Las lentes Cooke S7/i Full Frame Plus capturan el misterio de ‘El desorden que dejas’
Las lentes del fabricante inglés permiten crear un escenario mágico que juega con la niebla, la humedad, la piedra y los contrastes del escenario en los que se desarrolla la serie.
Carlos Montero, showrunner de Elite ha vuelto a dar a Netflix un nuevo éxito con el estreno de la miniserie de ocho episodios El desorden que dejas. Para este proyecto contó con el director de fotografía Isaac Vila, quien tras haber filmado sus dos últimas películas con lentes Cooke S7/i Full Frame Plus, volvió a confiar en el fabricante británico para este ambicioso proyecto.
Al pensar en la fotografía de El desorden que dejas, Vila sabía que la gama de lentes S7/i Full Frame Plus le permitiría lograr una imagen nítida, sutil y suave para crear un escenario mágico al jugar con la niebla, la humedad, la piedra y los contrastes del escenario en los que se desarrolla la serie.
La historia sigue a Raquel, una profesora de literatura que sustituye a una compañera en un instituto de un pequeño pueblo del interior de Galicia. Pronto descubre que su predecesora, Viruca, se suicidó. Pero, a medida que Raquel se involucra más con los que la conocían, la verdad sobre su muerte se vuelve más turbia.
La mini-serie ha sido dirigida por tres directores: Carlos Montero (episodios 1 y 2), Silvia Quer (episodios 3, 4 y 5) y Roger Gual (episodios 6, 7 y 8) y rodada por Isaac Vila (episodios 1,2,6,7,8) y David Valldepérez (episodios 3,4 y 5), ambos cineastas utilizando los mismos equipos de cámara.
Vila describe el desafío como doble. “Por un lado, el guion y el reparto (con las actrices españolas Inma Cuesta y Bárbara Lennie) pedían primeros planos que siguieran a los personajes durante todo el proceso. Por otro lado, toda la serie se rodaría en diferentes localizaciones, incluyendo edificios pequeños y estrechos en ciudades más pequeñas, lo que requería un pequeño equipo”, comenta Vila. “Para superar ambos aspectos, decidimos utilizar dos juegos de cámaras para capturar las diferentes tomas de los diálogos y luego requerimos una pequeña estructura en el extremo del equipo para poder tener dos cámaras que encajen en las tomas pequeñas e íntimas, recurriendo a la Alexa Mini LF para ambos equipos”.
Estética y paisaje
La estética y el paisaje, determinaron la elección de las lentes. “El objetivo era lograr una imagen consistente, suave y natural que ayudara a dar vida al paisaje, lo que inspiró inmediatamente el Cooke Look”, describe Vila. “Las lentes jugaron un papel crucial al transformar el paisaje en un personaje en sí mismo. Por ejemplo, una de las tomas más icónicas de la serie, que también destaca el papel que desempeñaron las lentes, proviene de una escena filmada en un baño termal natural en Ourense. El agua caliente que venía de la montaña y que atravesaba las piedras creaba un vapor que, combinado con las perfectas condiciones climáticas y los bordes suaves de las lentes, creaba un escenario casi mágico y onírico, que contribuía al misterio de la escena”.
El rodaje en el instituto fue otro punto culminante para Vila. “Carlos Montero siempre había imaginado que las escenas de su novela tendrían lugar en el instituto de su infancia, aunque al describir las localizaciones que quería, siempre optó por un aspecto más moderno e insistió en que su instituto no sería una opción. Sin embargo, un día nos preguntamos por el pueblo donde se crió y le sugerimos una visita a su instituto. El lugar era hermoso, con maravillosas arcadas, dos hermosos claustros, un jardín interior… era perfecto. Me di cuenta de que Carlos había disfrutado de la visita y pudo ver la historia que se desarrollaba en su escuela, tal y como la había imaginado. Hablando con el director de Arte, Carlos Bodelón, conseguimos entonces romper con el aspecto antiguo con algunas decoraciones modernas, creando un contraste que se ve perfecto en la cámara”.
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