Detenido por primera en España un ciberpirata audiovisual
Una denuncia de la Entidad de Gestión de Derechos Audiovisuales (EGEDA) posibilita la detención en Valladolid de un presunto ciberpirata que subía películas de estreno a Internet con ánimo de lucro. Entre ellas, figuraban las recientemente estrenadas ‘Ágora’ y ‘Planet 51’.
Por vez primera se actúa penalmente contra un uploader profesional en España tras mediar una denuncia por parte de la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA). El detenido, que operaba en Valladolid, subía presuntamente películas a Internet con manifiesto ánimo de lucro y administraba también una página web “concentradora” de enlaces a obras pirateadas. Según consta en las diligencia, este individuo, que utilizaba al parecer la señal WIFI de sus vecinos, habría subido a la Red la primera copia ilegal de la película Ágora de Alejandro Amenábar.
En la investigación, llevada a cabo por el Grupo de Investigación Tecnológica (GIT) de la Jefatura Superior de Policía de Castilla y León, tras una denuncia presentada por EGEDA, se ha podido determinar que el detenido percibía ingresos por una doble vía: los servidores donde alojaba las obras ilegales y la administración de su web pirata, financiada fundamentalmente con publicidad. Su coste de operación era nulo, ya que para acceder a Internet robaba la señal WIFI de sus vecinos (con lo que además podía acceder a todo el contenido de sus ordenadores). La Policía ha podido determinar que el detenido subió a la Red la primera copia ilegal de Ágora, última película de Alejandro Amenábar, además de otras muchas como la recientemente estrenada Planet 51 ó Pagafantas.
Es la primera vez que se actúa contra un uploader profesional en España, y no se conocen acciones similares en el resto del mundo. Estas figuras son el primer eslabón de la piratería en Internet. Los primeros difusores que, con su actividad, destrozan a juicio de EGEDA la explotación comercial de las películas al ponerlas al alcance de cualquiera de forma gratuita en Internet, o mediante pago a través del top manta, sin autorización del productor y con evidente ánimo de lucro.
Cómo operan
Esta intervención policial demuestra, según EGEDA, que el debate social actual no debe plantearse como una discusión sobre qué prevalece, si la propiedad intelectual o la libertad de expresión o de información. La piratería en Internet está organizada: existen grupos de personas que “roban” las películas antes de su estreno, o las graban subrepticiamente durante sus primeras exhibiciones en salas comerciales, para posteriormente “subirlas” a Internet a los grandes servidores de alojamiento de contenido (Megaupload, Megavideo, Rapidshare, Hotfile,…). Estos servidores están siempre situados fuera de España para dificultar cualquier medida de los titulares o de los órganos judiciales españoles. Su actividad puede calificarse de cualquier manera menos de altruista o de “acceso libre a la cultura”.
Además, estos servidores abonan a los uploader una cantidad por cada descarga mundial que se hace de los ficheros que han proporcionado. Estos importes pueden, además, recibirse en cuentas localizadas en paraísos fiscales. Las obras “robadas” se distribuyen, bien directamente a través de los servidores de alojamiento (en muchas ocasiones teniendo que abonar el usuario una cuota “Premium” para agilizar los visionados), o bien a través de alguna de las múltiples páginas Web ilícitas que existen en la red y que enlazan con el material previamente hurtado. Son, además, la fuente de aprovisionamiento del top manta.
Polémica social
Esta investigación, y la posterior detención del uploader, se produce en un momento en el que existe en España un gran debate social sobre el posible cierre de páginas web como la intervenida, páginas que generan a los piratas importantes ingresos gracias a la difusión ilícita de obras de creación previamente robadas.
Sobre ello, EGEDA pretende hacer una llamada a la responsabilidad de los grupos políticos, de los medios de comunicación y de la sociedad en general. Es importante señalar que, cuando se trata de impedir acciones como las descritas, desde el punto de vista de los productores no se vulnera ningún derecho fundamental, sino más bien todo lo contrario, defendiendo y protegiendo un derecho básico, la propiedad privada, además del derecho a la intimidad de los ciudadanos.
Desde EGEDA consideran que “para evitar que España siga siendo un país tercermundista en la protección del derecho a la propiedad intelectual, la Disposición Final de la LES (Ley de Economía Sostenible), aprobada recientemente por el Ejecutivo, a pesar de toda la polvareda que ha suscitado, es un primer y un gran paso para acabar con la piratería en Internet. Esta disposición en modo alguno menoscaba los derechos de los internautas, que somos todos, sino que aumenta la seguridad jurídica necesaria para que todos los consumidores podamos seguir disfrutando de las obras de creación”.
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