20 anni di 'Raccontami come è successo': l'intrastoria tecnologica dell'ammiraglia di RTVE
Desde su nacimiento en aquel lejano 2001, Cuéntame Cómo Pasó ha narrado la historia de España de la mano de la familia Alcántara. En su 20º aniversario, Tote Trenas, histórico director de fotografía de la ficción, aborda las claves tecnológicas y creativas de una ficción que se atrevió a romper todos los moldes vistos en la industria española.
Año 2000. Tote Trenas asiste a una ponencia en el ya extinto laboratorio Fotofilm de Madrid, desde donde se realizaban todo tipo de trabajos del mundo de la fotografía, el cine y la televisión. Ahí, coincide con Miguel Ángel Bernardeau, quien le cuenta que está preparando una nueva serie. Semanas después, el director de fotografía asiste a una reunión en las oficinas del productor en la que también estaría Agustín Crespi, su realizador. En el encuentro, se habla de una ficción diferente, que tratará de recordar, justo a las puertas del nuevo milenio, épocas pasadas. Trenas se une al proyecto, posiblemente sin ser consciente que Cuéntame cómo paso marcaría una época, convirtiéndose en la serie más longeva que se mantiene en antena en España y recibiendo adaptaciones en Portugal, Italia, Chile o Argentina.
Por aquel entonces, se barajaron diferentes nombres para esta ficción, que narraría la historia de una familia media española desde 1968. El primero que llegó a los medios de comunicación era Nuestro ayer. Tras varias reuniones con equipos de producción y editoriales, el título final escogido por una aún emergente Grupo Ganga, la extinta Cartel sì RTVE evolucionaría a Cuéntame, para finalmente convertirse en el Cuéntame cómo pasó.
Trenas, incluso antes del desfile de nombres, ya trabajaba intensamente con el equipo técnico de la serie para alcanzar un ambicioso objetivo: que el espectador, en el momento en el que estuviera zapeando y se encontrara con Cuéntame, supiera sin ningún lugar a dudas que estaba viendo Cuéntame.
Creando el universo visual de Cuéntame
Una vez recibido el encargo, Trenas se empapó de referencias audiovisuales de la época. El primer capítulo relataría la victoria de la cantante Massiel In Eurovisión, por lo que el apartado visual y la pequeña pantalla tendrían muchísima importancia: “Por aquel entonces, me vi muchas películas de la época, leí muchos libros, redescubrí muchísimas portadas de discos”, recuerda el director de fotografía. De aquel proceso de investigación, Trenas recuerda varias claves, como la importancia de los tonos pastel o la influencia de la película El hombre que quiso matar de Rafael Gil (si bien llegaría en 1970), entre otras.
Una vez creado el mapa visual, llegaría el momento de hacerlo realidad. Para ello, Trenas impulsó “un casting” por “todas” las empresas de etalonaje de Madrid “y algunas de Barcelona”. Tras rodar algunas pruebas de lo que sería Cuéntame cómo pasó, el propio director de fotografía fue pasando por diferentes instalaciones para evaluar de qué forma se abordaría el color de aquel material. Finalmente, Trenas coincidió en Molinares (desde donde se gestionarían los efectos digitales) con Robin Castle, un etalonador británico con quien ya había trabajado en proyectos anteriores. Castle hizo todas las pruebas desde el laboratorio de Imagen Line y el resultado fue completamente satisfactorio.
Desde el comienzo, se trató de abordar un tratamiento de la imagen alejado de lo convencional, tal y como relata Trenas: “Jugábamos mucho con máscaras y con complementarios. El brillo del pelo podía ser verde, un abrigo podía variar de color… Era un etalonaje muy atrevido, pero muy bueno”.
Entrambi Miguel Ángel Bernardeau como el director Tito Fernández confiaron en esta particular puesta en escena que no estuvo exenta de problemas… y que no pasó el filtro de RTVE: “Una vez entregado el primer capítulo, me llamó el jefe de emisión de Televisión Española. Me dijo que estaba mal: que los colores no eran reales, que no se qué, no se cuánto. Entonces le dije: “Si superas lo que le cuesta al productor hacerlo tan mal…””, recuerda Trenas entre risas.
El responsable de Televisione spagnola simplemente hizo su trabajo. Después de confirmar que ese producto era el que la productora quería mostrar, todo siguió adelante: “Lo emitimos así y parece ser que la gente lo asumió. La serie tuvo un éxito brutal el primer día. Ya te digo que ahora somos mucho más recatados, pero entonces éramos mucho más valientes”.
La odisea de la primera cámara
La elección de la cámara que captaría este nuevo formato sería fundamental. Trenas quería huir de los convencionalismos de la época para aportar un tono distintivo, marcado por la calidad y fidelidad visual. Tras una visita a la feria BSC Expo de Londres, tuvo claro que el sistema Betacam digitale Di Sony les acompañaría en la primera etapa de la serie. Sin embargo, no sería tarea sencilla conseguir las cámaras.
