‘El Reino’ se impone, con permiso de ‘Campeones’, en unos Premios Goya muy repartidos

La 33ª edición de los Premios Goya resulta en un mano a mano entre las películas ‘El Reino’, de Rodrigo Sorogoyen, que obtiene siete estatuillas, incluida la de Mejor Dirección, y ‘Campeones’, de Javier Fesser, que, según los académicos resultó ser la Mejor Película del año.

La gala de los Premios Goya de 2019 resultó un mano a mano entre las películas El Reino de Rodrigo Sorogoyen, que obtuvo siete estatuillas, incluida la de Mejor Dirección, y Campeones, de Javier Fesser, que, según la Akademie des Abendessens resultó ser la Mejor Película del año. Si Sorogoyen recogía el premio de manos de Isabel Coixet, eran Pedro Almodóvar y algunas de sus mujeres al borde de un ataque de nervios los que entregaban a Campeones el Goya a un Javier Fesser que consideraba su historia “tremendamente útil para visibilizar e integrar a las personas con capacidades diferentes”. Campeones consiguió tres galardones.

En su trigésimo tercer cumpleaños los Premios Goya cambiaron de escenario para su gran celebración, que este año se trasladó al Palacio de Congresos y Exposiciones y de Sevilla para ofrecer un espectáculo televisivo que tuvo como buenos propósitos sorprender, divertir y emocionar en la noche de gala del cine español. A ello contribuyeron Rosalía, fenómeno musical del último año, el trío formado por Rozalén, Amaia Romero y Judit Neddermann, y el pianista James Rhodes. Las mujeres fueron protagonistas sobre el escenario y en los discursos.

Como maestros de ceremonia actuaron Silvia Abril y Andreu Buenafuente, para quien fue su tercera vez como presentador de los Goya. Ambos fueron los conductores de un show dirigido por David Lillo, Enric Cambray y el propio Buenafuente, con la producción ejecutiva de Ana Amigo y la realización de José María Sánchez Chiquito. El dúo humorístico Abril-Buenafuente arrancó la gala protagonizando su propio corto de acción sobre el resultado de una imaginaria “gala catastrófica”, trufado de primeras figuras del cine español y con las calles de Híspalis como plató. A lo largo de la gala “real” ofrecieron lo que se esperaba de ellos: simpatía, guiños de humor político y desenvoltura. No falto incluso que se rieran de ellos mismos.

El Palacio de Congresos de Sevilla palpitó al unísono de emoción en el momento del homenaje a Narciso Ibáñez Serrador, Goya de Honor 2019. Belén Rueda y Manuela Velasco dieron paso a una recopilación del cine de terror y suspense más reciente para destacar la aportación del creador homenajeado a este género.

Varios de los directores españoles más taquilleros y de mayor proyección internacional como J.J. Bayona, Alejandro Amenábar, Rodrigo Cortés, Nacho Vigalondo o Álex de la Iglesia dieron testimonio de cómo Narciso Ibáñez Serrador, con tan solo dos películas para la pantalla grande (La Residencia j Quién puede matar a un niño), pero con una inmensa producción televisiva, fue un pionero y un gran maestro en el género. El homenaje siguió con un audiovisual sobre sus producciones y el reconocimiento a un profesional meticuloso y exigente, al que se le entregó el Goya el pasado 12 de enero en un acto en Madrid. El público del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla respondió con un aplauso cálido y cerrado.

Las mejores interpretaciones

Antonio de la Torre se alzó con el Goya al Mejor Actor Protagonista por El Reino. Al recogerlo, el actor malagueño dijo que “este premio se queda en tierra andaluza, un pueblo multicultural que abraza al que viene de fuera. Quiero compartir el premio con las mujeres de esta tierra que supieron convertir en comedia situaciones difíciles”.

Der Goya zum Mejor Actriz Protagonista fue para Susi Sánchez por La enfermedad del domingo, en la que da vida a una madre muy fría. En su agradecimiento tuvo en cuenta al director, Ramón Salazar, que ha sabido urdir “una joya sinfónica, una película difícil, llena de belleza amor y esperanza. El regalo más grande de mi trayectoria”.

Javier Fesser, con su equipo de Champions, entregó el Goya a la Mejor Actriz de Reparto a Carolina Yuste de la película Carmen y Lola. En su intervención destacó el trabajo de un equipo formado fundamentalmente por mujeres. El Goya al Mejor Actor de Reparto fue para Luis Zahera por El Reino, la vencedora de la noche.

Der Goya zum Mejor Actriz Revelación llegó precedido de una reivindicación para romper la brecha salarial y recayó en la murciana Eva Llorac von Quién te cantará. La intérprete pidió a todas las mujeres nominadas que se pusieran en pie para compartir el premio con ellas.

Jesús Vidal obtuvo el Goya al Mejor Actor Revelación por Champions, un filólogo y cinéfilo empedernido con discapacidad visual que con su primer papel ha conseguido la máxima gloria del cine español. Vidal agradeció ese reconocimiento a las “personas con discapacidad” y dedicó el mismo a sus compañeros de reparto, cuyas reacciones pudimos seguir gracias a una acertada realización de los responsables de la gala. También tuvo palabras de agradecimiento para el director, Javier Fesser y para su familia en una de las alocuciones más emotivas e inclusivas de la noche.

