‘No respires’: misterio e intensidad en una producción impecable bajo la batuta de Fede Álvarez
En 2013, el guionista y director Fede Álvarez dejó huella en el cine con una versión espeluznante del clásico de Sam Raimi ‘Posesión Infernal’, ahora vuelve con un triller de corte impecable.
Tres amigos allanan la morada de un ermitaño invidente para dar lo que suponen un golpe fácil solo para descubrir que su vida corre peligro en una aterradora pesadilla desencadenada en No Respires, el segundo largometraje del guionista y director Fede Álvarez (Posesión infernal) y el legendario realizador Sam Raimi. En su tercera cinta, Álvarez apunta a la yugular con un thriller sin complejos, brutal y retorcido, que enfrenta a tres ladrones ante un adversario inesperadamente peligroso.
Decidida a escaparse de su madre maltratadora y salvar a su hermana menor de sumirse en una existencia sin futuro como la suya, Rocky (Jane Levy) no tiene límites a la hora de preparar su huida. Junto a sus amigos Alex (Dylan Minnette) y Money (Daniel Zovatto) ha llevado a cabo un par de hurtos minuciosamente planificados para hacerse con el dinero suficiente para marcharse de casa y dejar atrás su Detroit natal. Pero estos robos de poca monta no han rendido muchos frutos y cuando se enteran de que hay un hombre ciego (Stephen Lang) poseedor de una pequeña fortuna viviendo en una casa abandonada, los tres amigos deciden dar su último –y más ambicioso– golpe.
Pero el plan se frustra cuando el que fuera la víctima resulta ser mucho más terrorífico de lo que nunca imaginaron. El hombre los persigue por toda su vivienda –que más que una casa parece una fortaleza, en la que descubren horrorizados, que oculta más que dinero. Sorprendente y fascinante, el thriller maestro y alucinante de Álvarez mantiene la tensión con un ritmo frenético hasta el último minuto espeluznante.
Una historia aterradora
En 2013, el guionista y director Fede Álvarez dejó huella en el cine con una versión espeluznante del clásico de Sam Raimi Posesión Infernal. En su última cinta No respires, explora un territorio diferente pero igual de aterradora en una historia sorprendente y llena de suspense. Álvarez une fuerzas nuevamente con los productores Raimi y Rob Tapert de Ghost House Pictures para crear una historia del subgénero del “home invasión” que confunde los límites entre el terror y el thriller.
“Contiene elementos de ambos” dice el director. “No es ni cien por cien terror ni tampoco thriller. Pero abundan los momentos que dan mucho miedo, eso sí”.
In No respires, tres amigos, tras cometer una serie de hurtos perfectamente planeados, deciden ejecutar su golpe final al enterarse de que hay un hombre ciego que vive solo en un barrio desierto de Detroit. “Pero les falta un dato crucial”, explica Álvarez. “Y es que este hombre es inventivo hasta más no poder y completamente despiadado, hasta el extremo de que casi parece sobrehumano. No les va a dejar que se lleven el dinero sin librar una dura lucha hasta el final”.
Hacer Posesión Infernal, su primer largometraje, con la ayuda de Raimi y Tapert fue una experiencia inolvidable, según Álvarez. “Así que decidimos repetir. Sam ha sido un gran mentor para mí. No solo es un gran director y productor. Realmente es un fan y entiende perfectamente a su audiencia”.
Raimi dice que Álvarez no solo es un director visionario sino que además es un colaborador nato. “Posee una combinación única entre sus instintos para contar una historia y la artesanía necesaria para ejecutar sus ideas” asegura el prolífico realizador, cuyos créditos en dirección incluyen la exitosa trilogía Spider-Man ,así como Un Plan sencillo, Arrástrame al infierno, y la trilogía original de Posesión Infernal. “Cuando nos presentó este proyecto nos enganchó la oportunidad de volver a trabajar con él. Desde el principio Fede tenía una visión original de un thriller llevado al límite para un público moderno y por supuesto centrado en los personajes. Introducir un personaje invidente nos abrió las puertas para crear tensión tanto mediante las imágenes como por el sonido”.
Álvarez y su coguionista Rodo Sayagues, se propusieron elaborar un guion con suspenso hasta más no poder, pero sin abusar ni de la sangre ni del gore. “Me encanta el género del terror”, dice el director. “Pero esto es algo más complejo. Cada uno de los sustos están basados en la situación y en cosas que realmente podrían ocurrir. A mí eso me da mucho más miedo”.
Tapert coincide, añadiendo “No respires actualiza el thriller de suspense al crear un escenario en el que se agudizan los sentidos de los personajes. Evita los clichés al hacer partícipes a los espectadores en un dilema moral. ¿Quién es el malo y quién el bueno? Y como no sabes exactamente cómo acabará la película, la incertidumbre aumenta la tensión”.
Los tres protagonistas plenamente desarrollados en el guion le llamaron la atención al productor ejecutivo Mathew Hart. “Están en un callejón sin salida y desesperados por cambiar sus vidas” explica. “Eso les lleva a una casa donde creen que encontrarán el dinero necesario para cambiar su rumbo. En cierto sentido es un cuento moral sobre la toma de decisiones ambientado en el seno de un thriller”.
