‘The Desperate Hour’, rodada con la URSA Mini Pro 12K de Blackmagic
Phillip Noyce (director) y John Brawley (director de fotografía) se decantaron por la URSA Mini Pro 12K de Magie noire para rodar The Desperate Hour.
The Despertate Hour se rodó durante el pico del brote de Covid-19 en una región alejada de Ontario Septentrional (Australia). Además de los desafíos que presentó rodar durante la pandemia, la historia planteó interesantes retos en cuanto a la fotografía. A pesar de que la mayoría de la película está caracterizada por una única actriz (Naomi Watts), debido a que el personaje corre constantemente por terreno escarpado, fue primordial elegir el enfoque adecuado para la dirección fotográfica. Brawley decidió optar por la cámara URSA Mini Pro 12K de Conception Blackmagic tanto por su tamaño compacto como por la gran resolución que ofrece: “La filmación presentó varios desafíos, porque el personaje principal trota, corre o camina rápido durante la mayor parte de la película”.
Para Brawley, la pieza clave de la producción fue contar con una cámara cinematográfica que dispusiera de una Polyvalence tal que permitiera manipularla de distintas maneras, y así garantizar una cobertura amplia en distintas circunstancias, a pesar de los retos de las tomas. Brawley implementó el uso de cuatro cámaras URSA Mini Pro 12K y colocó una de ellas en la parte trasera de una motocicleta eléctrica, montada a un cabezal SRH3 estabilizado y motorizado con comando a distancia para rodar gran parte de las tomas: “Me pareció fantástica, porque es una solución compacta y liviana, apta para una moto. Cuando tratas de serpentear entre los árboles y sortear escollos, necesitas un cabezal y una cámara livianos”.
Se montó una segunda cámara siguiendo los parámetros de un estudio, mientras que la tercera unidad se utilizó para captar tomas complementarias o trabajar con las dobles de cuerpo de Watts. Asimismo, se contó con un cuarto dispositivo de respaldo. El responsable de fotografía también empleó el modelo Caméra de cinéma de poche 6K para tomas adicionales.
Rodar en 8K y 12K
Brawley oui Noyce decidieron apostar, desde el primer momento, por las resoluciones 12K y 8K, lo que sirvió a la dupla para estabilizar las tomas en aquellos caos que fuera necesario. Además, Brawley destaca la posibilidad que ofrece la URSA Mini Pro 12K de Magie noire para trabajar en modo 8K sin disminuir el campo de visión: “Uno de los beneficios es que se reduce a la mitad el tiempo de lectura del obturador rotativo. La velocidad de lectura en la cámara URSA Mini Pro 12K es de alrededor de 15 milisegundos, pero, al seleccionar la resolución 8K, el tiempo disminuye a la mitad, cerca de 7 a 8 milisegundos. Para escenas de mucha acción, en especial en las tomas de perfil o al hacer un paneo entre los árboles, grabar en 8K con el obturador rotativo contribuyó a eliminar la distorsión de las líneas verticales. Cuando teníamos que llevarle la delantera a Naomi, en la moto eléctrica, filmábamos en 12K, pero, en lo posible, optamos por una resolución 8K”.
Brawley era consciente de que la resolución 12K (12.288 x 6480 pixeles) sería un motivo de preocupación en varias áreas de trabajo, ya que una resolución más elevada puede dar lugar a imprevistos. “Tuve una charla con los estilistas y maquilladores de Naomi, porque al oír 12K comenzaron a decir: “Un momento, ¡¿vas a filmar con esta cámara a unos centímetros de su rostro?! Lo cómico es que cuando trabajas con una resolución semejante, ocurre exactamente lo opuesto. Es casi como si la estructura del pixel desapareciera y pasara a ser halagadora”.
Brawley eligió combinar la resolución 12K con objetivos Zeiss Supreme y obtuvo resultados satisfactorios: “La primera vez que rodé con cámaras URSA Mini Pro 12K y objetivos Supreme, la calidad parecía la que aporta un formato grande, así lo describiría, a pesar de utilizar un sensor Super 35 mm. Los fotogramas lucen fantásticos en los bordes, donde se produce un sombreado periférico. Siento que ese objetivo brinda la calidad que ofrece un formato mayor, por lo que considero que el modelo Supreme se complementa bien con la versión URSA Mini Pro 12K”.
Un rodaje en formato Blackmagic RAW
Más allá de los aspectos técnicos, Brawley sabía que al combinar la cámara URSA Mini Pro 12K con el formato Blackmagic RAW conseguiría las imágenes que necesitaba para el largometraje: “El sensor funciona de una manera singular. Estábamos rodando en invierno y sabíamos que debíamos prestar mucha atención a los colores del bosque. El equipo de diseño de producción escogió la ubicación por la apariencia del entorno, pero el lugar en sí también era un elemento sumamente central. El modelo URSA Mini Pro 12K brinda esa intensidad, esos matices y capta esas pequeñas sutilizas que le hacen justicia a la realidad, porque los colores otoñales en ese bosque son preciosos. En particular, durante el etalonaje, se pueden apreciar una mayor cantidad de sutilezas. Al mirar el rostro de Naomi, se ve el color del cielo reflejado en su frente”.
El modo de compresión seleccionado durante el rodaje también fue esencial para la gestión de datos. Brawley destaca algunas de las diferencias que ofrece el formato Blackmagic RAW, en comparación con otros códecs: “Usé los ajustes Q de calidad constante de Blackmagic RAW. Grabé la mayoría del material con la opción Q3, porque al utilizarla en 12K, resulta en aproximadamente un terabyte por hora y luce fantástico. Los ajustes de calidad constante son interesantes, ya que la tasa de bits fluctúa dentro de cierto intervalo, dependiendo del movimiento y en función del elemento que aparece enfocado. Por consiguiente, si algo está fuera de foco, se utilizan menos datos. De lo contrario, se usan más. Fue curioso darse de cuenta de eso y elaborarlo. Sin embargo, en ningún momento sentí que hubiese agotado el límite de compresión”.
En definitiva, la decisión de Brawley de recurrir a la cámara URSA Mini Pro 12K estuvo fundada en diversos motivos que agregaron valor al producto final: “Las razones por las que elegí el modelo URSA Mini Pro 12K son incontables, pero, fundamentalmente, caímos en la cuenta de que podíamos disponer de cuatro cámaras en el set por el precio de una, y todas ellas nos dieron la resolución adicional que podríamos requerir para estabilizar y redimensionar las tomas. El tamaño de estos dispositivos es menor que el de otros equipos cinematográficos, por lo que también preferí optar por ellas, en especial, para tomas extensas en las que hay que sostener la cámara con la mano. A su vez, al ser una unidad más liviana, simplificó la labor con el cabezal estabilizado. En resumen, los motivos son numerosos, incluida la calidad de imagen. Phillip asistió al estreno en el Festival de Cine Internacional de Toronto y dijo que las imágenes eran alucinantes. Al fin y al cabo, ese es el mejor fundamento para escoger cualquier cámara”.
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