Los drones y la producción audiovisual: 10 preguntas y respuestas

Durante los últimos tiempos, el uso de los drones en los rodajes se ha multiplicado. Ignacio Espinosa, gerente de DroneMadrid (Grupo Aflow Movement), traza la evolución de estos sistemas aéreos para dar a conocer tanto las posibilidades como limitaciones de estas soluciones ampliamente demandadas por el mercado.

Los drones, o aeronaves no tripuladas, cuentan con un largo recorrido fuera del ámbito audiovisual. Al margen de sus aplicaciones para ámbitos industriales, su desarrollo más determinante llegó de la mano de la industria armamentística, que a día de hoy los sigue usando a gran escala para todo tipo de aplicaciones militares. Sin embargo, como tantos otros desarrollos que parten de este mundo, acabó trazando un recorrido hacia el ámbito profesional y de consumo para todo tipo de usos, entre los que se encuentra la producción audiovisual.

Sus beneficios frente a otras alternativas de filmación aérea, como puedan ser los helicópteros, son evidentes, tanto desde el plano de vista económico como el de versatilidad y facilidad de despliegue. Sin embargo, no ha sido hasta hace unos pocos años cuando estas soluciones están desplegando su verdadero potencial tras solventar problemas como autonomía, fiabilidad de sus sistemas de estabilización o la calidad de sus cámaras.

Hoy en día, según Ignacio Espinosa, estos sistemas están empezando a ser considerados de manera “muy activa” por las producciones, tanto por la agilidad de despliegue como por sus beneficios económicos. Sin embargo, más allá de estos factores, los drones son todavía un mundo desconocido para parte de la industria de la producción.

Partiendo del profundo conocimiento del responsable de DroneMadrid (Grupo Aflow Movement, Panorama Audiovisual responde a varias cuestiones que arrojan luz sobre este mundo en expansión.

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1. ¿Cuál es la autonomía actual de los drones?

Un apartado en el que los drones han mejorado de forma dramática durante los últimos años es el de la autonomía. Actualmente, estos sistemas, basados en ion de litio (si bien se están explorando otras alternativas), permiten ofrecer una autonomía de vuelo de 12 minutos en el caso de drones de 15 kilos y de en torno a 3 o 5 minutos en el caso de los drones FPV (First Person View), equipos de un tamaño inferior que frecuentemente integran su propia cámara. Algunos de los drones de mayor tamaño destinados a la producción audiovisual pueden volar hasta 45 minutos.

Todos estos sistemas cuentan con baterías intercambiables, “ágiles y fáciles de sustituir”, según apunta Espinosa. En el caso de la propia DroneMadrid, apuestan además por introducir sistemas de batería redundantes, de modo que estos vuelos pueden ajustarse a categorías específicas de normativa aeronáutica: “Solemos llevar dobles juegos de batería montados en el mismo equipo en paralelo. Normalmente, las baterías se consumen en paralelo, pero si una de las dos piezas sufre una caída, la otra podría soportarla”.

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2. ¿Han mejorado las ópticas de los drones?

Existen dos modalidades preferentes por las producciones que confían en drones. Una es acoplar una cámara cinematográfica a un dron a través de un sistema de estabilización para lograr homogeneizar la imagen en toda la producción. Es el caso que siguió, por ejemplo, La Casa de Papel de Vancouver Media de cara a sus últimas temporadas. Sin embargo, existen muchas otras producciones que apuestan por sistemas con cámaras integradas optando así por la versatilidad. Al final, al margen de características técnicas de estos dispositivos, la calidad de la óptica se configura como uno de los elementos fundamentales para decidirse por un sistema u otro: “El tipo de sensor es lo más importante a la hora de que una producción sea broadcast pro o doméstica”, comenta Espinosa.

A este respecto, los principales proveedores de drones han apostado rotundamente por mejorar la calidad de las ópticas de estos equipos. Por ejemplo, el Mavic 3 de DJI, un equipo de tamaño mediano, integra en la actualidad un sensor CMOS 4/3. Otro equipo de esta misma firma, los Inspire, cuenta con la posibilidad de introducir ópticas intercambiables en Super 35; en el futuro cercano, la inminente X9 ofrecerá un sensor Full Frame con capacidad de rodar a 8K. Todo, por supuesto, con sistemas de estabilización adaptados a las características del dron y soluciones para el control remoto de la cámara.

