DaVinci Resolve Studio facilitó el acabado de la película de animación española ‘Ozzy’
La postproductora barcelonesa Moonlight Cinema recurrió a la solución de Blackmagic para la intermediación digital y acabado de este proyecto, recién estrenado, dirigido por Alberto Rodríguez.
Alberto Rodríguez, director de la serie de televisión Pocoyo y nominado al Oscar por el cortometraje The incredible Story of My Great Mother Olive, acaba de estrenar un nuevo proyecto de animación. Ozzy, una producción española participada por Dreamcatchers, Atresmedia y Disney con un presupuesto de unos diez millones de euros, ha llevado a la gran pantalla las aventuras de un grupo de mascotas.
Para la intermediación digital y acabado, los productores de la película recurrieron a los servicios de la postproductora barcelonesa Moonlight Cinema.
Para este proyecto, con Alejandro Matus y el colorista Ignasi González al frente, se produjeron más de 40 versiones diferentes del film a lo largo de dos semanas, empleando las tres salas de etalonaje con las que cuenta Moonlight para contemplar todos los aspectos, desde la relación dimensional y la frecuencia de imagen hasta los distintos idiomas. En todo este proyecto la solución DaVinci Resolve Studio de 黒魔術 jugó un papel determinante.
Matus reconoce que “ésta fue la primera vez que aceptamos el desafío de realizar una película animada, por lo cual debíamos entregar un producto final de alta calidad. Resolve resultó de gran ayuda en todos los aspectos del proyecto, particularmente gracias a sus nuevas herramientas de edición. No solo lo usamos para conformar y masterizar el contenido, sino que también nos permitió hacer cambios en el material editado durante el etalonaje sin necesidad de recurrir a otra aplicación”.
El equipo de Moonlight Cinema aplicó una tabla de conversión a los archivos DPX 2K entregados por la empresa canadiense Tangent Animation con el objetivo de obtener la apariencia básica del film. “Mucha gente piensa que en una película animada no es necesario ajustar el color, pero de hecho sucede todo lo contrario”, señala González. “A diferencia de los largometrajes con actores reales, en una animación computarizada hay varias personas que crean un universo totalmente nuevo mediante distintos equipos informáticos. Lograr que este contenido sea homogéneo y darle mayor profundidad a través de diversos efectos es una tarea abrumadora”, añade.
Etalonaje
A fin de garantizar la uniformidad entre los planos de una secuencia, Matus y González decidieron separar los elementos clave en cada escena, a través de sus respectivos canales alfa, mediante el uso de máscaras. Esto les proporcionó un mayor control para modificar áreas específicas de la imagen, tales como el rostro de los personajes, durante el proceso de etalonaje final. El siguiente paso consistió en darle a Ozzy una apariencia particular.
Ignasi González subraya que “puesto que se trata de una película para niños, quisimos conservar los colores brillantes y transmitir una sensación amistosa, incluso en las escenas de mayor tensión o tristeza. Lo bueno de trabajar como colorista en un proyecto como este es que tuve la oportunidad de ser más creativo a la hora de etalonar el material. Por ejemplo, en algunas escenas nocturnas, pude ajustar el azul del cielo de una forma que no sería posible en un cielo real. Lo mismo ocurrió con las puestas de sol”.
“Una de las mejores prestaciones de DaVinci Resolve para este proyecto fue el sistema de gestión cromática. Me sorprendió la capacidad del programa para convertir los espacios de color según nuestras necesidades. Fue realmente rápido y no tuvimos ningún tipo de problemas. También hubo que reemplazar varias tomas durante el proceso de etalonaje. No obstante, Resolve me permitió guardar una imagen con la apariencia deseada, que además incluía toda la información correspondiente al seguimiento y los fotogramas clave. Sin lugar a dudas, esto facilitó muchísimo dicha tarea”, concluye.
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