Dentro de El País Vídeo: ¿El futuro del periodismo pasa por el entretenimiento audiovisual?
Carlos Córdoba, redactor jefe de la sección de vídeo de El País, abre las puertas de la redacción para trasladar el presente y el futuro del audiovisual en el veterano periódico.
Ele periodismo digital se enfrenta desde su origen a diferentes transformaciones. Cambios de consumo, de tecnología o de la propia coyuntura socioeconómica han labrado en el sector propiedades ya indelebles: ductilidad, adaptabilidad y una capacidad de evolución imparable, de acuerdo a lo que dictamina el signo de los tiempos.
Dentro de esta vorágine de modelos de suscripción, apuestas visuales y planes de expansión a diferentes plataformas, el audiovisual sigue erigiéndose como uno de los pilares de los medios digitales. La apuesta por el vídeo consigue captar la atención de los lectores, aún fascinados por aquellas imágenes en movimiento que ya hipnotizaron otrora con la llegada de la pequeña pantalla.
Más allá de la firme apuesta de crear contenidos audiovisuales, compartida por la gran mayoría de medios de comunicación, el verdadero factor diferenciador reside en las reflexiones que acompañan cada uno de los vídeos. En su propósito, en su carta de presentación, en sus dimensiones y en su universalidad; en que sean capaces de transmitir con acierto la identidad del medio, al tiempo que redescubre el periodismo a sus lectores habituales y abre las puertas a nuevas generaciones, invitándoles a descubrir la realidad de una manera diferente.
Carlos Córdoba y su equipo transitan desde hace años este camino. Un recorrido imprevisible, pero repleto de atractivos desde el punto de vista periodístico. ¿Cómo se estructura? ¿Cuáles son las principales claves tecnológicas de su operativa diaria? ¿Hacia dónde se dirige este canal? ¿De qué manera el entretenimiento se muestra como uno de los mejores activos para su futuro? Todas ellas son preguntas cuyas respuestas se transforman con el paso de los meses. Esta es la visión actual (y, por tanto, en constante evolución) del redactor jefe de El País Vídeo.
Los orígenes de El País Vídeo
¿Cuál ha sido la trayectoria de la actual división de vídeo de El País?
La configuración actual de la sección de vídeo de El País está en marcha desde abril de 2015. En aquel entonces, se decidió crear una estructura más concreta. La sección depende del subdirector de vídeo, el principal experto en el área, que es Carlos de Vega, acompañado de mí, Carlos Córdoba, como redactor jefe. Finalmente, se termina de completar con redactores, cámaras-editores y grafistas.
Hasta la llegada de esta estructura, los compañeros que se dedicaban al vídeo en El País no tenían una estructura tan compleja. Eran menos y no estaban centrados en la producción propia, sino que más bien se dedicaban a gestionar señales de directos y a incorporar vídeos que llegaban a través de agencias. También hacían producción propia, pero no era el essencial del proyecto.
Desde hace seis años, la sección ha ido creciendo, incorporando compañeros y sofisticando la realización de las piezas. Ya no solo gestionamos lo que llega a través de agencias, sino que estamos centrados en la producción propia, nuestra mayor preocupación y lo que motiva nuestro día a día. Todo ello lo hacemos desde dos bases: Madrid y México, desde donde se coordina El País América.
Desde 2015, que es cuando se estableció la nueva estructura, ¿ha notado cómo el lenguaje de los vídeos o los propios formatos han evolucionado?
Yo diría que esta sección, como otras, se encuentra en permanente evolución. Hace un tiempo que, personalmente, he dejado de lado esa frustración que implica que todo cambie. Hemos asumido con relativa naturalidad que somos una sección obligada a la evolución permanente, a gestionar nuevos lenguajes y las nuevas actividades del periódico. Además, hay que tener en cuenta que, desde hace poco más de un año, el periódico ha cambiado su modelo de suscripción, lo que también ha cambiado nuestros objetivos e intereses. No obstante, siempre permanece nuestro propósito de informar con rigor y pluralidad.
En lo que sí que estamos muy interesados durante los últimos tiempos es en saber qué le interesa al lector de El País. Queremos conocerle más, descubrir qué contenidos pueden interesarle y qué no le estamos ofreciendo. Debemos trabajar en esa línea para satisfacer sus demandas o intereses. Esta evolución, por tanto, no tiene que ver tan solo con la tecnología o las vías de transmisión, sino también con el contenido.
Producción 100% original
¿Cuántas personas trabajan en el departamento de vídeo de El País? ¿El periódico cuenta con colaboradores externos?
