Fallece el supervisor de efectos especiales Juan Ramón Molina
Nominado en hasta 18 ocasiones, Molina logró el Goya a los mejores efectos especiales en 1997, 2002 y 2014.
La industria del cine despide a los 69 años de edad a uno de los nombres de referencia en la creación de efectos especiales: Juan Ramón Molina. A lo largo de cincuenta años como profesional, supo hacer realidad hacer realidad las ideas plasmadas en el guion de producciones tanto en cine, como en televisión y publicidad.
Al frente de Molina Efectos Especiales, Juan Ramón Molina dirigía un equipo humano y profesional que ha trabajado en más de cuatrocientas producciones.
En 1997, obtuvo el Premio Goya a los mejores efectos especiales por Airbag, de Juanma Bajo Ulloa; en 2002 por la película 800 balas, de Álex de la Iglesia; y en 2014, bajo la misma dirección, por Las Brujas de Zugarramurdi.
Además de lograr estos Goyas, Molina estuvo nominado en hasta 18 ocasiones por sus efectos en trabajos como Don Juan mi querido fantasma, Las cartas de Alou, El niño invisible, La hora de los valientes, Año Mariano, Crimen perfecto, Romasanta la caza de la bestia, Torapia, Las llaves de la independencia, Salvador, Sangre de mayo, Mi gran noche o Perdiendo el este.
La empresa continúa en la actualidad de la mano de su hijo, Juan Ramón Molina.
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