Setmàgic Audiovisual en coproducción con TV3 ruedan una tv movie sobre Miró
Miró, una producción de SetMàgic Audiovisual en coproducción con TV3 que cuenta con la participación de IB3 y el apoyo del ICEC, es la historia del genial creador Joan Miró.
El mítico Bar Marsella de la calle Sant Pau en Barcelona se ha convertido durante unos días en París, y en punto de encuentro de los artistas del surrealismo de la ciudad de la luz. Éste es uno de los escenarios del rodaje de Miró. En medio de un ambiente ruidoso y lleno del humo de tabaco al que ya no estamos acostumbrados, en esta secuencia, se ve cómo Miró entra a toda prisa sorteando a las personas del bar y llega a una mesa en la que están sentados André Breton, André Masson , Ernest Hemingway, Tristan Tzara y Dora Bianka. Allí soltará una de esas frases que no se olvidan: “Sólo tengo un propósito… ¡Asesinar la pintura!”
“Miró” recrea la historia de un joven discreto, silencioso y tenaz que tuvo que emigrar de una Barcelona gris y conservadora en un París en plena efervescencia cultural para darse a conocer, en un período convulso y lleno de guerras. Un joven que dedicó su vida a buscar un sitio donde poder expresarse con su arte.
Con la dirección de Oriol Ferrer (Canción para ti, Descalzo sobre la tierra roja), Miró está protagonizado por Edu Lloveras, Pau Roca, Aida Folch y Òscar Rabadan, entre otros. Se sabe muchas cosas del Dalí y del Picasso persona, pero en cambio la persona de Miró ha quedado oculta en gran parte de la sociedad.
Ferrer comenta que “justo cuando llega a París, Miró conoce a Picasso y éste la apadrina y lo introduce en el mundo artístico y de la sociedad parisina. Entre los movimientos están Breton, Aragón… pero también Hemingway, Tristan Tzara..”
“Él venía de Barcelona, una ciudad clásica con muchas raíces en el novecentismo catalán. Era uno de los pocos pintores transgresores y tras el fracaso de la exposición en la galería Dalmau, donde sólo vendió una obra, decidió descubrir París, en ese momento la capital del mundo”, añade.
“Miró era un hombre tímido, al que no le gustaba exponerse, un trabajador incansable, muy sensible, ultrasensible… Miró siempre se escondió de las cámaras. Su camino fue hacia adentro, hacia la naturaleza… “, continúa Ferrer. “Hacer Miró es un reto de dimensiones enormes, sobre todo por el respeto que me merece un artista de esta magnitud. Queremos entrar en la esencia de un gran artista desde la admiración ya través de las emociones. Miró no es un tratado de su técnica, busca la emoción que le movía a expresarse”.
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