Il ricordo del grande Carlos Saura riempie il gala Goya di riconoscimento e nostalgia
El destino quiso que el gran cineasta Carlos Saura falleciera en su domicilio a los 91 años, apenas veinticuatro horas antes de que la Accademia della Cena reconociera su intensa carrera con el Goya Honorífico.
Su última película, Las paredes hablan, estrenada hace apenas unos días, muestra de su incansable actividad y de su amor por el oficio hasta el último momento.
Autor incansable, sumó más de 50 películas y su filmografía forma parte del patrimonio cultural de nuestro país. Su trabajo siempre ha mirado hacia adelante, enriquecido por la creatividad que ha otorgado a cada una de sus obras. Atrevido e impaciente, deseoso de fragmentar la rutina a la que el cine convencional nos tenía acostumbrados, aportando inéditos componentes que aceleraron su ruptura; trasladó a la gran pantalla una mirada reflexiva sobre las palpables dificultades de la sociedad española de la época y un simbolismo inexorable de las heridas de la Guerra Civil española.
“Ese cura, esos bombardeos, esos asesinatos hacen que me identifique con el tema. Con el filme he exorcizado aquellos recuerdos. La Guerra Civil no ha sido aún convenientemente tratada en el cine. Si acaso, un poquito. Muchas mías hablan de aquellos años, cierto. Pero faltan”, declaraba durante la presentación de su corto Rosa rosae. La Guerra Civil en el Festival de Cine de San Sebastián 2021.
Artista total, su creación fue más allá del cine. La fotografía fue otra de sus pasiones (le podíamos ver siempre en compañía de su cámara), dirigió ópera y teatro y se fascinó de lleno con la pintura y el dibujo. “He tenido suerte en la vida haciendo aquello que más me atraía: he dirigido cine, teatro, ópera y he dibujado, fotografiado y pintado toda mi vida”, manifestó el veterano oscense en la carta que leyó su hija Anna Saura, tras el anuncio del Goya de Honor 2023, en reconocimiento a su colosal contribución.
El maestro, que pudo recoger personalmente la estatuilla en su domicilio antes de morir, quiso también agradecer a la Academia por “la gran labor que hace promoviendo y protegiendo nuestro cine y nuestra cultura, que es de las cosas más importantes que tenemos”.
Una prolífica filmografía
Contrario a los géneros y a etiquetar su obra, lo suyo era el cine de cámara, sus historias se han caracterizado por personajes y lugares, aunque su espíritu aventurero le ha llevado también a producciones más grandes como El Dorado.
En palabras del propio Saura, ha filmado tres tipos de películas: “La primera sería un cine con los pies en la tierra, con una realidad concreta como Los golfos, La caza, Deprisa, deprisa; otras más creativas como La prima Angélica, y luego el más musica”. Además, añade una cuarta: “me han preocupado muchos artistas que me han influido en mi vida, como Goya, autores de literatura española, y que son una especie de ensayos personales”.
Saura, ganador de la Medalla de Oro de la Academia de Cine en 1992, cosechó la más alta repercusión internacional y nacional; con su primer largometraje, Los golfos, estrenado mundialmente en el Festival de Cannes, donde fue nominada a la Palma de Oro a la mejor película, abrió un nuevo camino que no dejó a nadie indiferente. Siguió Llanto, coescrita con Mario Camus, que concursó en el Festival de Berlín.
Contro La caccia recibió el Oso de Plata al mejor director en el Festival Internacional de Cine de Berlín; con La prima Angélica, el Gran Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes; su película Cría cuervos se llevó la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos al mejor director, el Gran Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes, el Premio a la Crítica francesa y también fue preseleccionada al Óscar en la categoría a Mejor Película Extranjera y nominada al Globo de Oro a la mejor película en lengua no inglesa; con Carmen, su éxito internacional se disparó, obteniendo el BAFTA a la mejor película de habla no inglesa, medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos a Mejor Director y Mejor Película, además de nominaciones al Globo de Oro, a los Óscar y al César; y con ¡Ay, Carmela! obtuvo un total 13 premios Goya (la segunda película más premiada en la historia de los premios), arrasando de lleno en la ceremonia; entre una gran retahíla de galardones más que a lo largo de su carrera han aplaudido su labor como cineasta.
Hemos podido disfrutar de su obra desde finales de los 50 hasta la más inmediata actualidad. El pasado 2021 estrenó dos cortometrajes; Goya 3 de mayo sì Rosa rosae. La Guerra Civil; y un largometraje; El rey de todo el mundo. Y el pasado viernes 3 de febrero se estrenaba Las paredes hablan. Sus películas han mostrado tanto la realidad sociocultural española como la expresión artística más adelantada.
Ha dotado al cine de impecables pinceladas, de un lenguaje que se ha servido de su imaginación para contar historias, de una expresividad que no dejaba más que demostrar su amor por el cine, por el arte, por la cultura.
Este sábado durante la gala de los Goya, la pareja de Carlos Saura, Eulalia Ramón, y dos de sus hijos, Anna Saura y Antonio Saura, recogieron el Goya de Honor de manos de la actriz Carmen Maura en medio de una de las ovaciones más largas que se recuerdan en la noche de estos galardones.
Il presidente dell'Accademia del Cinema, Fernando Méndez-Leite, reconoció en su discurso que “el fallecimiento ayer de Carlos Saura ha conmovido muy profundamente a toda la profesión cinematográfica porque era uno de los activos más brillantes de la cultura española. Y por supuesto a la Academia, que reconocía este año su polifacética obra, su talento y su entrega al cine en los últimos setenta años”.
IL capilla ardiente del director y guionista aragonés se instalará este lunes 13 de febrero en la sede de la Academia de Cine, a partir de las 12:00 horas, y permanecerá abierta hasta las 20:00 horas.
No podríamos entender el cine español sin Carlos Saura, sin su personal aportación al cine de nuestro tiempo…
Acceso al Especial Goyas 2023 en Panorama
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