El sector de los drones sigue a la espera de una legislación que regule su uso en España
Para debatir sobre las posibilidades que ofrecen los drones, cuál es la normativa vigente y cómo se puede realizar está actividad de forma segura, Salvador Bellver ha compartido con los profesionales que han acudido a Bit Experience 2015 su experiencia en el uso de estos aparatos.
Salvador Bellver es uno de los pioneros en el mundo de los drones en España, creando en 2014 la Asociación Española de Drones y Afines (Aedron), que se orienta tanto a profesionales como aficionados y que se ha marcado como objetivo buscar las condiciones más idóneas para el correcto desarrollo de esta profesión o afición, dentro de un marco de seguridad y unas correctas condiciones.
Para debatir sobre las posibilidades que ofrecen los drones, cuál es la normativa vigente y cómo se puede realizar está actividad de forma segura, Salvador Bellver ha compartido con los profesionales que han acudido a Bit Experience 2015 su experiencia en el uso de estos aparatos.
En su ponencia, Bellver ha puesto de relieve las carencias legislativas que existen en torno a este sector en España. Actualmente, la normativa establece que para poder pilotar un dron comercial es preciso ser operador, disponer de un certificado medico aeronáutico de clase 2 y pasar una prueba integrada por 12 exámenes. “La aprobación de esta legislación está siendo muy lenta y además hay una gran incertidumbre sobre los términos que contendrá. Hay países en los que solo pagando se puede volar. En España falta marcar el protocolo por el cual se pide licencia y estándares de seguridad. Hoy no registran las horas de vuelo. Desde Aedron intentamos que nuestros asociados estén informados sobre todos los requerimientos que se precisan para volar un dron de forma segura y dentro de la legalidad”.
Realizar esta actividad dentro de un marco legal y seguridad pasa por tener en cuenta dónde y cómo se puede volar una aeronave pilotada por control remoto.
“Está prohibido volar un dron en un núcleo urbano, la multa es de entre 4.500 y 70.000 euros, por la noche o donde hay una gran concentración de gente. Sin embargo, sí se pueden volar grabando imágenes en la montaña o sobre un castillo que este fuera de la ciudad o en un entorno cerrado. Por otra parte, cuando se pilota como aficionado y no para uso comercial estos aparatos no son considerados drones sino vehículo de radiocontrol”.
Los drones son un sector de gran actualidad que ofrecen un amplio abanico de posibilidades con aplicaciones que van desde la toma de fotografías y vídeos aéreos hasta su uso en productoras de cine y soluciones de vigilancia. “Es un sector en el que está todo por inventar y los fabricantes han abierto sus SDK para fomentar su desarrollo”.
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