El núcleo de la sección de vídeo de El País se compone de unas veinte personas, si bien destacan los perfiles de redactor, cámara-editor y grafista. Nuestra producción es 100% original en la mayoría de casos, por lo que solo contamos con colaboradores externos puntualmente. Imagínate que queremos rodar en Asturias, una región en la que no tenemos a nadie del equipo desplazado. Podríamos viajar hasta allí, pero si no tenemos tiempo o no damos abasto, podemos contar puntualmente con alguna productora externa.
En cualquier caso, estas piezas siempre irán muy de la mano con El País, intentando hacer que quede reflejado nuestro sello en la producción final. De hecho, si la hubiera, la postproducción correría a nuestra cuenta. Luego, puntualmente, hacemos alguna adquisición, pero estas se pueden contar con los dedos de la mano. Hablamos de vídeos que no hemos podido grabar nosotros mismos y que no han llegado a través de las agencias. No obstante, no estamos tan interesados en publicar lo que otros publican. Queremos ofrecer al lector contenidos que solo puedan ver en El País. Existe una demanda de hacer contenidos completamente exclusivos.
¿Cuál es el flujo de comunicación entre el departamento de redacción y de vídeo? ¿De qué manera se coordina El País para definir las temáticas de sus piezas audiovisuales?
La filosofía es que no hay un departamento de vídeo y otro de redacción en El País, sino que todo periodista de El País, potencialmente, puede hacer vídeo. Queremos que esto forme parte del ADN del periódico. Los periodistas saldrán a grabar acompañado de uno de nuestros cámaras. En ocasiones, podrán pedirnos ayuda para hacer un posible guion, pero la idea es que queremos ir de la mano con ellos. No queremos hacerles los deberes, por así decirlo.
Del mismo modo, queremos que la sección de vídeo se entienda como una “ventanilla” a la que en cualquier momento puedan acudir buscando una idea o colaboración. Nos gusta que nuestra sección funcione como una ventana comunicada con todo el periódico, pero entendiendo ventana no como frontera, sino un lugar al que alguien se pueda asomar a charlar. No queremos ser un elemento extraño en el periódico, sino estar integrados en él.
Los contenidos de El País Vídeo
El País abarca documentales, reportajes, piezas autonarrativas, explainers… ¿Qué tipo de contenido impulsa El País?
Podríamos diferenciar tres categorías: vídeos de agencia, vídeos de producción propia y contenidos externos que pueden ser patrocinados o brandeados, como los que hemos hecho vinculados con LaLiga o BBVA.
En el caso de los vídeos de agencia, emitimos una versión editada que puede incluir elementos como música o rótulos. La segunda categoría es más amplia y entran diferentes tipos de vídeos, ya sean reportajes, entrevistas o contenidos, los cuales llamamos formatos. Aquí situaríamos El Comidista, que no solo es un formato sino un canal. En esta segunda categoría también entrarían los explainers, que son vídeos explicativos sobre cuestiones vinculadas a la actualidad; secciones semanales, como los vídeos que tenemos dedicados al ajedrez; espacios como Videomatón, el cual emitimos todos los domingos y que firma Luz Sánchez-Mellado; formatos como Se lo que estás pensando, que hacemos junto al neurólogo Mariano Sigman y que vamos a retomar este curso tras dejarlo aparcado por la pandemia…
Hemos ido renovando todos formatos a lo largo del tiempo. A partir de octubre emprenderemos otra renovación importante. Pretendemos lanzar nuevos contenidos y dejar de producir otros.
El País tiene una entidad suficiente para marcar una vía en el vídeo. Aun así, ¿cuáles podrían ser sus referentes?
Tenemos muchas referencias externas. Te diría que The Guardian o The New York Times son las referencias internacionales en las que nos miramos. Pero, como también te comentaba antes, el negocio del vídeo y de los medios informativos online es muy fluctuante. No solo para nosotros, sino para los demás.
Muchas de estas cabeceras internacionales han publicado tropecientosmil vídeos al día. Meses después, han optado por publicar tres, porque han ido cambiando sus políticas. Hay quien puede percibir esto como una cierta inestabilidad o inseguridad. Yo creo que esta situación tiene que ver con una industria que está en plena forja. Todavía está creciendo, descubriendo su potencialidad y su capacidad para generar interés en los lectores o generar negocio.
Nos miramos en medios concretos, pero diría que todavía ninguno tiene la fórmula exacta o definitiva. Hay otro factor que entra en juego en este ámbito que es el tratamiento de cada red social. No es lo mismo producir un vídeo para la portada del The New York Times que para su Instagram, lo que introduce un nuevo elemento de variabilidad.
