Los grandes desafíos de los clústeres audiovisuales de España
Jorge Algora, presidente del Clúster Audiovisual Galego, comparte los importantes retos que los clústeres audiovisuales (y la industria española) afrontarán en el futuro más cercano.
Un clúster es un elemento fundamental en el entramado audiovisual de cualquier región. Su principal función es integrar a todos los agentes del sector para favorecer la cooperación entre las diferentes empresas. Es imprescindible que los unos conozcan a los otros, desarrollen actividades juntos y creen un terreno de juego en el que se confluyan cada una de las empresas y organizaciones. En el Clúster Audiovisual Galego tenemos tanto asociados, comme socios colaboradores, que representan a la industria en Galicia; todos ellos, ayudan a identificar cuáles son las líneas que nos pueden conducir a la consolidación de nuestro territorio en el ecosistema audiovisual español.
Las sinergias, por tanto, son fundamentales para acometer nuestro día a día e incluso afrontar los momentos inciertos. La pandemia, por ejemplo, paralizó gran parte de nuestra actividad. Hay muchas empresas que se han quedado por el camino o les ha costado mantenerse. Afortunadamente, muchas de ellas pudieron mantener líneas de desarrollo, como pueda ser el ámbito de las videoconferencias, que les ha permitido salir de esta fase con un fortalecimiento renovado. A esto, se suma más recientemente la guerra de Ucrania, que es causante de ese 10% de inflación que nos tiene asfixiados a todos. Por suerte, gracias al estimulo asociativo de los clústeres, los fondos Next Generation y la colaboración de instituciones públicas autonómicas como IGAPE y AGADIC, el nivel de producción ha recuperado su curso y afronta el mañana con mucha vitalidad.
El momento es incierto y todo puede cambiar, pero si las cosas se van orientando y todo se calma, el sector debería mantener el nivel de producción y generar nuevas oportunidades.
Aprovechar el nuevo Spain Audiovisual Hub
El futuro está repleto de desafíos, pero probablemente uno sobresalga por el resto: el plan estatal Spain Audiovisual Hub pour incrementar en un 30% la producción audiovisual en España. Su posible éxito y su correcta ejecución podrá suponer un importantísimo impulso a la industria audiovisual al completo. Sin embargo, no todo es tan sencillo: es necesario consolidar sus ejes.
Espagne debe ser un polo de atracción de rodajes y, para ello, debemos pensar a nivel nacional.
No debemos perdernos en determinados errores que se han cometido en el pasado y que nos han llevado a generar, por ejemplo, infraestructuras que no necesitamos, o a hacer desarrollos para salvar el día a día inmediato. Este plan precisa de un enfoque que busque estabilizar a medio y largo plazo la industria audiovisual. España debe ser un polo de atracción de rodajes y, para ello, debemos pensar a nivel nacional. Por ejemplo, cuando una gran producción aterriza en España, debe ser capaz de pensar que es plausible estar hoy en un desierto de Almería y, al día siguiente, planear una jornada de rodajes en un bosque de la Ribeira Sacra gallega. Es fundamental establecer una red sólida de profesionales que estén instalados en todo el territorio para favorecer este tipo de proyectos.
Particularmente, desde el Clúster Audiovisual Galego, hemos puesto en marcha el I+P Incuba que cuenta con la financiación del ICAA del Ministerio de Cultura, dentro del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y de los Fondos Europeos Next Generation EU y con la colaboración de instituciones autonómicas como AGADIC. Además, en el reto de la internacionalización, vamos de la mano del Instituto Gallego de promoción económica, IGAPE et la Axencia Galega das Industrias Culturais, facilitando la asistencia de las empresas del sector a los principales mercados. También llevamos tiempo fortaleciendo las relaciones entre las empresas de la Euroregión Galicia et le Norte de Portugal.
Fomentar la complementariedad vs la competencia
Es imprescindible realizar una labor en toda España para potenciar la colaboración entre las diferentes empresas. No pueden ser burbujas independientes, sino que deben formar parte de una red común que les permita aprovechar todas las opportunités que hay en el mercado, lo cual también favorecerá a la consecución de todo tipo de rodajes y proyectos.
Ese es uno de los motivos por el que en la pandemia se creó REDCAU, la Red Española de Clústeres Audiovisuales. En este momento, somos seis los clústeres que tratamos de ver qué está pasando en cada territorio, buscando esa complementariedad de la que hablábamos e identificando todo lo que necesitamos para lograr la deseada movilidad de conocimiento, tecnología y servicios. La idea es que, si existe una empresa de efectos especiales en Zaragoza muy potente, esta cuente con todas las herramientas necesarias para trabajar en todo el país y abrir su horizonte al resto de los compañeros. Siempre me gusta decir que hay que estimular la complementariedad y no la competencia.
Es imprescindible conocer cuántas empresas hay de cada uno de los subsectores del sector audiovisual. ¿Cuántos somos? ¿Qué hacemos? ¿Dónde estamos? ¿Cuánto facturamos? ¿Cuánto empleo generamos? ¿Qué ritmo de trabajo tenemos?
De hecho, hace no tanto, tuvimos una presentación sobre REDCAU en los Cines Doré. En este evento, se identificó como uno de los objetivos más importantes la necesidad de catalogar los recursos de la industria del país. Es imprescindible conocer cuántas empresas hay de cada uno de los subsectores del sector audiovisual. ¿Cuántos somos? ¿Qué hacemos? ¿Dónde estamos? ¿Cuánto facturamos? ¿Cuánto empleo generamos? ¿Qué ritmo de trabajo tenemos?
Estamos acostumbrados a la competencia y la rivalidad, cuando lo que debemos tener claro es que los diferentes agentes que forman parte del sector de las industrias culturales pueden fortalecer su posición si colaboran entre ellos. En muchas ocasiones, invitamos a los scouters de las plataformas a España para que nos vean y nos valoren como negocio, pero al mismo tiempo, competimos entre los territorios para ver quién ofrece una mayor desgravación fiscal. Ese no es el camino. La solución debe pasar por cómo sacar partido a todo el territorio nacional para que la industria crezca de manera sostenible.
Producción continua y transversal
Tanto los planes procedentes del sector público, como la posible transversalidad de las empresas audiovisuales, deben estar orientadas a la estimulación de la producción, entre otros objetivos. Debemos apuntar a consolidar un ecosistema empresarial preparado para mantener ritmos de producción que se acerquen a otras industrias competitivas. Y no solo en el barro de los rodajes, sino también en el I+D de las industrias del videojuego, pantallas, streaming, VFX o realidad virtual, con las que desde el Clúster Audiovisual Galego ya trabajamos.
Lograr estos objetivos será mucho más sencillo a través de una industria coordinada y con objetivos comunes. Sin embargo, esto no es sencillo. La creación y consolidación de los clústeres son procesos lentos porque se basan en la confianza, pero la experiencia de otros Cluster Audiovisuales en Europa nos demuestran que son muy efectivos para el desarrollo de la industria en las diferentes regiones. Al final, el esfuerzo tendrá sus recompensas.
Jorge Algora
Presidente del Clúster Audiovisual Galego
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