Estos sistemas obligan, si se requiere una calidad audiovisual en las producciones, a contar con un doble operador: uno encargado del movimiento del dron y otro del control de los parámetros de la cámara. DroneMadrid, como recuerda Espinosa, apuesta por este formato.

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3. ¿Por qué las grandes marcas de cámaras cinematográficas no se han lanzado al mundo de los drones?

A pesar de que más y más realizadores apuestan por incluir tomas rodadas con drones en sus producciones, no se puede apreciar movimientos claros por parte de proveedores históricos de cámaras cinematográficas (ARRI, RED…) por lanzarse al mercado de los drones. Es cierto que Sony lanzó el año pasado en CES un dispositivo llamado Airpeak. Sin embargo, este equipo es únicamente compatible con la gama de cámaras Alpha.

Espinosa considera que esto se debe a las diferentes mentalidades a la hora de abordar el negocio de la ingeniería audiovisual en el mercado occidental y el asiático; mientras que el primero apuesta por una hiperespecialización en sus sistemas, el segundo escoge una visión más convergente para ofrecer soluciones integradas. DJI, de nuevo, figura como ejemplo, ya que la firma decidió rescatar la marca Hasselblad, que apenas había dado pasos en el mundo digital, y aprovechar su experiencia en materia de lentes para crear sistemas de cámara exclusivos para sus drones.

Frente a estos enfoques convergentes, sí que existen algunos proveedores occidentales preparados para ofrecer una máxima compatibilidad entre drones y sistemas de cámaras profesionales. Estos drones, por cierto, son mucho más caros que los ofrecidos por el mercado asiático, que como principal contra tiene un ritmo de producción altísimo que hace que los equipos puedan quedarse obsoletos rápidamente: “Muchos compañeros que han invertido sin rentar sus equipos se han arruinado, (…). Tienes que adaptarte a lo que tu cliente y el mercado está exigiendo. Es algo complicado”.

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4. ¿Qué tipo de planos se pueden rodar con drones?

Al pensar en planos rodados con drones es frecuente imaginar tomas aéreas con picados o imágenes panorámicas de un paisaje. No obstante, conforme avanza la tecnología y las capacidades de estabilización de estos sistemas, aparecen enfoques innovadores. De este modo, un dron puede llegar a sustituir a una grúa en un momento concreto o a una Steadicam. Desde DroneMadrid se han enfrentado a todo tipo de casuísticas. Para la firma, al final todo gira en torno a “estrujar el equipo”, algo que irá de la mano de la calidad del piloto y el operador.

Sin embargo, estos enfoques innovadores, que ya se están utilizando en numerosas producciones, pueden implicar situaciones que pueden comprometer tanto la calidad final de la imagen como la seguridad del equipo de producción: “Si nos piden pasar por encima de una persona en un plano y no tenemos suficiente altura, al final ponemos en riesgo al equipo y al personal, cuando la realidad es que una cámara en mano con un estabilizador podría solucionar esa toma”, remarca Espinosa.

A este respecto, desde DroneMadrid consideran que todavía es necesario que la industria audiovisual sea consciente de las limitaciones y oportunidades de los drones en diferentes contextos. La compañía ya ha impulsado varias iniciativas de formación a este respecto.

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5. ¿Cuáles son las limitaciones de los vuelos de drones?

Como productora, más allá de conocer las posibilidades creativas de los drones en los rodajes, es conveniente conocer sus limitaciones de vuelo. Como aeronave, su regulación depende de varios organismos que limitan su actividad y posibilidades para así regular el espacio aéreo y asegurar la integridad física de las personas, especialmente en lo que respecta a rodajes urbanos.

Entre esta extensa normativa, encontramos claves como que los drones no pueden alejarse más allá de 500 metros en línea visual del piloto, lo que condiciona ampliamente su ampliación. Para solventar esta cuestión, se han regulado cuestiones como el llamado vuelo Beyond line of sight (más allá de la vista). En este tipo de grabaciones, un segundo piloto puede tomar el control del dron a través de un enlace una vez se supere los 500 metros definidos.

Hay muchas otras claves a ser consideradas, que dependerán de si el vuelo es nocturno, si este se produce sobre personas, si se atraviesan edificaciones o si se cuenta con sistemas antimpacto. Por eso, será imprescindible contar con la correspondiente asesoría por parte del proveedor de servicios de producción audiovisual aérea o con personal de producción con conocimiento de la regulación del sector.