En búsqueda del modelo perfecto
¿Considera que esa variabilidad depende de la evolución de los modelos de consumo o de la prueba-error para buscar un modelo económico rentable?
El otro día alguien comentaba en el periódico que no podemos trabajar en contra de los datos. Creo que es una reflexión interesante, si bien no debe ser, desde mi punto de vista, una coartada para nuestras decisiones editoriales. Me explico: sé que un vídeo dedicado a la música clásica no va a generar una gran cantidad de clics, pero es algo que no me preocupa. Considero que es algo que puede ser interesante audiovisualmente y puede interesar a los lectores. Es por eso por lo que apostamos por esos vídeos. Lo impulsamos porque forma parte del ADN del periódico; porque hay un criterio editorial periodístico que lo considera relevante.
Una vez lo hayamos emitido, haremos la reflexión de si ha valido la pena, si ha sabido conectar con nuestros lectores y, lo que es muy importante, con nuestros suscriptores.
En este punto, entra en juego un factor fundamental: la decisión de las características del formato. ¿Es algo que se debate entre el equipo de El País?
Las conversaciones sobre el formato existen, y yo creo que son necesarias incluso antes de lanzarse a producir el vídeo. Es un momento en el que nos planteamos si el vídeo es la manera más adecuada de plantear una noticia. Existen planteamientos de reportajes que llegan a la mesa de debate y, la mejor oportunidad que puedes tener es rechazarlos, porque audiovisualmente pueden que no sean interesantes o no vayan a conseguir nada relevante. Quizá no consigamos nada que no haya conseguido la competencia. O nada que el lector no haya podido ver ya en el telediario. Por eso, siempre hay que plantearse en qué piezas queremos invertir nuestra energía.
Producción y postproducción
¿Cuál es la operativa estándar del equipo de vídeo de El País? ¿Cómo se realizan las piezas?
Los propios cámaras que salen a grabar las imágenes son los encargados de editar los vídeos. A su vez, estos van acompañados de redactores. La operativa más normal es que un redactor proponga un tema y, una vez haya sido aprobado, salga a la calle a grabar con un cámara. Una vez hecha la grabación, se encargan de la edición. Son perfiles multidisciplinares: el cámara también se encarga del sonido y el redactor es responsable de la producción de las piezas.
¿Qué equipos concretos se emplean para grabar las piezas?
Nuestras cámaras principales son Sony sim Cânone. Utilizamos cámaras de tamaño intermedio y rodamos siempre en FHD, si bien, si es necesario, también podemos grabar en 4K o en otro rango.
¿Cuál es el flujo de trabajo de la postproducción las piezas de El País?
El propio cámara, como antes comentaba, se encarga no solo del montaje, sino también de la edición de color y de sonido, si hiciera falta. Del mismo modo, se encarga de añadir elementos de grafismo, si bien estos son creados por compañeros específicos dedicados a crear estos elementos.
Una vez finalizadas, ¿de qué manera se organiza vuestro contenido audiovisual, tanto el propio como el externo?
Los contenidos que llegan a través de las agencias se ingestan directamente en nuestro editor. Del mismo modo, contamos con un repositorio de vídeo en el que se añaden todos los vídeos que tenemos. Funciona como una biblioteca en la que buscas contenido a través de metadatos.
Directos y distribución
El País también apuesta por la emisión de señales en directo. ¿De qué manera se gestionan estos contenidos?
El departamento de vídeo de El País cuenta con un control de realización al que llegan todas las señales de directo. Desde ahí, se realiza la personalización de la señal, si es necesario. A continuación, se reenvía a los redactores interesados para publicarlos a través de diferentes señales. Estas suelen provenir de organismos oficiales (como La Moncloa o el Ministerio de Sanidad) o pueden llegar a través de agencias como Reuters, de la que somos clientes. En ocasiones, nosotros mismos nos encargamos de contribuir la señal de directo utilizando mochilas de retrasmisión.
Una vez finalizada la producción de las piezas, llega el momento de compartirla con los lectores. ¿Cuáles son los canales de distribución de El País?
Nuestra vía de distribución fundamental es YouTube. En esta plataforma ya contamos con más de un millón y medio de suscriptores, lo cual está muy bien en comparación con otros medios internacionales. Podríamos decir que es una cifra interesante. Todos los vídeos producidos por El País se crean con YouTube en mente. A continuación, estos formatos se distribuyen a través de nuestras redes sociales: Instagram, Facebook y Twitter. Existen debates en torno a si abrir otras redes sociales en el futuro en El País. Si mañana el periódico decide entrar en TikTok, nosotros querremos desarrollar contenidos para la plataforma. En cualquier caso, no abriríamos la plataforma de manera unilateral, ya que la decisión no depende de nosotros.