Er Goya a la Mejor Dirección novel fue para Arantxa Echevarría por Carmen y Lola, una historia de amor entre dos mujeres jóvenes gitanas. La directora pidió más apoyo para las mujeres en el cine y declaró que “una sociedad se mide por el sitio que la mujer ocupa en ella. Hay que pensar si España es madura”. También invitó a los que no creen en los derechos de las minorías a que vayan a ver su película.

Goyas técnicos y artísticos

El premio a la Dirección de Fotografía fue recogido por Josu Incháustegui al que se reconoció su trabajo en La sombra de la Ley, película que se inicia con un plano secuencia magistral por su luz y desarrollo. El Goya a la Mejor Dirección Artística tuvo como destinatario a Juan Pedro de Gaspar por La sombra de la ley, una historia ambientada en la Barcelona de los años veinte del siglo pasado.

Berto Romero y David Broncano entregaron el Goya a los Efectos Especiales, haciendo gala de una levitación efectista y humorística con caída de sobre del ganador incluida y lectura de la papeleta finalmente por José Coronado. Recayó en Lluís Rivera y Laura Pedro por Súper López. Ambos lo compartieron con los profesionales que trabajan en el sector.

El Goya al Mejor Sonido fue para Roberto Fernández y Alfonso Raposo por El Reino, a los que reconocieron un sonido en directo envidiable. El Goya al Mejor Montaje también fue para El Reino, en este caso para Alberto del Campo, que lo agradeció a su familia y compañeros montadores.

El Goya al Mejor Diseño de Vestuario recayó en Clara Bilbao por La sombra de la ley. La premiada dedicó el premio “a los técnicos de vestuario del cine, que contribuyen a que el cine sea tan brillante en nuestro país. La gente del Museo del Traje ha sido una ayuda fundamental en este proyecto”.

Sylvie Imbert, Amparo Sánchez y Pablo Perona se llevaron el Goya al Mejor Maquillaje y Peluquería por El hombre que mató a Don Quijote, que fue un reto porque significaba crear un mundo onírico indeterminado. La misma película fue reconocida como Mejor Dirección de Producción, a cargo de Youshaf Boukari, quien tuvo un recuerdo a los desaparecidos Reyes Abades e Ivonne Blake. La película se empezó a rodar por primera vez hace 17 años.

Música y acción

En el ámbito musical, el Goya a la Mejor Canción Original fue para Este es el momento de Champions, compuesta e interpretada por Coque Malla. El artista declaró que “después de tantos años en la música es curioso que el primer premio notable venga de los cómicos viniendo yo de familia de cómicos”.

Der Goya zum Mejor Música Original fue para Olivier Arson por El Reino. Se trata de un compendio de música electrónica y efectos sonoros de este compositor que ha puesto música a todas las películas de Sorogoyen.

Cortos, animación y documental

A ritmo de la tuna y una batukada, el ex ministro Máxim Huerta, que advirtió sobre su intervención que sería “breve”, entregó el Goya al Mejor Cortometraje de Ficción a Schweinchen, dirigido por Carlota Pereda.

El Goya al Mejor Cortometraje Documental fue para Gaza, dirigido por Carles Bover Martínez y Julio Pérez del Campo. Narra la realidad de un conflicto que a veces queda olvidado en los medios. Los creadores destacaron que “a pesar de los intentos de censura, el trabajo está aquí y lo dedicamos a todas las personas que han mantenido viva la lucha del pueblo palestino”.

El Goya al mejor Cortometraje de Animación llegó a Cazatalentos, dirigido por el almeriense José Herrera. El Goya a la Mejor Película de Animación fue para Un día más con vida, geleitet von Raúl de la Fuente y Damián Nenow. Se trata de una pieza presentada en el festival de Cannes, cargada de épica. Los productores agradecieron el premio a todas las instituciones que la han hecho posible.

El silencio de los otros, geleitet von Almudena Carracedo y Robert Bahar, obtuvo el Goya a la Mejor Película Documental y sus autores la quisieron “compartir con los protagonistas de la película y las miles de víctimas de la dictadura franquista, así como a las personas que luchan día a día por su derecho a la justicia y la verdad”.

Historias personales

La mejor película iberoamericana ha sido considerada Roma, von Alfonso Cuarón, una de las grandes favoritas de los Oscar. Esta producción gracias a Netflix ha llegado al mundo entero. Por otra parte, La historia de amor y desamor de Cold War, del Reino Unido, se llevó El Goya para la Mejor Película Europea.

El premio al Mejor Guión Original fue a parar a las manos de Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen por El Reino, un retrato de la corrupción política en España, que comenzó a preparase en 2015, en pleno estallido de casos.

El Goya al Mejor Guion Adaptado fue para Álvaro Brechner por La noche de 12 años, un drama sobre los presos de la dictadura uruguaya. Brechner lo dedicó “a los héroes de espíritu quijotesco que superaron ese periodo negro y a esta España que me acogió hace veinte años”.

Siro Jiménez de Alcázar

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