La ‘Blancanieves’ sevillana de Pablo Berger arrasa en los Goya con permiso de ‘Lo imposible’

La 27 edición de los Premios, una de las más reivindicativas de los últimos años, alza a la películas muda de Pablo Berger a lo más alto con diez de los dieciocho galardones a los que optaba, entre ellos el de actriz protagonista y película.

La película muda de Pablo Berger, Bianco come la neve, fue la gran triunfadora de la 27 edición de los Premios Goya con diez de los dieciocho galardones a los que optaba, entre ellos el de actriz protagonista y película. Lo imposible, que aspiraba a catorce premios, obtuvo cinco incluido el de mejor director para Juan Antonio Bayona, que ha llevado las riendas de la película española más taquillera del año. Grupo 7, otra de las grandes favoritas, tuvo que conformarse con dos premios al mejor actor de reparto y revelación, mientras que El artista y la modelo no consiguió ganar en ninguna de las categorías.

Bianco come la neve derrotó a las otras grandes favoritas en una gala salpicada de ácida critica política, que se expresó en reivindicaciones y denuncias de gran parte de los profesionales del cine, quienes dejaron patente su disconformidad con el Gobierno por los recortes de los servicios públicos, los desahucios, la subida del IVA y los casos de corrupción que pueblan la escena política española.

La Gala de los Premios Goya 2013 se abrió con una pieza cinematográfica homenaje a Bienvenido Mr. Marshall en la que gran parte de los actores nominados realizaron sus cameos en una revisión del clásico en el que no faltó la referencia a Internet, la crisis y el posible “rescate” de nuestro país. La presentadora, Eva Hache, con un deslumbrante vestido espacial en blanco, se refirió con sorna al cambio de escenario de la Gala del Palacio de Congresos Juan Carlos I al auditorio Príncipe Felipe estableciendo los paralelismos correspondientes con los personajes reales y su momento histórico ante un Ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, que encajó con ensayada sonrisa las críticas a su gestión y las ironías sobre la actualidad política, especialmente las referidas a algún todavía miembro de la Familia Real.

Uno de los momentos especiales de la noche fue la entrega del Goya de Honor a Concha Velasco, artista única presente en la producción cinematográfica de los últimos cincuenta años, y que se emocionó hasta las lágrimas recogiendo su estatuilla de manos de su sobrina, Manuela Velasco. La de Valladolid tenía bien ensayado un monólogo en el que recordó cómo no ganó un Goya por Más allá del jardín, tal y como le predijo Antonio Gala.

Juan Antonio Bayona consiguió el Goya al mejor director. Además de entregar la estatuilla a su coguionista y persona que inspiró la historia real en la que se basa L'impossibile, recalcó la necesidad de hacer” películas, grandes, medianas y pequeñas”. Pablo Berger recogió el Goya por Bianco come la neve de Nix Films, A.I.E. (Ángel Durández), Sisifo Films, A.I.E., Noodles Production (Jérôme Vidal), The Kraken Films, A.I.E., Arcadia Motion Pictures (Ibon Cormenzana)

Premios a la interpretación

Maribel Verdú se alzó con el Goya a la Mejor Actriz Protagonista sin decir ni una sola palabra en Bianco come la neve. La actriz con más nominaciones a lo largo de la historia de estos premios, además de dedicar palabras de elogio hacia sus competidoras, agradeció el regalo de “poder hacer un papel de mala” y dedicó el Goya “a las personas que han perdido sus casas, víctimas de un sistema quebrado que permite robar a los pobres para dárselo a los ricos”.

Por su parte, tras más de medio siglo sobre los escenarios, José Sacristán ganó el primer Goya de su carrera por El muerto y ser feliz en medio de una ovación cerrada del auditorio Príncipe Felipe. El veterano actor manifestó que “ha valido la pena esperar y que hay que pelear muchísimo para hacer películas valientes”. Finalizó su discurso con un recuerdo a Pedro Masó, la persona que le dio por primera vez la oportunidad de actuar.

El Goya a Mejor actor de Reparto fue para Julián Villagrán, que en grupo Grupo 7 interpreta el papel de un yonqui. El Goya a la mejor actriz de reparto recayó en Candela Peña por Una pistola en cada mano, un trabajo muy coral. La actriz catalana tuvo una de las intervenciones más reivindicativas a favor de la sanidad y la educación pública y finalizó su alocución pidiendo trabajo porque “tengo un niño que alimentar”.