El vídeo viral del presentador afgano entrevistando a un portavoz talibán rodeado de hombres armados en el plató https://t.co/bomklopS8B pic.twitter.com/Cpz7jzapDf
— EL PAÍS (@el_pais) September 1, 2021
Adaptando los vídeos a las plataformas
¿De qué manera se adaptan las piezas a cada canal de distribución? ¿Existe un canal principal a partir del cual se derivan a otros secundarios?
Todos los vídeos producidos por El País se crean con YouTube en mente. A partir de ahí, intentamos distribuirlos a través de otros medios. Afortunadamente, las redes sociales ya han adaptado la forma de reproducir sus vídeos, de forma que ya no tenemos que hacer versiones en formato vertical. Lo que sí que hacemos es añadir subtitulado, ya que en determinadas redes sociales sí tenemos comprobado que así funcionan mejor los vídeos.
Entonces, ¿a los lectores de El País ya les es indiferente consumir contenido en vertical o en horizontal?
Antes existían “verdades inamovibles”, como que la gente no consume vídeo en horizontal. La realidad nos ha indicado que el panorama es más variado de lo que podíamos pensar. De nuevo, lo que hemos hecho es ir adaptándonos. Mi sensación es que a la gente ya le da igual. Si quiere ver algo en horizontal, a pantalla completa, gira el teléfono y se acabó el problema. No obstante, esta es una impresión, la cual no es una buena herramienta para dejarse guiar. Tenemos que ir a los datos, pero ahora mismo no hay ninguno que señale que la gente va a consumir menos un vídeo en horizontal.
Analizando el rendimiento de los vídeos
Es fácil entender que las reproducciones de un vídeo son cuantificables, pero este es un dato aislado que no es del todo conclusivo. ¿Qué otros KPI entran en juego? ¿Cuáles son las claves a la hora de analizar los datos de los vídeos de El País?
Durante los últimos tiempos, el periódico ha dedicado muchos recursos al análisis de datos, buscando entender bien qué le interesa al lector de El País. En este sentido, la herramienta más valiosa que tenemos no es únicamente la cuantificación de las reproducciones, sino también las curvas. Estos datos permiten conocer cuánto tiempo permanece la gente viendo un determinado vídeo, conocer a través de qué vía han llegado, descubrir cuántas veces ha sido compartido…
Esta lectura, que es interesante, requiere de un análisis posterior de los datos. No hay que quedarse únicamente en las cifras. Todos los medios deberíamos dedicar más tiempo a leer lo que ha pasado con nuestros vídeos.
Antes, comentaba que daba especial importancia a que un suscriptor muestre interés por los vídeos de El País. En la actualidad, ¿crean vídeos exclusivos para los suscriptores?
Contamos con algunos contenidos, muy puntuales, exclusivos para los suscriptores. Pero esa no es la línea en la que se está trabajando en el periódico. El País quiere producir los mejores contenidos para el lector y convencerle para que se haga suscriptor. Nuestro propósito no pasa tanto por ponerle el caramelito en la boca y luego quitárselo, sino en ofrecer razones a diario para que el usuario decida hacerse suscriptor. Si partimos de esa base, no tiene tanto sentido la creación de contenido exclusivo para lectores.
Producción para terceros
Cada pieza de El País cuenta con una amplia gama de formatos caracterizados por una buena calidad audiovisual así como rigurosidad informativa. ¿El periódico se ha planteado servir piezas propias a terceros, a modo de productora para agentes externos?
Eso es algo que ahora mismo no está sobre la mesa. En su momento, el Grupo Prisa contó con una productora audiovisual. Tuvo su vida y sus éxitos, si bien llegó un momento en el que se decidió centrar los esfuerzos en la producción de vídeo interna de El País. Nuestra producción es para nosotros. No tenemos la intención de vender contenido, si bien podríamos vender algo. Si tenemos una entrevista con una ministra y da declaraciones de calado que interesan a una cadena generalista, ese contenido se podría vender, igual que se puede vender una fotografía. Pero, de nuevo, ese no es el objetivo. Nos interesa más trabajar nuestra marca.
En cualquier caso, es una demanda fehaciente: existe un importante interior por parte de terceros de contenido de no-ficción con un enfoque periodístico.
