„20.000 Bienenarten“ und „Der Messias“, große Gewinner der 29. Forqué Awards
La carrera hacia los Goya se va aclarando con la victoria de ‘20.000 especies de abejas’ de Estíbaliz Urresola en la categoría de Mejor Largometraje de Ficción en los 29 Premios Forqué. Mientras tanto, ‘La Mesías’ de Los Javis arrasa en el apartado de las series.
La ópera prima de Estibaliz Urresola, escrita por la directora y producida por Garuza Produkzioak, Inicia Films y Especies de Abejas con la colaboración de ETB, ICAA, Movistar Plus+ y RTVE, con sus galardones en Mejor Largometraje de Ficción y en Cine y Educación en Valores, se coronó en la 29ª edición de los Forqué, siendo esta la segunda ocasión en que la directora obtiene uno de estos galardones tras su victoria la pasada edición en la categoría de Mejor Cortometraje con Cuerdas: “El año pasado se hablaba mucho de un momento histórico con una cosecha impresionante. Creo que este año está pasando lo mismo y el que viene creo que pasará el siguiente. Esto nos coloca en un sitio q no era en el sitio de hace 30 años”. 20.000 especies de abejas, premiada como Mejor película en el Festival de Málaga y más nominada en los Goya con 15 candidaturas, aborda un tema poco explorado como la búsqueda de identidad de una niña transgénero durante su infancia, historia que también le ha valido a su joven actriz protagonista, Sofía Otero, el Oso de Plata la mejor interpretación en la Berlinale.
Por otro lado, la serie Der Messias, escrita y dirigida por Javier Ambrossi y Javier Calvo, y producida por Movistar Plus+, que aborda la reveladora experiencia de un hombre traumatizado por el fanatismo religioso al descubrir un grupo de música cristiana, no solo obtuvo el premio a Mejor Serie de Ficción, sino que se convirtió en el título con mayor número de reconocimientos de la noche al contar también con los galardones a Mejor Interpretación Masculina en Series para Roger Casamajor, quien recordó al recoger el trofeo al director Agustí Villaronga, fallecido este año, y Mejor Interpretación Femenina en Series para Lola Dueñas, quien agradeció “por encima de todo y con todo su corazón” a Los Javis “el haberle quitado el miedo a ser feliz” con este papel.
En el apartado actoral de largometrajes, Malena Alterio subió al escenario para recoger el reconocimiento a la Mejor Interpretación Femenina por su papel en la adaptación de la novela de Juan José Millás Que nadie duerma (Antonio Méndez Esparza, Que nadie duerma, Aquí y Allí Films, Wanda Visión, Avanpost Media, Amazon, RTVE, Telemadrid). El premio a Mejor Interpretación Masculina recayó sobre David Verdaguer por encarnar al humorista Eugenio en Saben Aquell (David Trueba, Ikiru Films, Atresmedia Cine, La Terraza Films, Atresmedia, Movistar Plus+, Televisió de Catalunya), un biopic sobre las luces y sombras en la agridulce vida del cómico: “A los cómicos y los humoristas, porque me parece un trabajo muy muy serio y a la gente que me hace reír la quiero más”, dedicó el artista tras alzar su trofeo.
Animación, documental, premio del público…
Entre las novedades de la gala, destacó la incorporación de un galardón al Mejor Largometraje de Animación como nuevo premio independiente, antes unido al trofeo a Mejor Largometraje de Ficción. La afortunada en esta categoría fue Roboterträume (Pablo Berger, Arcadia Motion Pictures, Lokiz Films, Noodles Production, Les Films du Worso, RTVE, Movistar Plus+, Canal+, Cine +), que, con este reconocimiento engrosa su palmarés de trofeos después de ser alabada en festivales internacionales del calado del Festival de Animación de Annecy, en el que obtuvo el premio a mejor película de la Sección Contrechamp.
De la misma manera, la inclusión de un nuevo Premio del Público respaldado por Cinesa se encargó de coronar como largometraje más aclamado por los asistentes a las salas de cine a CampeoneX (Javier Fesser, Morena Films, Películas Pendelton, Rey de Babi, RTVE, Movistar Plus+), secuela del éxito de taquilla que abordó con comedia y ternura la integración de personas con diversidad funcional en nuestra sociedad a través del deporte.
Juan Mariné, Un siglo de cine (María Luisa Pujol, Fundación Aula de Cine Colección Josep M. Queraltó, Enrique Cerezo P.C.), que aborda la vida y obra del histórico director de fotografía, se hizo con el trofeo a Mejor Largometraje Documental, mientras que el premio a Mejor Cortometraje correspondió a Aunque es de noche (Guillermo García López, Sintagma Films, Salon Indien Films, Les Valseurs Internacional).
En el apartado a Mejor Película Latinoamericana del Año, La Memoria Infinita (Micromundo, Fabula), el que ya es el documental más visto de la historia de Chile y trata sobre la convivencia de un matrimonio chileno en el que el marido padece un Alzheimer que amenaza con hacerle olvidar todo, se alzó con el galardón recogido por su directora Maite Alberdi, nominada tanto a los Forqué de la pasada edición como a los Oscar por su documental El agente topo.
Medalla de Oro a Eduardo Campoy
Como ya es tradición, Enrique Cerezo, presidente de EGEDA, otorgó el reconocimiento de la Medalla de Oro al productor cinematográfico Eduardo Campoy, resaltando el papel fundamental del mismo en la historia reciente del cine español, haciendo realidad ficciones como La teta y la luna (José Juan Bigas Luna, 1992), El amante bilingüe (Vicente Aranda, 1993), El perro del hortelano (Pilar Miró, 1996), La niña de tus ojos (Fernando Trueba, 1998), Los novios búlgaros (Eloy de la Iglesia, 2002), o Un franco, 14 pesetas (Carlos Iglesias, 2006).
Además de su labor como reconocido productor galardonado internacionalmente y su prolífica cosecha audiovisual con 96 largometrajes y más de 500 capítulos de series, Enrique Cerezo recordó su incursión como director para la gran pantalla y, muy especialmente, su firme defensa de los derechos de los productores audiovisuales a través de distintas entidades: “Es obligado destacar su gran papel defendiendo la figura del productor durante su presidencia de FAPAE, y en cargos muy relevantes en la Academia de Cine, el ICEX y asociaciones, dando voz al productor, columna vertebral de nuestro sector”.
Emocionado, Eduardo Campoy hizo especial énfasis en el papel silencioso pero fundamental del productor, a cuya figura, además de a su mujer y sus hijos, quiso dedicar el reconocimiento: “Hoy me quiero acordar de los “muchos” productores que no son premiados ni nominados, que son la gran mayoría. Pues ellos han puesto el mismo entusiasmo, la misma pasión y el mismo esfuerzo en hacer sus películas y no tienen un reconocimiento público, y lo deberían de tener”.
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