La haute luminosité du laser 6P de Christie et le son immersif de Dolby font sortir les singes du grand écran à l'IBC 2014
Los espectadores que asistieron en IBC’14 a la proyección de ‘El amanecer del planeta de los simios’ se sintieron durante un par de horas inmersos en un San Francisco invadido por miles de monos gracias a la proyección láser 6P 3D 14 fL de Christie y el sonido Atmos de Dolby.
Anoche una legión de simios invadieron el RAI Center de Ámsterdam gracias a la proyección exclusiva por vez primera de una película con proyección láser 6P 3D 14 fL de Christie y sonido Atmos de Dolby.
La colaboración entre Christie, Dolby Labs, QSC y 20th Century Fox hicieron posible que se proyectara en el marco de IBC El amanecer del planeta de los simios como hasta ahora nunca se había visto.
La pobre calidad del 3D lleva tiempo preocupando a Hollywood. Para remediar el problema, 20th Century Fox ha facilitado versiones especialmente remasterizadas para 14 pies Lambert (fL). Arjun Ramamurthy, vicepresidente de Tecnología de Fox, aseguró en la presentación de la proyección que asistimos a un antes y un después en el modo en el que el público percibirá el 3D.
El sistema 6 Primary (6P) de Christie, basado en láseres de colores, ofrece un brillo de gran intensidad, una gama cromática más amplia y un contraste mayor que los de los proyectores digitales tradicionales, sin olvidar una producción de imágenes estereoscópicas simultáneas libre del crosstalk de 3D.
El sistema 6P de Christie usa unas gafas Dolby 3D concebidas especialmente para igualar las longitudes de ondas láser de los 6 primarios, proporcionando así una elevadísima eficiencia lumínica.
En efecto, con este sistema, la uniformidad de la imagen, la comodidad de visionado y la sensación de inmersión mejoran drásticamente, sobre todo en combinación con una tecnología de separación tan avanzada como la del Dolby 3D, marcando una gran diferencia con los sistemas 3D convencionales que en la actualidad encontramos en las salas de cine de todo el mundo.
El resultado es una experiencia cinematográfica sin igual en pantalla gigante apta para todo tipo de películas 2D y 3D (y que, al contrario de los sistemas de nuestros competidores, es totalmente escalable en ambos casos). El sistema instalado para la ocasión proporcionará un brillo superior a los 70.000 lúmenes, más del doble de lo que los actuales proyectores digitales de lámpara son capaces de ofrecer, con unas imágenes a resolución 4K que permiten apreciar el detalle con una nitidez sorprendente.
Doble de brillo y eficiencia lumínica
Este notable salto en la proyección 3D ha sido posible gracias a un sistema desarrollado por Christie que garantiza una eficiencia lumínica del 40-45%. Con la proyección dual y los colores saliendo de la fuente ya divididos hacia las gafas Dolby especialmente diseñadas para este tipo de proyección, la pérdida de iluminación en pantallas blancas de baja ganancia es considerablemente menor. En la actualidad, la tecnología cinematográfica de más calidad ofrece una eficiencia para 3D del 28% (que en ocasiones llega a un simple 12%). Pero además, en lugar de visión secuencial, el sistema Christie utiliza visión ocular simultánea LR (izquierda-derecha, la del funcionamiento de nuestra vista), con lo que el espectador contempla una imagen natural y dotada de profundidad.
A diferencia de otros fabricantes, Christie ha desarrollado este sistema 3D partiendo de cero.
Richard Nye, director de cine de EMEA, reconoce que nuestra posición de líderes del sector, avalada por 48.000 instalaciones, nos llevó muy pronto a comprender que ninguno de los sistemas que existían, los nuestros incluidos, habían sido diseñados para proyectar 3D en condiciones óptimas. Decidimos, por ello, no hacer lo que otros hacían: modificar o combinar sistemas ya existentes. En lugar de ello, nos pusimos manos a la obra para crear precisamente lo que hacía falta: un sistema que permitiera que las películas de 3D pudieran contemplarse y disfrutarse por el público tal y como sus productores las habían concebido. Se trata, en consecuencia, de una tecnología diseñada ex profeso para 3D y no de una nueva versión más brillante de otras ya existentes”.
Es de destacar que la arquitectura láser es escalable y adaptable a cualquier tipo de pantalla, de 2D o de 3D, por lo que se convierte en una interesante alternativa para que los exhibidores den el paso a una proyección 3D, planteando nuevos.
Don Shaw, director sénior de gestión de producto de Christie, sostiene que “la reciente caída en la asistencia a películas 3D es síntoma de que el público está cada vez menos dispuesto a pagar un precio extra por una experiencia que a menudo resulta decepcionante. Una calidad mediocre que es producto de una serie de limitaciones técnicas en las actuales arquitecturas de los sistemas de 3D. La más grave de ellas es la limitación en los niveles de luz, que alcanzan un pobre 10-30% de los logrados en presentaciones de 2D.
Resumiendo: muchas veces el 3D se muestra a 3-4 fL, cuando tendría que proyectarse a 14 fL. Ese bajo nivel de proyección acarrea diferencias en la percepción del color, que debe, en consecuencia, readaptarse a versión 3D. Por decirlo de un modo más sencillo, las películas son tan oscuras que el público tiene dificultades para apreciar detalles importantes de la imagen”.
Pero esa pobreza de detalle no es el único problema: “Hay espectadores que tras presenciar una película en 3D alegan dolores de cabeza, fatiga y cansancio en los ojos. Igual que ocurre al leer un libro con poca luz, el bajo brillo de una pantalla de cine es una de las razones que motivan esas quejas. Aumentar el número de lúmenes en la pantalla ayudará a solventar esos problemas, igual que la llegada de películas HFR (alta frecuencia de imagen), más fáciles de contemplar por el ojo humano”, matiza el directivo de Christie.
3D con el mismo brillo que el 2D
Cuando el espectador paga más, espera una experiencia de calidad superior, y no inferior. Ese es el problema comercial que hay que abordar y resolver para frenar la caída de espectadores a las salas. El brillo es un problema del 3D, no del 2D. Si en una proyección 3D los niveles de luz de la pantalla son los adecuados la experiencia resultará mucho más inmersiva. Por ello, Christie defiende la necesidad de proyectar el 3D a 14 pies Lambert, los mismos que se emplean en la proyección 2D.
Hace una década los estudios se reunieron, consensuaron los estándares DCI y determinaron que las películas debían mostrarse a entre 14 y 16 pies Lambert (fL).
Como consecuencia, los exhibidores y los instaladores prepararon todas sus salas para 14 o 16 fL pensando en los sistemas 2D. Entonces apareció el 3D que, de algún modo, actúo de motor para la introducción del cine digital. Pero el 3D trajo consigo otros elementos (polarizadores, ruedas giratorias, gafas) que absorben entre el 70 y el 90% de la luz, dejándonos en muchos casos únicamente con entre 3 y 4 fL de luz en la pantalla. Ahora Christie se ha empeñado en eliminar todos esos inconvenientes logrando pantallas con más luz que realce el 3D.
Sin embargo, más que quedarse en la simple “superación del cine digital” que declaran otros agentes de la industria, el compromiso de Christie con la innovación tiene una historia que se remonta ya a ocho décadas, a pesar de lo cual, este es el mayor proyecto de I+D emprendido jamás por la empresa.
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