Efectivamente, es evidente que existe una demanda de contenido de no-ficción y que va a ir a mucho más. Solo hay que conectarse a plataformas como Netflix, HBO o Prime Video para ver que esos contenidos están en primera línea. En estos canales cada vez vemos más presencias de buenos documentales periodísticos que perfectamente podrían existir en El País. Otra cosa es que el periódico decida comenzar a producir ese tipo de contenido más complejos tanto para la propia web como para terceros. También tendríamos que ser realistas. El equipo de El País dedicado a vídeo no está nada mal, pero si también queremos producir documentales necesitaríamos dimensionar la plantilla.
El entretenimiento como herramienta a futuro
¿Cuál considera que serán las claves que definirán el futuro del vídeo en medios informativos como El País?
La producción propia debe partir de historias relevantes y únicas con una factura audiovisual atractiva y contemporánea. Esto es algo que se encuentra estrechamente ligado al tipo de producciones que se pueden ver en determinadas plataformas. Existe una demanda que no se está satisfaciendo… ¡y hay muchas historias que contar! Queda mucho camino por recorrer y muchos proyectos que poner en marcha. Tan solo tienes que meterte en el periódico para identificar noticias pequeñas que podrían tener un recorrido mucho más amplio.
¿El camino de El País podría pasar por alejarse del lenguaje periodístico y abordar elementos de entretenimiento, siempre sin perder el rigor que caracteriza a los medios periodísticos?
Absolutamente. El entretenimiento es una gran ventana para los grandes medios informativos. De hecho, es algo en lo que estoy muy interesado. Creo que deberíamos hacerlo con las mismas señas de identidad que tiene el periódico: información rigurosa, pluralidad de opiniones y un punto de vista contemporáneo sobre la sociedad.
El Comidista, por ejemplo, responde perfectamente a este formato. Es un producto de entretenimiento pero, al mismo tiempo, periodismo riguroso, si entendemos que el periodismo como contar una historia con datos y elementos prácticos. Al final, una receta se puede contar bien o mal, y Mikel siempre incluye esos elementos de entretenimiento. El Comidista gira en torno a la comida, pero esta metodología se podría hacer con mil cosas más. ¿Podríamos impulsar un programa deportivo en el periódico con las señas de identidad que tiene El Comidista? Yo creo que sí. ¿Y algo dedicado al arte? Por supuesto.
Sin embargo, hay un problema. Los periodistas muchas veces no están preparados para asumir este tipo de contenidos. Es más, ya no es solo que los periodistas queramos producirlos, sino que en los periódicos todavía existe cierta reticencia a aceptar entretenimiento en sus webs.
Preparándose para el futuro del vídeo en medios informativos
La cultura es un ámbito que se muestra más flexible a la hora de adaptar su comunicación. Sin embargo, ¿cree que existen formas para adaptar nuevas vías de comunicación periodísticas que incluyan el entretenimiento en áreas como política, economía o sociedad?
No lo veo nada sencillo, pero estoy convencido de que es muy posible. En El País residen periodistas acostumbrados a participar en tertulias, algunas muy dinámicas. Del mismo, estamos acostumbrados a contar la reforma del consejo del poder judicial; no te diría que de una forma sexy, pero sí de una manera atractiva y asequible.
Hasta las cosas más complejas se pueden contar de una manera cercana y atractiva con el lector. En ese proceso, el periodismo audiovisual puede jugar un gran papel.
El País, como se ha podido apreciar a lo largo de nuestra conversación, busca adaptar su manera de comunicación para captar a los nuevos lectores. ¿Esta apertura al entretenimiento es fundamental para consolidar el relevo generacional del diario?
Totalmente. Las generaciones que vienen están tan acostumbradas al audiovisual desde jóvenes que considero que a los medios no les va a quedar otro remedio que integrar narrativas audiovisuales. El País ya se encuentra en ese punto. Y aquellos medios que todavía no están contando las historias desde el punto de vista audiovisual, en mi opinión, empiezan a llegar un poco tarde.
Hay otra cuestión clave, y es que creo que está en entredicho la manera unívoca de contar las historias. Antes estábamos acostumbrados a que el Brexit solo te lo podían contar en un reportaje de tres páginas. Sin embargo, ahora resulta que el Brexit también se puede contar en un explainer en vídeo o a través de Stories. Para mí, lo más importante es contar bien la historia y detectar cómo la quieres contar y cuál es la mejor forma para contarla.
No hay que lanzarse a contar algo en vídeo porque sí. Hay que realizar, siempre, una reflexión. ¿Por qué no contar esto mejor con una fotogalería? ¿O por qué no lo contamos a través de Twitch?
Um relatório de Sergio Julián Gómez
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