Desmantelada una red pirata de tv de pago en Internet mediante “cardsharing”
Una investigación pionera entre la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil permite desmantelar una red de ‘cardsharing’, la última y más moderna modalidad de pirateo de señales de pago a través de Internet.
La Policía Nacional ha desmantelado una red internacional de fraude de televisión digital que ofrecía mediante “cardsharing” acceso a todas las plataformas de Europa, en una operación en la que han sido detenidas en España 27 personas e imputadas otras 77, aunque la investigación en el extranjero sigue a través de Europol.
La técnica conocida como “cardsharing” alude a la distribución a través de Internet de señales de televisión de pago sin la autorización de su titular, a cambio de cuotas económicas mensuales que cobran a cada uno de los usuarios suscritos. En concreto, los integrantes de esta red disponían de 57 servidores, tanto nacionales como extranjeros, interconectados entre sí. De esta manera, cada servidor aportaba a la red la señal de televisión digital de la plataforma a la que estuviera abonado (tanto nacional como extranjera) con el objeto de hacer una explotación global e incrementar sus beneficios económicos.
Posteriormente, desde cada servidor se distribuía su señal y la del resto de los otros 56 a una red de usuarios que era gestionada de forma individual.
Así, por un lado se encontraban los servers, personas que accedían de forma lícita a la señal, como abonados de las diferentes plataformas, que después redistribuían de manera ilegal y sin ningún tipo de autorización de los titulares. A cambio de este servicio cobraban 15 euros mensuales a cada usuario. Por otro lado, dichos usuarios accedían a la red ilícita de forma privada y restringida, gracias a referencias de abonados anteriores u otras personas que formaran parte de la red. Para visualizar el contenido de las televisiones de pago los usuarios no necesitaban estar suscritos a ninguna señal legal, ni siquiera disponer del descodificador proporcionado por estas compañías, únicamente requerían el uso de una antena parabólica, una conexión a Internet y el descodificador “pirata”.
A través de estas conexiones los servers transferían los archivos que permitían descodificar el contenido de pago codificado que se capta a través de la parabólica, supliendo así las tarjetas de abonado legales. El descodificador era configurado de forma remota por los servers, que controlaban de esta forma el número de clientes y la programación a la que accedían.
Los agentes lograron identificar al administrador de uno de estos servidores, la ubicación de su infraestructura y los beneficios económicos que percibía. Además, analizaron los descodificadores utilizados para acceder a la red de cardsharing y diversos datos técnicos que permitieron identificar el nombre de otros servidores, sus lugares de instalación y las líneas de conexión a Internet desde las cuales se redistribuía la señal de descodificación.
La investigación ha sido llevada a cabo por la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT), cuyos agentes han intervenido 62 descodificadores, diez ordenadores, quince discos duros, cuatro “pendrives”, tres “routers”, 34 tarjetas y cinco lectores.
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