El cine llora la pérdida de Josep Maixenchs, fundador de la ESCAC
Nacido en Terrassa en 1943 fundó la ESCAC en 1994 creando los primeros estudios oficiales universitarios en cine y audiovisual del país.
En pleno Salón Profesional de la Tecnología Audiovisual, BIT Audiovisual 2018, se ha conocido el fallecimiento de Josep Maixenchs, fundador de la Escola Superior de cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC).
Nacido en Terrassa en 1943 fundó la ESCAC en 1994 creando los primeros estudios oficiales universitarios en cine y audiovisual del país.
En estos casi 25 años de su fundación, en la ESCAC se han formado cerca de 6.000 alumnos de 23 nacionalidades, constituyendo una nueva generación de cineastas en la que se incluyen Juan Antonio Bayona, Javier Ruiz Caldera, Mar Coll, Elena Trapé, Nely Reguera, Oriol Tarragó, Kike Maíllo, entre muchos otros.
A lo largo de su carerra, Maixenchs ha sido distinguido con decenas de premios de entre los que destacan el Premio González-Sinde de la Academia de las Artes y Cinecias Cinematográficas de España (2005), la María de Honor Honorífica del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya- Sitges (2010), la Creu de Sant Jordi (2012), el Premi Nacional de Cultura de la Generalitat de Catalunya (2015), así como la medalla de oro de las ciudades de Terrassa y de Barcelona.
El legado de Josep Maixenchs se ha basado en la creación, a través de la ESCAC, de una nueva generación de cineastas y, sobretodo en la consolidación de una comunidad profesional y humana que siempre le recordará.
Guillem Morales recuerda que “él fue capaz de reunir a un grupo de gente joven qu e tenían otro sueño: hacer películas.Y juntos seguimos soñando, juntos, hasta que la escuela de cine fue una realidad.
Gracias Josep, por dejarnos compartir tus sueños y por hacer realidad los nuestros. Te debemos todo lo que somos”.
Seinerseits Jaume Ripoll, destaca que “Josep fue un visionario, un hombre de infinita generosidad y un profesor con la extraña habilidad de aprender de sus alumnos. Tuve el honor de disfrutar de su sabiduría, de la gestión administrativa, las tensiones políticas y el amor por el cine. En ESCAC se han formado gran parte de los mejores profesionales del cine de este país y hoy, con tristeza, pero también con la media sonrisa que gustaba lucir a Josep, despedimos al hombre que lo puso todo en marcha. Honrar su legado y vivir la vida como la vivió él, con trabajo, ambición, pero también con una maravillosa capacidad para disfrutar, es la mayor lección que debemos recordar. Espero que nuestro cine le rinda el tributo que merece”.
Juan Antonio Bayona subraya que “Maixenchs era un hombre incansable, entusiasta, un visionario que luchó por oficializar la enseñanza cinematográfica cuando nadie creía en ella. Cuando lo consiguió, dedicó su vida a formar generaciones enteras de profesionales de cine. Los que finalmente conseguimos abrirnos un camino en la profesión estaremos eternamente agradecidos a tanta generosidad”.
Kike Maíllo admite que cree “firmemente en la idea de herencia. Me gusta pensar que hay decenas de miles de personas que han cambiado tu vida con sus decisiones. Gente soñadora cuyos anhelos, hallazgos o espíritu han hecho que tu calidad de vida sea marcadamente distinta. Sea mejor. Normalmente a esas gentes no tienes la suerte de conocerlas pero ese no es el caso de Josep Maixenchs. A él sí lo conocí, y mucho.Su sueño, el de crear una ‘carrera de cine’, a mi me cambió la vida. La puso, literalmente, patas arriba. Y me hizo, seguramente, un poco más libre. Yo andaba perdido y desilusionado en otra carrera y saber que algo así iba a nacer, enterarme que ser director de cine, montador o fotógrafo iba a poder estudiarse en la Universidad, me hizo replanteármelo todo. No sé dónde estaría yo si no hubiese sido por ese sueño inspirador o qué lejos o cerca estaría de ser la persona que soy ahora. Pero me gusta pensar que mujeres y hombres con la voluntad de Maichenchs son las que nos inspiran a seguir transformando las cosas a mejor y haciendo a los demás un poco más libres. Josep, moltes mercés de tot cor. Bon viatge”.
Oriol Tarragó ha calificado a Maixenchs como “visionario, gran entusiasta de espíritu vivo, luchador y amante del cine. Personalmente, lo considero responsable directo de mi carrera profesional y de la de muchos otros. Gracias a él, hoy el cine es realidad de la manera en que lo entendemos. Descansa Josep. El espíritu sigue”.
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