Antonio Banderas, Goya de Honor: “acaba de comenzar la segunda parte del partido de mi vida”
Tras recibir de manos de Pedro Almodóvar el Goya de Honor a toda una trayectoria, Banderas pronunció un brillante discurso en defensa de la cultura.
Antonio Banderas no defraudó en su alocución, tras recibir de manos de Pedro Almodóvar el Goya de Honor a toda una trayectoria. El polifacético actor, reconocido a ambas orillas del Atlántico, se mostró receptivo ante el cálido homenaje de la profesión en forma de ovación cerrada. El propio Pedro Almodóvar, poco dado a acudir a esta ceremonia, hizo entrega del galardón al que fue su actor fetiche durante los años 80 y del que dijo que se había “entregado siempre a los personajes sin miedo y sin prejuicio, incendiando las pantallas”.
Por su parte, el homenajeado, tiró de sentido del humor para “suavizar los piropos que me han ofrecido estos días (…) Debo todo lo que soy a mi profesión y a tomarme la vida como un niño que juega, un verbo que me gusta”. El actor malagueño, en un elaborado y reflexivo discurso plagado de imágenes poéticas afirmó sentirse “muy joven a pesar de toda una trayectoria en la que me he encontrado con personas muy conocidas y otras a las que el público desconoce pero forman parte de la gran parte de la familia del cine”.
El actor quiso rendir tributo a sus padres, “dos personas que me despedían y se hacían pequeñas desde la ventana del tren Costa del Sol en el que yo iba camino de Madrid a las seis de la tarde del 3 de agosto de 1980. Mis padres estaban convencidos de que yo había sido víctima de un ataque de insensatez y estaban esperanzados de que la razón se impusiese finalmente. Pero la razón perdió la batalla porque no era la mente sino el corazón lo que me guiaba. Nunca, nunca volvería a mi Málaga con las manos vacías.
En defensa de la cultura
Antonio Banderas ocupó gran parte de su alocución en reconocer la cultura de nuestro país: “hoy sé que es nuestra cultura y nuestros intelectuales la mejor manera de saber lo que somos y cómo hemos llegado hasta aquí”. De su boca salieron los nombres de Cervantes, Machado o Lorca, que “pusieron sobre el papel las grandezas y las miserias de nuestro pueblo”. También recordó a los cineastas Buñuel, Saura, Erice y el mismísimo Pedro Almodóvar.
El intérprete, agradeció la oportunidad que le ofreció Hollywood, “donde me he sentido apreciado y reconocido”, pero aseguró que “cada vez que terminaba un plano, una secuencia o una película allí, mi mente estaba puesta en España, en Málaga, en mi barrio, no en Ohio, Cleveland o Arizona”.
Emotivas fueron también las palabras dedicadas a su hija Estela del Carmen, “mi mejor creación y de la que, por la vorágine del trabajo, me perdí los mejores planos y secuencias”. Banderas concluyó con la afirmación de que “acaba de comenzar la segunda parte del partido de mi vida”.
Acceso al ESPECIAL GOYAS 2015.
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