Mikel Navarro consigue el Goya a la Mejor Dirección Artística y, sin salir de Euskadi, recrear una misteriosa Europa

Para Serrano “Handia es una obra de arte, una producción hecha con mucho mimo por parte de sus directores”.

La noche de los Goya fue la noche del cine vasco, la noche de Handia, que entre los premios cosechados consiguió el de Mejor Dirección Artística, cuyo responsable es el navarro Mikel Serrano. Para Serrano “Handia es una obra de arte, una producción hecha con mucho mimo por parte de sus directores. que siempre tuvieron claro lo que querían y así nos lo transmitieron. Está claro que el trabajo salió redondo”.

La ambientación de la película traslada al espectador a una Europa del siglo XIX llena de brumas y lluvias, y ello se consiguió rodando únicamente en Euskadi. Los escenarios naturales, fruto de un excelente trabajo de localización, se complementaron con tres sets de grabación.

Para Serrano, el haber logrado esa atmósfera tan especial con medios limitados ha supuesto un auténtico reto en el que intervinieron muchas personas, que ya formaron parte del equipo de la película Loreak, rodada hace cuatro años.

El resultado es una atmósfera de cuento infantil, misterioso y sagrado que envuelve cada secuencia de la cinta a la que contribuye una sutil y admirable fotografía, también reconocida por los académicos con un Goya.

Mikel Serrano, al recoger el premio, agradeció en euskera a la academia el premio y terminó recordando a su marido. El galardonado dio las gracias a los directores de la película y a todos los artistas que participaron en ella y que “dieron el 200%”.

A este galardón también optaban Alain Bainée por Abracadabra, Llorenc Miquel por La Librería y Javier Fernández por Oro.

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