Ninguno de los personajes es del todo admirable, y eso está hecho adrede, dice Álvarez. “No me gusta cuando los realizadores me obligan a tomar partido. Muchas de las historias que veo son muy manipulativas. No necesito que me digan quién es el bueno y quién el malo. Déjame elegir quién me gusta. Te mostramos una variedad de personajes
y te dejamos decidir. Aquí no hay ningún santo. Todos tienen motivaciones turbias. Se trata de elegir a la persona con la que conectas”.
Trabajar con un coguionista con habilidades que complementan las suyas era clave en el proceso creativo. El director estima que se ponen de acuerdo la mitad de las veces. “Eso significa que el otro 50 por ciento de las veces no lo estamos, y eso nos sienta estupendamente. A él se le ocurren cosas que a mí jamás se me ocurrirían y vice versa. Eso crea un material único. Yo aporto el orden y él, la anarquía. Los momentos más sangrientos, más límite, siempre provienen de Rodo”.
Los colaboradores de Álvarez coinciden en que el realizador considera cada idea planteada. “Al ser el guionista conoce la historia de pe a pa”, dice Hart. “No le cuesta ningún esfuerzo conseguir las interpretaciones que necesita por parte de los actores, y jamás se muestra indeciso o inseguro. Pero a la vez acepta con agrado las ideas de los demás y con frecuencia las incorpora. Y es el primero en reconocer el mérito de la gente. Es genial trabajar en un ambiente así”.
Triple amenaza
No respires vuelve a reunir a Fede Álvarez y a la actriz Jane Levy, cuya inolvidable transformación en Mía, una joven poseída por el demonio en Posesión infernal, ha inspirado en todo el mundo tatuajes realistas con la imagen del personaje empapado en sangre. “Este es un papel totalmente distinto en algunos niveles, pero definitivamente Rocky guarda cierto parecido con Mía”, afirma Álvarez. “Es una luchadora, sin duda. Tiene el objetivo de conseguir ese dinero y nada la detendrá. Sin embargo, el Hombre Ciego está tirando de la cuerda en dirección opuesta con la misma determinación férrea”.
Decidida a escapar de su abusiva madre y salvar a su hermana menor de una existencia sin futuro que parece inevitable para ambas, Rocky hará todo lo posible para huir.
Desde el principio, Levy fue la primera elección del director para el papel, sin embargo, inicialmente parecía que no estaría disponible para el rodaje. “Pasamos por un tedioso proceso para intentar encontrar la chica adecuada”, comenta Álvarez. “Nadie estaba a la altura de nuestras expectativas. Y luego, de repente, Jane estaba disponible y todo volvió a su cauce”.
Después de Posesión infernal, Levy asegura que decidió que había acabado con los thriller de terror. “Pero aquí estoy, y es por Fede. Es el director perfecto para dar vida a la historia y convertirla en mucho más que una película de género. Para mí, tiene un ambiente épico y mitológico. Ha sido elevada de una forma que solo Fede pudo lograr. Esta película me recuerda a una novela gráfica en muchos aspectos. La gama de colores es muy hermosa –gris con explosiones de color”.
Para escapar de su madre, Rocky ha comenzado a cometer pequeños robos con sus amigos Alex y Money. “Lo hacen en parte por la emoción, pero sobre todo porque están a dos velas”, dice Levy. “Comienzan robando cualquier cosa pequeña que encuentran, sin embargo, después oyen que el Hombre Ciego oculta una fortuna. Si logran hacerse con ese dinero, pueden huir de Detroit”.
Según la actriz, Álvarez ha creado cuatro personajes que le dan la vuelta al concepto de los buenos contra los malos, cambiando por completo las expectativas simples. “Te pones de parte de Rocky, incluso si está haciendo algo deshonroso. Fue un desafío hacerla alguien agradable, pero Fede ha creado personajes simbólicos que son complejas representaciones de la humanidad. En esta situación, Alex es el cerebro, Money es el impulso y Rocky es el corazón, por eso puedes ponerte de su parte”.
Aunque los extremos desafíos físicos a los que Levy se enfrentó en Posesión infernal –incluso ser enterrada viva– no se repitieron en esta película, aun así, Álvarez se las hizo pasar canutas a diario. “Jane fue muy buena chica y nunca dijo que no a nada”, comenta el director. “De hecho, siempre pide más”.
La actriz admite que le entusiasman los papeles físicos. “Para mí, el movimiento en las películas es esencial para contar la historia. Si puedo responder solo con mis ojos, una expresión o lenguaje corporal, eso dice mucho más que las palabras”.
Sin embargo, asegura que solo hubo un reto al que no pudo hacer frente. Rocky tiene que enfrentarse a un Rottweiler enorme, el amenazante perro del Hombre Ciego. Entrenado para atacar a la mochila llena de dinero de Rocky, el perro era más intimidante de lo que ella esperaba. “De verdad parecía estar fuera de sí. El dueño, un húngaro gigante, estaba deteniendo al perro, pero yo solo pensaba en si me iba a devorar en ese mismo instante”.