El primer paso fue solicitar el uso de las cámaras a Televisione spagnola. Sin embargo, aquella puerta se cerró rápidamente: en aquel entonces, la corporación pública las tenía reservadas para otro formato. Videoreport, proveedor técnico, compró tres sistemas, los cuales se sumaron a los que fueron adquiridos por la propia productora ante la presión de los responsables técnicos de la producción. La Betacam digitale sería la unidad principal, si bien se acompañaría del modelo SP. La satisfacción por parte de Trenas y todo el equipo creativo fue total: “Los sistemas estaban muy bien. Para su época, eran maravillosos”.
Betacam Digital… y 35mm, 16mm y Super-8
Los primeros episodios fueron rodados en formato 16:9, algo que apenas unas pocas series como Yo, una mujer (Antena 3), también fotografiada por el propio Trenas, se habían atrevido a llevar a cabo. Inicialmente, se produjeron 39 capítulos. Uno detrás de otro. El rodaje no daba lugar al descanso. Trenas define a aquel ritmo como “brutal”. Cada lunes, Robin Castle volaba de Inglaterra a Madrid para etalonar el capítulo, hacer alguna revisión de montaje si fuera necesario, y pasar la cinta a TVE, quienes “tenían tanta confianza en nosotros que ni comprobaban los capítulos”.
La producción, que alternaba zooms come il Canone 20x o las ópticas fijas Digiprime de Zeiss, fue evolucionando progresivamente dentro del sistema Betacam digitale y acompañándose de otros recursos técnicos empleados con un prisma creativo: “Alternábamos el Betacam con 35 mm, 16 mm y Super-8, especialmente para las escenas oníricas en las que intervenía mucho el director Antonio Cano”.
De hecho, la cámara Super-8 pertenecía al propio Trenas. Lo grabado en este formato se revelaba en Suiza, posteriormente se grababa en vídeo, se proyectaba y, acto seguido, se rodaba para poder montarlo. De esta forma, la actualidad de 1968, el archivo de RTVE y aquellos recuerdos y sueños se fusionaban. Cuéntame cómo pasó estaba haciendo historia.
2007: La llegada de la alta definición
La squadra di Cuéntame cómo pasó no dudó ni un solo instante en dar el salto al HD. No obstante, que no hubiera dudas no implica que el proceso no repleto de pequeños obstáculos. La transformación estuvo protagonizada, por supuesto, por la renovación de equipos: “Lo único que nos seguía valiendo eran los trípodes que teníamos antes”. La producción se reforzó con una selección de HDCAM Di Sony, “partiendo de la 750 hasta seguir evolucionando a la 900”. De esta forma, Cuéntame cómo pasó se convirtió en la primera serie de televisión en España por dar el salto a este formato. Por supuesto, este cambio de procesos también se extendió a todas las labores de postproducción.
El cambio operativo, ya que “el foco era mucho más importante y el tratamiento de la profundidad era diferente”, coincidió con un acontecimiento fundamental en el desarrollo de la trama de la ficción: la muerte de Franco, In 1975.
España cambió, así como la manera de contar visualmente esta nueva etapa por parte de Trenas y sus compañeros. Se apostó definitivamente por colores más puros y saturados, así como por una mayor sensación de brillo.
Poco después, esta nueva etapa de la producción se acompañaría de una relación de aspecto 2:1. TVE, inicialmente, no era partidaria a este cambio, pero acabó por confiar en el buen hacer de la producción, que lograba grandes datos de audiencia cada semana: “Se pensaba que se iba a perder audiencia porque mucha gente no estaba acostumbrada a las bandas negras, pero funcionó muy bien. Además, en rodaje fue mucho mejor, ya que podríamos crear encuadres mucho mejores”.
Imanol Arias, “culpable” del salto a Alexa
En el año 2013, el actor Imanol Arias, que encarna a Antonio Alcántara en Cuéntame, volvió del rodaje de la cinta argentina Tango feroz: la leyenda de Tanguito “entusiasmado” por haber rodado con una cámara “maravillosa”: la Alexa. En palabras de Trenas, Imanol fue “el impulsor del cambio a Alexa”, incluso ofreciéndose a poner dinero propio para hacer la transición. Y así sucedió.
La producción cambió, ya que la figura del foquista se convertiría en imprescindible y las ópticas se multiplicarían, con el uso de las compact prime o il ultraprime. Aun así, en la opinión del director de fotografía, el cambio mereció la pena: “La llegada de Alexa fue el salto de gigante del digital; fue cuando empezó a poder competir con la imagen del cine”.
Los cámaras en el rodaje se redujeron: de las cuatro cámaras habituales de la Betacam digitale o il HDCAM se pasó a un modelo de tres cámaras ARRIVO Alexa Classic sì Alexa Plus, para “gran alegría” de Tote Trenas: “Cuanto menos cámaras, más puedes cuidar la fotografía”. Todo funcionó a la perfección: “Las cámaras fueron maravillosas, la postproducción acabó siendo sencilla y el equipo, que prácticamente era de cine, funcionó bien. La única diferencia era que nuestras “películas” eran muy largas (risas)”.
