Adiós a Manoel De Oliveira, genio y figura del cine portugués
El hasta ahora cineasta en activo más veterano del mundo deja tras de sí 82 años de carrera y más de 60 películas.
A los 106 años de edad ha muerto este jueves quien hasta ahora era el cineasta en activo más veterano del mundo. Manoel De Oliveira deja tras de sí 82 años de carrera y más de 60 películas.
El director portugués nació en Oporto el 11 de diciembre de 1908 en el seno de una familia de industriales, dividió los estudios en su ciudad natal y en un colegio de los jesuitas de la localidad gallega de A Guarda (España) hasta que a los 17 comenzó a ayudar en los negocios familiares.
Amante de los coches de carreras, compitió en varias pruebas como piloto antes de alcanzar la fama como realizador de cine.
Debutó en el cine a los 23 años en la dirección con un documental, Douro, Faina Fluvial (1931), un obra muda que recoge los trabajos en la ribera del río Duero.
La proyección internacional de Oliveira llegó a mediados de la década de los 70, a partir de su largometraje Benilde. Además, actores como la francesa Catherine Deneuve, el estadounidense John Malkovich o el italiano Marcello Mastroianni participaron en algunos de sus filmes durante las décadas de los 80 y los 90.
Entre los numerosos galardones que recibió a lo algo de su carrera destacan el León de Oro y el Premio Especial del Gran Jurado en Venecia, o el Premio Especial Fipresci, el Premio del Jurado y la Palma de Oro en Cannes que obtuvo en 2008 cuando ya rozaba una edad centenaria.
El jefe del Estado de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, ha lamentado la muerte del director al que consideró “el mayor símbolo del cine portugués en el mundo”. En una breve declaración al país desde el Palacio de Belém, en Lisboa, el presidente portugués sha señalado a De Oliveira como “uno de los nombres más significativos de la historia del séptimo arte”.
“Portugal ha perdido a uno de los mayores exponentes de su cultura contemporánea y que mucho contribuyó al reconocimiento internacional del país”, ha aseverado Cavaco Silva, quien ha recordado durante su alocución una cena organizada en honor del cineasta en 2008 con motivo de su centésimo cumpleaños.
En su opinión, la vasta obra del cineasta “quedará para siempre como testimonio de la cultura lusa, que él supo interpretar como nadie, tanto en su dimensión popular como en su dimensión erudita”.
El jefe del Estado ha destacado la “calidad artística” de sus filmes y la larga lista de premios recibida a lo largo de sus 106 años de vida, convirtiéndose en el director de cine en activo más longevo del mundo.
“Manoel de Oliveira es un ejemplo para las nuevas generaciones. Hasta el final de su vida tuvo proyectos de futuro y siempre fue capaz de superar las dificultades”, recalcó Cavaco Silva en referencia a los problemas de salud que sufrió en 2012 y 2013 y que obligaron a su internamiento. El presidente portugués aseguró que su muerte representa “un momento de luto” para la cultura lusa e incidió en el prestigio internacional del que gozaba.
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