Detroit, en Hungría
La fotografía principal para No respires tuvo lugar durante siete semanas en Budapest (Hungría), haciendo las veces de Detroit. Después, la producción se trasladó a Michigan para rodar algunas de las escenas en exteriores. Álvarez y los principales jefes de departamento habían explorado con anterioridad los devastados barrios de la ciudad, recientemente en bancarrota, para encontrar la casa de ladrillos amarillos del Hombre Ciego.
Los solares vacíos y las casas en ruinas de Detroit añadieron un carácter único a la película. “Para una historia como esta, necesitábamos un lugar en una calle particular en un barrio particular”, dice Álvarez. “Normalmente se intenta encontrar una casa que dé miedo en una calle bonita, sin embargo, esto es todo lo contrario. La calle da miedo y esta es la única casa bien conservada que queda. Como todo el mundo se ha ido, una historia como esta podía ocurrir allí”.
El director de producción Naaman Marshall construyó en un plató en Budapest una réplica de la casa de Detroit, sus interiores y un jardín lateral, recreando el inhóspito paisaje urbano de la ciudad. El aspecto general de No respires está pensado para reflejar la paleta de colores y otras cualidades del barrio original. “Todos intentamos permanecer en sintonía hasta cierto punto en lo que respecta al vestuario, el diseño de producción y la iluminación. Tiene un tono muy tenue con ciertos momentos de explosiones de color”, señala Marshall.
La contribución de Marshall a No respires fue extraordinaria, afirma Álvarez. Desarrolló un plano poco convencional para la casa del Hombre Ciego, algo que ayudó a aumentar la confusión e intensificar el suspense del filme. “La oscuridad y la ceguera forman gran parte de lo que hace a esta película interesante”, señala Westerman. “Cuando Rocky, Alex y Money entran en esta casa, se sienten inmediatamente fuera de lugar. Nada está ubicado donde una persona vidente lo pondría”.
Previamente en preproducción, Álvarez, Marshall y el director de fotografía Pedro Luque planearon la acción dentro de la casa laberíntica utilizando un esquema hecho a mano y figuras que representaban a los cuatro personajes principales para supervisar la acción”.
“Naaman nos ayudó mucho a crear un espacio que representa la historia del hombre que vive allí”, dice el director. “Solo con caminar por los pasillos aprendes mucho sobre él. No tenemos que decirle nada a la audiencia. Las paredes hablan por sí solas”.
Luque también participó en Ataque de pánico, el distintivo corto de ciencia ficción por el que Álvarez despertó interés a nivel mundial y consiguió un acuerdo con Ghost House Pictures. La pareja ha creado una composición visual que hace que trabajar juntos sea fácil, dice el cinematógrafo. “Fede es muy inteligente y tiene muy buen ojo. Tiene muy claro lo que hace, pero también cree que trabajar con su equipo puede hacer que la película parezca más grande”.
En lugar de sumergir a la audiencia junto a los intrusos en la oscuridad de la casa –una elección que Álvarez creyó que sería demasiado obvia – él y Luque crearon fuentes de luz alternativas que le dieron al filme un brillo espeluznante. “Lo cierto es que introdujimos mucha luz para que los personajes se escondieran a plena vista en todo momento”, explica el director. “Es un aspecto muy diferente para un thriller y eso crea una tensión singular”.
Luque diseñó una iluminación basada en el aprovechamiento de la luz arrojada por fuentes de iluminación del entorno, como las luces de la calle o las luces de seguridad del exterior. “Intenté crear una gama de luz con distintos colores y texturas”, afirma. “Combina luz suave y fuerte, luz cálida y fría. Así que visualmente es una manera de intentar entretener la vista”.
El diseñador de vestuario Carlos Rosario recurrió a la moda urbana de Detroit como inspiración para el vestuario de Rocky, Alex y Money, dando a cada uno un look y un estilo singular. “Definitivamente la película es oscura e intrépida, y eso se refleja en el estilo personal de cada uno de estos personajes”, afirma. “Rocky es una chica muy segura de sí misma y también muy femenina, que da la impresión de ser muy vulnerable. Tiene un estilo un tanto ochentero, con un punto rockero. No tiene mucho dinero así que jugamos con ropa de segunda mano. Sin embargo, como ha estado robando en todas estas diferentes casas, a menudo tiene una o dos prendas que son un poco más caras”.
“Alex tiene un poco más de dinero”, continúa el diseñador. “Su ropa es mucho más clásica para reflejar lo introvertido que es. Es mucho más práctica y monocromática. Y Money quiere mezclarse con las pandillas callejeras. Su ropa es como su armadura, es su forma de decir ‘aquí estoy’”.
Los diseñadores fueron un poco más allá, comenta Álvarez, creando un aura de misterio y una intensidad que ayuda a definir la película. “Creo que los elementos visuales en esta película hablan por sí solos”, añade. “No tenemos que dar al público información mediante personajes que lo dicen todo en voz alta. Ya hemos creado una enorme cantidad de tensión a través de la estética de la película”.
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