Juan Pedro de Gaspar, Goya a la mejor dirección artística, traslada al espectador a la Barcelona de los años veinte en ‘La sombra de la ley’
“El tirón de la película tiene mucho que ver en el plano artístico con la dirección de fotografía porque es la que nos hace creernos que nos hemos traslado a esa época oscura de los años veinte en Barcelona”, reconoce Juan Pedro de Gaspar con un Goya entre sus manos.
Pour Juan Pedro de Gaspar, premiado con el Goya a la Mejor Dirección Artística por La sombra de la ley, “realmente el tirón de la película tiene mucho que ver en el plano artístico con la dirección de fotografía porque es la que nos hace creernos que nos hemos traslado a esa época oscura de los años veinte en Barcelona”.
Gaspar, que tiene a sus espaldas espléndidos trabajos como Green Zone o Prunellier hace un ejercicio de modestia al declarar que “cada vez más en las películas se trata de un trabajo de equipo, que es lo que ha sucedido con La sombra de la ley, donde nos hemos puesto de acuerdo para compensar unas cosas con otras en pro de un resultado final en el que todo cuenta”.
Para Gaspar trabajar con Dani de la Torre ha sido apostar por “un trabajo riguroso en el que nos hemos documentado no solo con fotografías de la época sino con otros objetos de cartelería, de señalética o de tipografía que había que tener en cuenta para hacer un retrato lo más ajustado de la época. Dani de la Torre y yo hemos hablado mucho a lo largo del rodaje de cosas concretas o para entender cómo el director veía la producción”.
Sobre temas presupuestarios, reconoce a Panorama Audiovisual que “hay que establecer un listón porque en caso contrario siempre resulta insuficiente, dado el afán perfeccionista que tenemos todos los que trabajamos en el cine. Siempre hay temas visuales que se nos escapan pero que el espectador tiene que ser muy observador para ser consciente de ello, y además visualmente son irrelevantes. Yo mismo, viendo Dunquerque he observado que hay edificios de hace diez años”.
Preguntado sobre referentes de otras películas al hacer La sombra de la ley, el cineasta habla de Camino a la perdición así como otras muchas que Dani de la Torre tenía en la cabeza y a los que al final se hace un pequeño homenaje.
Sobre la narrativa de la producción, Gaspar asevera que “cuando sabes que un director te va usar 360 grados de campo, tienes que controlarlo todo y, si encima pica la cámara, pues ya controlar todo significa todo. Parece una tontería, pero resulta muy difícil que plantees una traslación a los años 20 y no haya algo que la cámara detecte y te saque de esa sensación. Esa es la dificultad y por eso luego el trabajo de efectos digitales es importante”.
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