Netflix se vuelca por completo en el modelo cloud
Netflix es una de las primeras empresas tecnologías que migran todo su IT a la cloud pública permitiéndole escalar arquitecturas horizontalmente, y planificar recursos como hardware, almacenamiento y red casi instantáneamente. Robert Assink, director general de Interxion España, aborda en esta Tribuna el papel del centro de datos en este nuevo ecosistema.
A finales del verano pasado, Netflix cerró su último centro de datos, convirtiéndose en una de las primeras empresas tecnológicas en migrar todo su IT a la cloud pública. Cuando realizó este anuncio, Netflix comentó que sería “totalmente dependiente” de la nube pública de Amazon Web Services (AWS), tanto para sus servicios digitales como para su infraestructura IT.
¿Fue una sorpresa? No del todo. Esta migración tiene todo el sentido para Netflix. En una entrada del blog corporativo en 2010, la compañía resumió las razones para migrar su infraestructura a un entorno de cloud pública: “Los entornos cloud son ideales para escalar arquitecturas horizontalmente. No tenemos que predecir con meses de antelación cuáles van a ser nuestras necesidades de hardware, almacenamiento y red, ya que podemos acceder de manera planificada a estos recursos en AWS casi instantáneamente”.
El servicio de AWS que ofrece flexibilidad y escalabilidad es esencial para una empresa internacional como Netflix, especialmente si se tiene en cuenta el ratio de crecimiento de la compañía. Sólo en el primer trimestre de 2015 consiguió más de 4,9 millones de nuevos suscriptores. Con una audiencia global que crece y contrata experiencia de vídeo bajo demanda, normalmente con picos de audiencia en torno a las 6-11 horas de la tarde-noche, Netflix tiene que enfrentarse a un importante desafío de tráfico. Además, si se tiene en cuenta el hecho de que debido a las diferentes zonas horarias hay períodos fluctuantes de picos de visualización a lo largo de los diferentes países, se entiende por qué las aplicaciones han sido diseñadas para ejecutarse en la nube pública.
Gestionando los picos de demanda
Para Netflix es fundamental estar preparados para atender los picos de consumo masivo que se producen en el lanzamiento de una nueva temporada de cualquiera de sus populares series. En el caso de House of Cards, el dos por ciento de todos los suscriptores de Netflix vieron los 13 episodios de la segunda temporada en el mismo fin de semana de su lanzamiento. Como esta tendencia al “atracón” de series se está convirtiendo en parte importante de nuestra cultura, tener una infraestructura flexible y escalable coloca a Netflix en una posición ventajosa para solucionar la demanda concurrente de sus clientes. Este modelo de cloud pública permite escalar los recursos de acuerdo a las zonas horarias, desplazando la capacidad desde Europa hacia la Costa Este y Oeste, siguiendo los husos horarios.
Pero la entrega de contenido es sólo una parte del negocio de Netflix, también gestiona una enorme plataforma de análisis que contribuye en la definición de la estrategia de la compañía. A través de esta plataforma, Netflix tiene acceso a datos de preferencias de usuarios y a sus comportamientos, permitiendo a la compañía tomar decisiones fundamentadas sobre en qué géneros invertir en el futuro, algo que los canales de televisión no tienen ni por asomo en la misma extensión.
Esta relación tan directa que los usuarios tienen con el contenido transmitido por Netflix es lo que posibilita a la compañía ofrecer el contenido más apropiado para su público en el futuro. Al gestionar esta plataforma analítica usando software en modo cloud, la empresa puede analizar rápida y fácilmente los datos e impulsar el negocio.
El uso de la nube pública es clave en sus operaciones, pero también contar con la tecnología y el hardware necesarios cerca del usuario final para asegurar la calidad de la experiencia. Netflix ha invertido una gran cantidad de recursos en su CDN (Content Delivery Network) tanto en tecnología como en expertise para asegurar que los clientes consiguen la mejor experiencia de streaming posible.
Para optimizar esta experiencia, el CDN tiene que estar lo más cerca posible de los puntos de intercambio de tráfico y de los principales ISP en centros de datos neutrales al mismo tiempo que se actualiza el contenido en la nube.
Un diseño para el futuro
Netflix necesita una infraestructura que soporte la distribución de contenido, así como la analítica del negocio, que es lo que hace a esta empresa tan exitosa; y una infraestructura en modo cloud ofrece justo eso.
El enfoque de Netflix “todo en uno” para sus servicios de streaming no es seguido por la mayoría de compañías de medios digitales, que aún albergan dudas a la hora de depender totalmente del cloud.
La sensación es que la mayoría de las compañías optarán por seguir un camino híbrido que les permite obtener beneficios de lo “mejor de ambos mundos”, un equilibrio entre sus instalaciones y servicios de cloud privada y pública. De hecho, Gartner predijo recientemente que en los próximos dos a cinco años se generalizará el modelo de tecnología híbrida.
Independientemente del formato en que se entrega el servicio, sea cloud público o privado, el centro de datos es el corazón del mundo online. Incluso empresas de tecnología tan grandes como Google o Microsoft tienen que utilizar múltiples centros de datos (tanto propios como de terceros) para entregar servicios a sus clientes. Hoy en día, el usuario no percibe la relevancia que la infraestructura de los centros de datos tiene en su vida cotidiana. Sin embargo, en los próximos años los usuarios serán cada vez más dependientes de estos centros para sus necesidades online. A medida que los usuarios se vuelvan más exigentes, las compañías de entretenimiento tendrán que considerar cuidadosamente dónde colocar su infraestructura para entregar un servicio de calidad.
Robert Assink
Director general de Interxion España
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