'Vivere è facile ad occhi chiusi' trionfa al Goya, vincendo sei dei sette premi per i quali è stato nominato
David Trueba, tras casi dos décadas de constantes nominaciones, por fin logra llevarse dos Goyas: mejor dirección y mejor guión original.
La 28º edición de los Premios Goya ha sido una noche redonda para David Trueba. Tras casi dos décadas de constantes nominaciones, por fin logra llevarse dos Goyas: mejor dirección y mejor guión original. Su última película, Vivir es fácil con los ojos cerrados, ha conseguido hacerse con seis premios entre las siete nominaciones a las que optaba. Entre los galardones, la cinta ha conseguido imponerse a 15 años y un día, Caníbal, La gran familia española y La herida, logrando el ‘cabezón’ a la mejor película. También se ha llevado el Goya a mejor actor, para Javier Cámara, mejor actriz revelación, Natalia de Molina, y mejor música original compuesta por Pat Metheny.
La historia real de Juan Carrión, el profesor de inglés de Albacete de la España franquista que enseñaba inglés con las canciones de los Beatles y viajó hasta Almería para intentar conocer a John Lennon cuando rodaba allí en 1966, ha llamado la atención de los miembros de la Academia de Cine.
En la gala de entrega, ha estado presente el propio Carrión, que a sus 89 años sigue dando clases de inglés, y que se ha vuelto a su casa de Cartagena con un Goya bajo el brazo, ya que el director le ha obsequiado con el de mejor guion.
Al recoger el Goya, Trueba ha querido subrayar que los problemas del cine van más allá de ideologías políticas ya que “la gente del cine es gente que vota a todos los partidos y que disfruta haciendo este trabajo”.
Trueba ha subido al escenario acompañado de la productora de la película, Cristina Huete, de quien ha señalado que “lleva años para que directores puedan hacer las cosas como soñaban. “Va a los bancos e hipoteca su casa y oficina y gracias a eso consigue crédito para hacer película. Este año la cosa estaba complicada porque los créditos no están fáciles ni asequibles para nadie. Sin ella nada de esto sería posible. Ella sabe que la quiero y sabe que soy un gran admirador suyo, me parece que produce muy bien las películas. Dice que la gente que trabaja con ella quiere que se convierta en su familia. Ha agradecido a todo el equipo y a quienes han colaborado”.
Trueba ha concluido su discurso admitiendo que “le debo más al cine que a mí, a mi no me debían ningún Goya y yo podía haber esperado cincuenta años o más. Yo encantado de que me nominéis porque sé perder. He escrito un libro sobre saber perder…”.
Acceso al Especial Goyas 2014 en Panorama Audiovisual
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