Hugo Serra: “em Espanha não é realista produzir nada apenas através de crowdfunding”
Hugo Serra es un productor diferente. Todoterreno. Atrevido. Apasionado. Quizás por eso le gusta definirse como un buen entrenador de fútbol, pero en el audiovisual: alguien que visualiza cada proyecto en todas sus fases y lo gestiona con la máxima visión de juego, eficacia y calidad en todos los aspectos. ‘Baratometrajes 2.0’, su última película, ha sido candidato a Mejor Documental en Premios Goya, Forqué, Feroz y Platino. Una cinta que la crítica ha definido como “la biblia del cine de autor realizado en español en la actualidad”.
Una entrevista de Rodrigo Espinel
ProduccionAudiovisual.com
Te defines en tu CV como un “conseguidor de imposibles”. ¿Esa es la esencia de un productor audiovisual?
Por supuesto. Hay que ser ambicioso, aunque realista a la vez. Como productor no hay que dar nada como imposible ni rendirse a la primera. Producir es una combinación de “saber hacer” (conocer bien los procesos y trucos), saber delegar (de verdad), estar encima y ser muy persistente (sin caer mal al interlocutor), generar una buena agenda y usar artes como el de la palabra (tanto oral como escrita). Si a esto le añades elegir bien (e ir adaptando) tu modelo de negocio o tu posición en esta extraña industria, ser sincero y directo, como es mi caso, pues sale un buen productor.
Como sabes, 2014 ha sido sólo el mejor año de la historia para la taquilla del cine español ¿estamos ante el inicio del fin de la crisis en el sector?
No. Todos sabemos que el sector, sobre todo el de la producción pura de cine, sufre una crisis endémica. Y si en la crisis general es bien sabido que no sólo una crisis económica la que vivimos (es una crisis de muchos valores y una dura criba que nos ha puesto en nuestro sitio), en el audiovisual siempre hay cuatro problemas: 1.El encaje de lo audiovisual en la filosofía empresarial española (no solo producirlo sino apreciarlo también en su parte publicitaria) ; 2. la politización e imagen pública de la etiqueta “cine español”; 3. La falta de visión de estado y consideración oficial para que sea un sector estratégico de la economía; y 4. Las restricciones del mercado (en las salas sobre todo) y la necesidad de saber venderlo aun mejor (dentro y fuera).
Como leí hace poco (es el claim de un banco pequeño): “Crecer no es ser más grande, es ser mejores”. Ese ha sido siempre mi filosofía. trabajar mejor. Luego todo podrá mejorar si hay calidad. Y mirado desde mi perspectiva, que es la de la verdadera independencia compatible con las grandes producciones, hasta que no tengamos una mejor salud audiovisual, no habrá un hueco más real para las producciones pequeñas, que somos siempre un pequeño milagro buscando ser la excepción.
En tu opinión, ¿este éxito en taquilla se corresponde con la calidad de las películas que hemos visto en los cines?
El éxito “estratosferico” de este año sí. También se puede decir, especialmente este año, que la calidad de las campañas de promoción de las 3 películas que pueden considerarse “buque insignia” ha sido impecable. Aunque cono dinero todo sea “más fácil” si que hay que hacer muchas cosas bien para que prendan las mechas del “tengo que verla” y del “boca -oreja” como la imparable y recupera-espectadores-que-nunca-iban de Ocho apellidos Vascos, la previsible, esperada pero potente de O menino y la “fiel al la intensidad de la propuesta” y de “aroma a película del año” de La isla Mínima. También destaco el bombazo que para mí y mucha gente es Relatos Salvajes. De las comentadas es la que más disfrute como espectador. Me puse a aplaudir al final del pase comercial (que por cierto estaba a rebosar).
Pero el éxito ha estado también en la clase media, en esos 10.000 km, em Magical Girl (ambas magistralmente distribuidas por Avalon), en Loreak, em Los tontos y los estúpidos y en muchas otras de las que pasan más desapercibidas para el gran público. Y en las que más defiendo, más allá de los números (el éxito se mide con otros baremos, afortunadamente), ha habido una muy buena cosecha, con mucha variedad de baratometrajes (las que van en la línea de nuestro documental, que ni siquiera se estrenan oficialmente), películas Márgenes (las catalogo así por esa plataforma que las arropa y defiende) y muchos largos documentales y cortometrajes interesantes.
Por cierto, acaban de anunciar los nominados a los Premios Goya ¿Qué producción crees que va a arrasar?
Creo que va a estar muy repartido. Por una vez puede que la que mas nominaciones tiene sea la que más premios se lleve (en muchos años era casi lo contrario, las favoritas en nominaciones luego se iban casi de vacío). Si yo votase, no soy académico, mi voto a mejor película sería para La Isla Mínima.
¿Qué crees que es lo que los académicos más valoran a la hora de votar los ganadores?
