Optimismo en la gala de finalistas de los Goya

Coincidiendo con el buen momento que está viviendo el cine español, en cuanto a taquilla y crítica, y como antesala de lo que será la entrega de los XXIV Premios Goya, la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid en la madrileña Puerta del Sol ha sido un año más el escenario para que se reúnan todos los finalistas a estos galardones.

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid y consejero de Cultura, Ignacio González, y el presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, Álex de la Iglesia, han recibido esta mañana al centenar de profesionales nominados en la XXIV edición de los Premios Goya. Este año en la Real Casa de Correos, sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid en la madrileña Puerta del Sol, se respiraba un ambiente especialmente optimista por los buenos resultados que está cosechando el cine español tanto en taquilla como por parte de la crítica.

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid tras dar la bienvenida a todos los finalistas, ha querido destacar el apoyo del gobierno regional plasmado en proyectos como Dime que no, de Mateo Gil; La Tama, de Martín Costa; Lala, de Esteban Crespo; Terapia, de Nuria Verde, y Doppelgänger, de Óscar de Julián.

Por su parte, en un discurso emotivo y cargado de fuerza, Álex de la Iglesia, ha destacado que “la cosecha de 2010 es, a mi parecer, una de las mejores en muchos años. Hay películas de mucho presupuesto, espectaculares, increíblemente bien realizadas, inteligentes y entretetindas…, hay películas de bajo coste, entretenidas, increíblemente bien realizadas, muy inteligentes, y maravillosamente interpretadas, tiernas, fulces, emocionantes… hay películas dirigidas por perros viejos y por jóvenes directores con una fuerza inesperada refrescando el ambiente siempre cargado. Por eso puedo decir que estoy bien orgulloso de estar aquí compartiendo esta alegría con vosotros, por que sóis mi familia”.

El presidente de la Academia, que ha admitido sentir una sensación de compañerismo más fuerte que nunca, reconoció sentirse afortunado “porque vivimos una de las profesiones más bellas que existen, con sus problemas, sus enemigos, sus tensiones y sus envidias, como todas”.

En referencia a los problemas económicos y financieros que ha atravesado la industria en los últimos meses, ha admitido que “nos crecemos en la adversidad. En nuestra profesión se trabaja siempre, estamos acostumbrados a eso, los problemas no nos dan miedo, los solucionaremos. Demostraremos día a día a nuestros espectadores que estamos cumpliendo con nuestro trabajo y que el año que viene será mucho mejor”.

Y es que como ha reconocido De la Iglesia, el cine es necesario más que nunca porque “la realidad necesita de imaginación para que no decepciones”.

Foto de familia

Para la foto de familia, Álex de la Iglesia e Ignacio González se han hecho acompañar de todos los finalistas presentes ocupando un lugar destacado el equipo de Zelle 211 con Luis Tosar, Daniel Monzón, Juan Gordon, Enma Lustres, Fernando Bovaria, Alvaro Augustín como representantes. Celda 211 es la cinta revelación de la temporada, con cerca de diez millones de euros recaudados y un total de dieciséis nominaciones a Goya. La película compite en la categoría a mejor película con Ágora de Alejandro Amenábar (con trece nominaciones), El baile de la victoria, de Fernando Trueba y El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella.

Mariela Besuievsky, Gerardo Herrero, Lola Dueñas o Jordi Mollá han sido otros de los protagonistas en esta foto de familia. Entre las ausencias de esta ceremonia, destacan gran parte del equipo de Ágora, con Alejandro Amenábar al frente, Fernando Trueba, o los cinco candidatos por Los abrazos rotos de Pedro Almodóvar, que no ha sido nominado como mejor director ni como mejor película.

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