El sistema ARRIVO sigue vigente a día de hoy, con la inclusión desde 2017 de cámaras Alexa Mini y Alexa Amira, que operan con nuevos perfiles de trabajo como auxiliares de cámara o DIT. En 2020 se hizo un experimento para tratar de integrar cámaras DSLR Lumix en la producción, siguiendo el excelente resultado que aportaron a HIT, producción de Grupo Ganga per RTVE. El resultado no fue satisfactorio, así que en el rodaje de la actual 22ª temporada se ha vuelto a trabajar exclusivamente con ARRI: “Creo que esas cámaras son maravillosas para HIT. Sin embargo, la estética y el público de Cuéntame cómo pasó es diferente. (…) Cada cámara y cada equipamiento depende del proyecto”.
Etalonando desde Grupo Ganga
En la actualidad, cada proceso de la producción se hace desde la propia Grupo Ganga. Ha sido una transición progresiva, la cual comenzó con el suono, siguió con los effetti visivi y finalizó con la inclusión de un área de post produzione. Para abordar la corrección de color, se decidió implementar un sistema Luce di base que, a octubre de 2021, ha sido renovado tres veces, la última en septiembre del mismo año: “Ahora, tenemos la mejor máquina de etalonaje en España. ¡Esperamos que los nuevos capítulos salgan muy bien!”. En la actualidad, Raúl Lavado es el responsable de firmar el color de la producción.
Con el paso de los años, diferentes tendencias visuales han permeabilizado en la ficción española. Trenas relata con orgullo la pervivencia de un estilo que se muestra “al servicio de la historia”. Si bien reconoce el valor de propuestas visuales como Toy Boy o Antidisturbios, no considera que la serie necesite cambiar su forma de afrontar el color: “Seguimos en los años noventa y creo que, sobre todo, tenemos que ser fieles a la historia. Contamos la vida de unos personajes que viven en un barrio. Hay zonas más modernas, pero el eje siguen siendo ellos”.
Trenas reivindica que la ficción no ha dejado de evolucionar en ningún momento, adoptando diferentes metodologías y recursos técnicos. Aun así, la trama sigue condicionando cada decisión: “La luz y el emplazamiento puede ser muy diferente dependiendo del contenido dramático de la secuencia. La luz, más que de fuera a dentro, va de dentro a fuera. La situación es la que nos obliga o nos dirige en el momento de iluminar. No es lo mismo una secuencia leve que triste, ni el punto de vista de Herminia que de María, la niña”.
La llegada del LED a Cuéntame
“El iPad y el LED son maravillosos”, afirma Trenas, introduciendo su dupla de trabajo ideal en el día a día de Cuéntame cómo pasó. El director de fotografía considera que la llegada y consolidación de este tipo de iluminación, acompañado de los recursos de control remoto para recrear diferentes ambientes, ha marcado un antes y un después para la producción.
Entre sus equipos predilectos figuran los Una settimana, definidos como “autónomos, con batería controlada y batería gestionable vía iPad”, los Skypanel Di ARRIVO e il HMI Cinepar, de los que Trenas aprecia especialmente sus “preciosas sombras”. Las luces cálidas, así como las pantallas de fluorescentes, prácticamente han desaparecido de la producción.
En la actualidad, el 80% de la producción se ilumina con los Astera: “Ha habido un gran cambio durante los dos últimos años. Ha sido una gran evolución. Empezamos con esta dinámica el año pasado y este año seguimos. Tenemos aparatos muy modernos y estamos encantados con ellos”.
De 1968 a 1993
Cuéntame cómo pasó afronta inminentemente el estreno de su vigésimo segunda temporada, ambientada en el año 1993. A día de hoy, la serie se rueda en resolución 2K, con algunas escenas adicionales grabadas en 4K con fines de postproducción o reencuadre. Es difícil prever la evolución de la tecnología, pero Trenas tiene claro que la evolución al UHD acabará llegando. Sin embargo, todavía no es el momento: “En la actualidad, el mayor problema es la cuestión de postproducción. Rodar en 4K requeriría aumentar drásticamente nuestra capacidad. Generamos mucha cantidad de información. Ahora estamos rodando todos los días con cuatro cámaras, nueve horas y a mucho ritmo, y generamos una gran cantidad de información durante seis u ocho meses”.
Independientemente de la resolución, Cuéntame cómo pasó trazará su propio camino. La acción dramática seguirá siendo el eje de cada decisión técnica, y la creatividad irá emparejada por un absoluto respeto al momento que se está narrando. Han pasado veinte años, pero nada parece indicar que el particular relato al que han dado forma desde la fotografía Miguel Ángel Mora, Manuel Velasco, Teo Delgado, Ángel Villarías, Lucas Chelós e il suo Tote Trenas vaya a interrumpirse.
Todavía quedan muchas historias que contar.
Un rapporto di Sergio Julián Gómez
Galleria
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