencia de datos es la clave para poder manejar archivos grandes y procesar la edición de manera eficiente.
El precio de estos discos duros es significativo, pero son a prueba de fallos, lo que significa que pueden resistir situaciones adversas sin perder datos.
El segundo setup: la introducción
Grabo las introducciones de los vídeos con la cámara en mano. Comencé con un iPhone, pasé a la Osmo Action de DJI, y posteriormente las cámaras siguieron evolucionando. La Osmo grababa en 4K, pero descubrí que la calidad de 4K puede variar según el tamaño del sensor y la configuración del píxel. Esto se apreciaba especialmente en la televisión: la diferencia de calidad con otras partes del vídeo era notable.
La obsesión por la calidad me ha llevado a utilizar la Sony Alpha 7 IV con un objetivo, un micrófono, un estabilizador y una base que me permite mantener la cámara a una distancia adecuada. Todo pesa 3,2 KG en total, lo que es muy difícil de sujetar y me lleva a cambiar de mano varias veces durante los intros (que duran entre dos y tres minutos). No es cómodo, pero al menos, en términos de calidad, es absolutamente insuperable. Y sí, aunque alguien más podría sostener la cámara, no es lo mismo, ya que pierde el toque personal de un vlog en el que yo mismo comparto mi experiencia.
También debes considerar otros factores para obtener una grabación de alta calidad. Por ejemplo, si estás grabando con una lente de 14 mm, debes ajustar la velocidad de obturación, la apertura del diafragma y, posiblemente, añadir filtros de densidad neutra para controlar la exposición adecuadamente.
Los planos recurso del restaurante
Como he comentado previamente, el restaurante y la comida se convierten en el foco, mientras yo asumo el papel de narrador. Por eso, el objetivo es que el restaurante y la comida se vean espectaculares. Mi primera tarea es entrar al restaurante y capturar algunos planos iniciales. Esto es lo que hago en mi primera toma de contacto con el lugar. Por lo general, el personal del restaurante no sabe que voy a llegar, no tiene idea de que estoy grabando un video y, en su mayoría, ni siquiera sabe quién soy.
Entrar con un estabilizador en medio del restaurante, preguntar por mi mesa y empezar a grabar como si fuera mi propia casa, me hace sentir incómodo, tanto a mí como al restaurante. Por eso prefiero la Sony Alpha 7 IV, que es más discreta con su lente de 35 mm.. ¡Y aun sí, incluso con este equipo más compacto, sigo llamando la atención! Esta cámara graba a 120 fps en 4K, sin recortes, y con una sorprendente profundidad de color, 4:2:2 y 16 bits. Todo esto requiere una tarjeta de memoria especial, una Sony CF Express láser clase A. Esta tarjeta es capaz de grabar a 800 megas por segundo. Sin embargo, no es fácil de encontrar y tampoco hay muchos lectores disponibles. Esto significa que debo transferir los archivos directamente desde la cámara al ordenador.
Suelo grabar estos planos en tan solo cinco minutos según entro al restaurante. En este corto lapso, debo ser rápido y cuidadoso, sin perturbar a otros clientes y preferiblemente cuando el restaurante esté vacío.
Preparado para móvil… pero también para la gran pantalla
La mayoría de las personas ven mis videos en sus teléfonos móviles, tal vez alrededor del 60% o incluso un 70%. Y de quienes no lo ven en sus móviles, la mayoría opta por verlos en sus televisores. Aquí viene un dato interesante, especialmente para aquellos que buscan ganar dinero: las visualizaciones en televisión valen económicamente mucho más para los creadores que las reproducciones en móviles. Esto se debe a que, en los televisores, los espectadores tienden a omitir menos anuncios, y esos anuncios tienen un valor económico más alto. Además, una vez que alguien empieza a ver mis videos en la televisión, tiende a seguir haciéndolo en ese dispositivo. Ahí es donde mi contenido adquiere la dimensión de un programa de televisión. A menudo, la gente se sorprende al ver la calidad de la imagen en sus televisores, porque la experiencia de visualización es realmente buena.
Aun así, no me obsesiono con que la gente vaya a ver mis vídeos en la televisión, porque tengo la mala praxis de que no me fijo en el dinero. No me preocupo por cuánto me costará un restaurante o cuánto gastaré en una grabación, aunque sé que tendré que empezar a mirarlo más de cerca. En este último mes, he gastado alrededor de 8.000 euros en la mejora de mi equipo, a lo que se suman las facturas de impuestos y otros gastos de la vida cotidiana, poniéndome en números rojos dos veces.
Soy un poco loco en ese sentido, pero, para mí, lo más importante es mirar atrás y decir: “¡Ahí está mi trabajo!”. Siempre pienso que podría haberlo hecho mejor, pero la perfección es difícil de alcanzar.
Sezar Blue
Youtuber gastronómico
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