Vinten celebra su centenario
A comienzos de 1910 el ingeniero mecánico William Vinten se hacía cargo de un taller en Wardour Street en Londres donde primeramente repararía cámaras, pasando posteriormente a diseñarlas y fabricarlas. En 1956, Vinten fabricaba el primer pedestal hidroneumático, marcando un antes y un después en la concepción de pedestales, trípodes y cabezas.
El ingeniero mecánico William Vinten se hacía cargo a comienzos de 1910 de un pequeño taller en Wardour Street (Londres) desde el que primeramente repararía cámaras para pasar posteriormente a diseñarlas y construirlas. Poco después, Vinten recibiría su primer pedido de 25 máquinas Kinecolor a 28 libras cada una que se destinarían a impresión de películas de alta velocidad para el sistema Edison Color.
Desde aquellos entonces ha pasado un siglo en el que Vinten se ha consolidado como una de las grandes empresas mundiales en la fabricación de pedestales, trípodes, cabezales y otros accesorios de avanzado diseño.
A mediados de los 50 con el desarrollo de la televisión, Vinten se percató de que pese al éxito de sus cámaras, la industria precisaba de nuevos artilugios capaces de trasladar la grabación por el suelo de un estudio, naciendo así los primeros pedestales. En 1956 Vinten, a pesar de la indredulidad de muchos, presenta el primer pedestal hidro-mecánico. Aquel pedestal bautizado como modelo 419 integraba, curiosamente, muchos de los principios mecánicos que aún hoy en la exitosa serie Quattro podemos encontrar.
Roger Wilson, director general de Vinten, ha comentado que “hemos logrado lo que ningún otro fabricante gracias a la innovación en el diseño audaz y de muy alta calidad, ingeniería de alta precisión y fabricación. Estos valores permanecen hoy vivos en Vinten como lo han estado en los últimos cien años”.
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