La entrega de premios se inició con el galardón al mejor actor revelación, entregado por Irene escolar y Hugo Silva, que fue a parar a Joaquín Núñez por Grupo 7, quien tras 35 años de profesión en el teatro vio recompensado su trabajo por esta cinta. La triunfadora de la noche, Bianco come la neve, se llevó también el premio a la Actriz Revelación que recogió una emocionada Macarena García.

Galardones artísticos

El premio a la Dirección Artística fue para Alain Bainée, por Bianco come la neve, que inició así una cosecha de premios que empezaba a crecer minutos después con el Goya a Paco Delgado, por el Diseño de Vestuario.

El Goya al Mejor Cortometraje de animación fue para El vendedor de humo, de Jaime Maestro. En la categoría de Cortometraje Documental el premio se lo llevó Sergio Oksman por A story for the Modlins (Una historia para los Modlin). El drama de los niños soldado de Aquel no era yo, de Esteban Crespo García mereció el Goya al Cortometraje de Ficción

El premio a la Mejor Canción Original fue para No te puedo encontrar, de la película Bianco come la neve de Pablo Berger y Juan Gómez “Chicuelo”. En esta entrega se produjo la mayor confusión de la noche al anunciarse en primer lugar que el premio había recaído en Pablo Cervantes, autor del tema central de Los niños salvajes. Subsanada la confusión, Bianco come la neve siguió acumulando estatuillas al ganar el galardón a la Música Original, compuesta por Alfonso de Vilallonga.

Los miembros de la Academia decidieron que el Mejor Guión Original de esta edición era de Pablo Berger por Blancanieves. Javier Barreira, Gorka Magallón, Ignacio del Moral, Jordi Gasull y Neil Landau obtuvieron el Goya al Mejor guión adaptado por Las aventuras de Tadeo Jones.

Goyas técnicos

El Goya al Mejor Montaje se lo llevaron Bernat Vilaplana y Elena Ruiz por L'impossibile, que también consiguió recientemente el premio Gaudí en esta categoría. La película de Juan Carlos Bayona ganó el premio al Mejor Sonido, que quedó en manos de Peter Glossop, Marc Orts y Oriol Tarragó. Y como no hay dos sin tres, esta historia conmovedora de una familia azotada por el tsunami del sudeste asiático, se alzó con la estatuilla a Mejor Dirección de Producción, que recayó en Sandra Hermida. Esta cinta ha tenido desde su estreno seis millones de espectadores.

Kiko de la Rica, obtuvo por su parte el Goya a la Mejor Dirección de Fotografía por Bianco come la neve. El galardón a los Efectos Especiales fue para Pau Costa y Félix Bergés, por L'impossibile en una entrega con Loles León en el que el tema de los sobres con sobresueldos volvió a sobrevolar en la sala en lo que la actriz denominó “la noche de los sobres vivientes”. En Peluquería y Maquillaje Sylvie Imbert y Fermín Galán, obtuvieron el Goya por Bianco come la neve.

También en el palmarés, destacar el Goya a la Dirección Novel, que recayó en Enrique Gato por Las aventuras de Tadeo Jones, cinta que ganó asimismo el Goya a la mejor Película de Animación, y que ha estado producida por Telecinco Cinema (Ghislain Barrois), Telefónica Producciones, Ikiru Films (Edmon Roch), Lightbox

Otros

El Goya a la mejor Película Europea, tuvo su destino en Eric Toledano y Olivier Nakache, productores de la cinta francesa Intocable, la película europea de habla no inglesa más taquillera del último año. En cuanto al Goya a la Película Iberoamericana, fue para Juan de los muertos, del cubano Alejandro Brugués, uno de los premiados más emocionados y nerviosos de la noche.

El galardón de la Academia a la Mejor Película Documental fue para Hijos de las nubes, la última colonia, producida por Javier Bardem, y que narra el drama del pueblo saharaui. El actor español, ahora metido a productor, tuvo uno de los discursos más combativos contra el Gobierno tanto por su política interna como la que concierne al Sahara.

SIRO JIMÉNEZ DE ALCÁZAR

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