‘Akelarre’, reconocida con un Goya por el poder de sus efectos especiales para recrear una atmósfera evocadora
Mariano García Marty y Ana Rubio ambientan mediante efectos un filme de época con un trasfondo mágico y un halo de misterio.
Cinco Goyas ha logrado Akelarre de sus 9 nominaciones al alzarse con el de Mejor maquillaje y peluquería, para Beatushka Wojtowicz y Ricardo Molina; Mejor diseño de vestuario, para Nerea Torrijos; Mejor dirección artística para Mikel Serrano; Mejor Música original, compuesta por Aránzazu Calleja y Maite Arroitajauregi; y Mejores Efectos Especiales, for Mariano García Marty y Ana Rubio.
El premio en esta última categoría lo disputaban Raúl Romanillos y Jean-Louis Billard, por Black Beach; Raúl Romanillos y Míriam Piquer por Historias lamentables; y Lluis Rivera Jove y Helmuth Barnert, por Orígenes secretos. Los agradecimientos de los vencedores en este caso fueron para Drama FX, los productores y el equipo de Twin Pines.
Esta edición de los Goya ha sido todo un éxito para esta producción apoyada por la EITB y que su propio director define como una película transgresora en su forma y su contenido, una película que asume riesgos sin expectativas, pero que ha optado a nueve Goya.
La película de Agüero discurre en 1609. La Inquisición sigue operando y el Rey ordena purificar la región, acusando a unas jóvenes de brujería. Con el objetivo de que confiesen todo lo que conocen acerca del aquelarre, estas terminan creando una ceremonia mágica en la que pretenden invocar al Diablo.
Akelarre tiene un enfoque heterodoxo y una perspectiva feminista, desde la que reflexiona sobre cómo se fabrica la figura de la bruja desde el punto de vista de la gente del pueblo. Se rodó en Navarra y el País Vasco con producción de Lamia y Kowalski Films.
Magia y misterio
En lo que se refiere a los efectos especiales, estos son básicos en un filme de época con un trasfondo mágico y un halo de misterio, donde la brujería es el tema central y en el que muchas de las escenas están rodadas cámara en mano sin trípode porque la voluntad era escapar de clichés y apostar por la frescura y la naturalidad, creando imágenes evocadoras y hermosas.
Tanto Ana Rubio como Mariano García Marty tienen experiencia en la creación de efectos especiales, este último como supervisor FX en Drama FX. Dentro de la filmografía en la que ha participado Ana Rubio, del departamento de producción de Twin Pines, están títulos como Twin murders, Coven o The silence of the White city.
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