حول إدارة أصول الوسائط
Hace tiempo que venimos escuchando esta expresión que incluso familiarmente llegamos a llamar MAM, pero realmente ¿qué es Media Asset Management? Pablo de la Peña, consultor de ingeniería Broadcast y experto en entornos de gestión de media hace una radiografía en esta Tribuna de este complejo universo.
Si nos ceñimos a la traducción literal de la expresión Media Asset Management y teniendo en cuenta su ámbito de aplicación dentro los medios de comunicación, tenemos que hacer una abstracción para llegar a un significado con sentido pleno de la misma, viniendo a ser éste algo así como: “Gestión de Contenidos”.
Realmente no hemos descubierto nada que no se lleve haciendo hace ya décadas, pero lo que sí es cierto, es que la evolución del control de gestión de contenidos ha sido espectacular desde que los sistemas de información han ido demostrando la gran versatilidad y capacidad de simplificar procesos de trabajo que hace solamente unos pocos años parecía impensable que pudieran asumir.
Ahora bien, si bien actualmente existen infinidad de soluciones MAM, realmente cuando decimos esto ¿a qué nos estamos refiriendo?
En el ámbito broadcast se necesitan herramientas de gestión de contenidos para los distintos extremos/áreas de la cadena de producción de contenidos: preparación de noticias, grabación de eventos, preparación de piezas para programas, recepción de información externa, ingesta de contenidos y Control de Calidad, documentación y Archivado, doblaje y Subtitulado, reparación publicidad, preparación programas, gestión de derechos, pases, administración y Control de Gestión, parrillas de programación, escaletas de emisión, publicación contenidos en IT multiplataforma (OTT, Web, IPTV,…)
En todas estas áreas y actividades es preciso realizar en mayor o menor medida gestión de contenidos o, para ser más precisos, efectuar una parte de la gestión del denominador común, que son los propios contenidos audiovisuales en sí. Es por ello que la definición de MAM o Gestión de Contenidos se torna en una expresión algo difusa y más bien confusa, ya que la utilización del término se puede efectuar con propiedad en cualquier parte individual del ciclo de vida y de utilización de los contenidos Audiovisuales y la suma de todos seguiría siendo igualmente un MAM.
A día de hoy podemos encontrar en el mercado un amplio abanico de soluciones MAM, que habitualmente, de forma modular, pueden llegar a tener cubiertas de forma integral todas las áreas de negocio anteriormente descritas. Estos Sistemas de Gestión de Contenidos que cubren toda esta variedad de flujos de trabajo, suelen corresponderse a grandes empresas de producción y emisión de contenidos y normalmente para su implementación se requieren unas fuertes sumas de inversión. Pero existen también muchas empresas que no tienen tal complejidad de flujos de trabajo a cubrir pero que necesitan organizar y gestionar sus contenidos audiovisuales con unos costes acordes a su actividad. Para estas empresas, existen también soluciones de gran escalabilidad y bajo coste que se pueden acomodar a sus necesidades productivas.
Para una empresa que vaya a comenzar su actividad y por tanto no tenga “Historia”, la recomendación sería que desde el mismo arranque de su actividad, cuente con un sistema del mercado que cubra sino todas, una parte importante de los flujos de trabajo de sus áreas de producción y que no intente personalizar el aplicativo de tal forma que lo convierta en un sistema difícil de mantener y evolucionar.
Replanteando workflows
Para las empresas con varios años de existencia, no es tan sencillo llegar a tener un sistema con una alta integración de procesos y, cuanto más grande es la empresa, más complicado resulta. La siguiente pregunta que deben de hacerse las empresas que no tienen la suerte de poder empezar desde cero es ¿En qué situación está el MAM de mi empresa? Es decir, hacer un ejercicio de análisis para ver en qué condiciones se encuentra cada una de las áreas con respecto de las demás y si pueden haber sinergias y puntos de mejora en la fluidez de los flujos de información. No es tan importante obsesionarse con la integración de áreas como ir dando aquellos pasos que lleven a la integración gradual de las mismas, pero siempre y cuando se haya demostrando previamente la eficacia y eficiencia de la solución que se plantea.
Cada vez más y en paralelismo con lo que sucede con los aplicativos y sistemas IT clásicos, estas las nuevas soluciones MAM ofrecen conectores tipo SOA (Service Oriented Architecture) normalmente a través de Web Services, que facilitan la interoperabilidad entre sistemas heterogéneos a través de servicios que se publican la web, lo que hace que las integraciones sean más sencillas de abordar, dado que este tipo de conectores se abstrae del “cómo” y se centran el “el qué”, es decir el servicio. La interoperabilidad se consigue mediante la implementación de fragmentos de código basados en el estándar abierto XML, fáciles de mantener e implementar.
Si hubiera que enumerar los aspectos más relevantes a la hora de elegir una solución de Gestión de Contenidos, la solución debería cumplir los siguientes requisitos:
Digitalizar una vez, reutilizar siempre. Una vez que tenemos un fichero digitalizado y realizado su Control de Calidad, todos los procesos posteriores, se deben poder automatizar sin intervención de recursos humanos: emisión, envíos, transcodificación, etc.….
Documentar para encontrar. La documentación es un proceso crítico para la gestión de contenidos. Los contenidos documentados deben ser fácilmente accesibles por cada uno de los usuarios que tienen acceso y los necesitan. La documentación debe estar al inicio de la cadena, no al final. Un contenido digital sin una buena documentación, simplemente no existe.
Acercar el contenido al puesto de trabajo. El acceso al contenido e información anexa, debe poderse acceder desde el puesto de trabajo, empezando por el vídeo y el audio. Cada usuario debe poder acceder y procesar la información que le compete.
Ciclo de vida de los productos. Planificar un correcta y estricta política de Gestión de Contenidos por su tipología, caducidad y valor para la empresa. No se debe esperar a que el “armario esté lleno” para preguntarse después de qué está lleno y por qué está lleno.
Seguridad. Cada tipo de usuario tiene acceso exclusivo a su información. Pero lo que se debe garantizar por encima de todo es que bajo ningún concepto haya pérdida de información.
Almacenamiento. Dependiendo de la complejidad de la solución, se requerirán desde un simple cajón de discos a tener que implantar varios niveles de almacenamiento de la información en función del nivel de disponibilidad de la información. Esta gestión normalmente debe emplear un Gestor HSM (Hierarchical Storage Management), que significa una fuerte inversión.
Fiabilidad SW y HW. Siempre dependiendo de la complejidad de la solución existirán unas ciertas redundancias que minimicen los tiempos de parada o incluso no existan si el servicio es 24X7.
Flexibilidad de intercambio. El consumo de información audiovisual se hace cada vez más necesario y al tiempo exigente y por tanto es importante disponer de un sistema que admita fácilmente el envío y recepción de información en formatos distintos a los habituales.
Escalabilidad El sistema elegido debe poder ofrecer, de forma demostrable, permitir ampliar los recursos Hw y Sw. Si la solución requiere 24×7 no debe interrumpir el funcionamiento normal del sistema.
Finalmente indicar que en cualquiera de los casos y teniendo en cuenta según lo expresado que el concepto MAM es muy amplio, ya se empiece desde cero o se tenga que evolucionar desde lo que ya existe, se hace fundamental el análisis en profundidad de la necesidades y efectuar un plan para saber dónde se quiere llegar. Ahora bien, si es muy importante el estudio previo de la solución, es aún más importante conseguir desde el principio el apoyo de la alta dirección de las compañías y la complicidad de las áreas implicadas.
Pablo de la Peña
Consultor ingeniería Broadcast
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