Pues no lo sé, pienso que principalmente es un voto que reconozca a las pelis que han funcionado y que “hacen industria”, pero muy condicionado a veces por los amiguismos y colegueos ó a casos especiales: “Pepito nunca obtuvo el Goya, votemos aunque la peli no la hayamos ni visto” (como pasó con Sacristán en El Muerto y Ser Feliz) y por último a dejarse llevar por la corriente y “lo que toca”. Nadie se ve todas las películas. Y no es lo mismo la primer ronda con la segunda, votando ya a los nominados y con todas las quinielas y campañas lanzadas.
En tu documental BARATOmetrajes 2.0. analizáis las películas de bajo presupuesto que se hacen en España. ¿El futuro del cine es low-cost?
No lo es como único modelo, pero si que es una opción, que pese a todas sus imperfecciones, está siendo imparable como fórmula de “hacer y probar cosas” también en largo. Como se dice en el documental, lo que es sano en una industria de verdad es la convivencia, hueco comercial y respeto entre las grandes producciones y las muy pequeñas.
Por una lado, muchos que ya llevábamos un tiempo, teníamos nuestro pequeño nombre y sabíamos producir y rodar barato, o ajustar nuestros guiones a una cifra “conseguible”, pues hemos seguido para delante y hemos ido inventando fórmulas de cómo distribuir y vender también. Por otro, siempre aparecen también los aprovechados, supernovatos o poco profesionales de turno, que se escudan en el no hay dinero para tratar de hacer su proyecto en la época actual. Algunos lo hacen, otros fracasan y se cansan, como siempre pasa.
Yo lo que defiendo del low-cost es buscar ideas realizables con esta filosofía, ya que talento hay. Y que luego se puedan ver y mover, creando un circuito de este tamaño y con esa sensibilidad (ahora si que puedo decir que está pasando sumando varias iniciativas de distribución-exhibición-plataformas online). Pero hacerlo con una “perspectiva de productor” detrás. Pagar, aunque sea poco (salir del no ni un duro para nada, eso es “no cost” y si que no vale para nada). Devolver favores de verdad. Aprender a autodistribuirte (porque aunque entrase un distribuidora, lo tienes que hacer y pagar tu igualmente). Pensar y salir del “cero absoluto”. Si no puedes con un largo, haz un corto o una webserie más sencilla. Para rodar nunca es tarde y mucha veces tiene sentido una trayectoria paso a paso.
Lo que si que es verdad es que cualquier productor pequeño no tiene la culpa de la situación actual y de los “platos rotos” del pasado del cine español (ese plato combinado histórico y tópico de película mala o que no interesaba a nadie, mal vendida, de presus inflados y con subvenciones corruptas, etc), que hay muchos y también parece que se están pagando todavía. Eso si que la gran crisis (y los mejores controles del ICAA) parece que están defenestrando esa peli media, pasando a lo que siempre debió ser: producir con un BUEN guion, si hay un riesgo y visión empresarial y por tanto creyendo mucho en el producto y su comercialización, del tamaño que sea.
A través de crowdfunding… ¿realmente podemos financiar una producción con potencial comercial para competir con películas financiadas de “forma tradicional” o solo vale para proyectos más modestos / arriesgados / de autor?
En España no es realista producir nada unicamente con crowdfunding. De optar por hacerlo, ha de ser un complemento a otras formas de financiación. Por resumir mucho: por muy bien que vaya un crowdfunding, no se consiguen cifras que permitan pagar a los actores y equipos. Por eso “solo vale” para los proyectos modestos. También estamos volviendo a otro punto de partido histórico, el del propio creador/director apostando sus ahorros. Me parece bien y te convierte en un verdadero productor-emprendedor. Te hace ser muy crítico y cauto con el proyecto y te obliga a llegar hasta el final (cosa que a veces no pasa con otras cosas en las que no has arriesgado ese dinero de tu bolsillo).
En tu documental se propone, entre otras medidas, que la entrada para ver una película debería acordarse en función de su presupuesto, ¿qué opinas?
Pues que yo lo haría más, que le daría una charla a cada exhibidor para que en vez de dar respuestas manidas, que pruebe con películas españolas, por ejemplo. Pero comunicándolo bien al cliente y sacando conclusiones. Pero estamos en lo de siempre, están los distribuidores por medio. ¿Lo haría Warner con una española ¿Lo haría Good Films con una joya de festival. En países como China ya ocurre, no cuesta lo mismo una película que otra.
Por último, a través de tu web www.necesitounproductor.com ofreces servicios de consultoría de proyectos audiovisuales. ¿Cuáles son los principales retos que deben afrontar tus clientes a la hora de levantar sus proyectos?
Ser muy autocríticos con nuestros propios proyectos en la fase de guión y dossier. Ponerse un objetivo realista ,ediante una hoja de ruta sólida. Lanzarse solo si los proyectos realmente están testados y tienen un interés claro “en el exterior”. Estudiar los puntos de venta y cual será su clientela u opciones. Hacer un gran ejercicio de financiación y apostar esos ahorros, para bien, es una inversión en uno mismo, juntándolo con otras vías de financiación (nuevas o “antiguas”). Saber o buscar ayuda (para eso estoy yo) en las fases que más se desconozcan. No rendirse nunca.
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