En este artículo, Panorama Audiovisual abordó muchas de las cuestiones relacionadas con la legislación de los drones: https://www.panoramaaudiovisual.com/2022/05/03/drones-industria-audiovisual-juego-ninos/

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6. ¿El helicóptero sigue siendo recomendable sobre los drones?

Frente a la creciente demanda de drones, los helicópteros siguen situándose como una solución solvente para la captación de imágenes aéreas. Espinosa considera que su uso o no dependerá de las necesidades específicas a la hora de afrontar una producción audiovisual. En cualquier caso, para los casos en los que el presupuesto sea determinante, la opción del dron siempre será más económica: “Reservar un helicóptero un día puede costar unos 3.000€, a lo que hay que sumar otros 3.000€ por hora de vuelo”.

Una vez solventada la cuestión presupuestaria, cada solución se adapta a unas circunstancias concretas. Por ejemplo, los drones pueden volar a baja altura y entre edificios, de modo que pueden ofrecer tomas más cercanas a la acción. Como puntos a favor del helicóptero, se encuentran la mayor autonomía de vuelo y la capacidad de continuar la trayectoria sin limitaciones al ser una aeronave tripulada.

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7. ¿Los drones se están convirtiendo en el estándar de las tomas aéreas del broadcast?

La estandarización de los drones en las producciones audiovisuales está fuera de toda duda. No obstante, en lo que se refiere a las producciones broadcast de alto presupuesto, tales como las deportivas, el helicóptero sigue siendo una solución imprescindible para hacer una cobertura de larga duración sobre una zona concreta.

Por ejemplo, la mayor parte de las competiciones de carreras sigue confiando en el apoyo visual de estos vehículos. No obstante, por ejemplo, en la Formula 1, Espinosa apunta que ya se están empezando a usar drones de FPV para dar un plano por una zona concreta del trazado cuando pasan los coches.

Las limitaciones de vuelo y de autonomía siguen condicionando en gran medida su estandarización, cuestiones que podrán ser solventadas en el futuro cercano con el progreso de la técnica.

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8. ¿Qué uso tienen los drones de carreras en la producción audiovisual?

Otro tipo de drones cuya utilización avanza con timidez en la industria audiovisual son los acrobáticos o los de carrera. Son dispositivos de un tamaño reducido capaces de desplazarse a gran velocidad y realizar todo tipo de giros para así ofrecer planos recursos con cierta espectacularidad, tal y como usó LaLiga a mitad de este curso.

Desde DroneMadrid reconocen el valor de estas soluciones, si bien denuncian la falta de especialización del sector para ofrecerlas: “El dron de carreras no lo puede llevar una persona cualquiera. Porque no solo tiene que saber manejarlo, sino que también debe saber hacer planos”. Espinosa considera que existe una “carencia de conocimiento audiovisual” que, si bien es adquirible a través de la experiencia, afecta dramáticamente a muchas producciones audiovisuales.

Esta falta de educación visual, no solo extendida en los drones de carreras sino en todo tipo de rodajes con drones, se traduce en un mercado que ofrece servicios de grabaciones audiovisuales pero que, en ocasiones, no cuentan con el conocimiento cinematográfico adecuado, lo que se traduce en “planos que se demoran todo el día”. “Al final, el dron es una herramienta de trabajo orientada a lo que tú hayas estudiado o al concepto que tengas en tu cabeza y quieras desarrollar”, sentencia Espinosa.

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9. ¿Los drones también pueden ofrecer soluciones 3D?

Los drones, gracias a la profundización de los software de captura de imágenes, pueden convertirse en una herramienta de gran utilidad para la pre y postproducción de rodajes cinematográficos. Por ejemplo, estos equipos pueden ser usados para fotografíar una calle “a nivel mosaico” generando una nube de puntos.

Al procesar este material captado por la nave no tripulada con el software adecuado, se puede generar de forma sencilla un escenario 3D para ser utilizado en producciones virtuales u otro tipo de contenido.

De manera paralela a la producción audiovisual, el equipo de DroneMadrid también utiliza los drones desde el plano de la topografía para así capturar para la posteridad diferentes edificios patrimoniales y realizar un seguimiento de su estado con el paso de los meses. Estas aplicaciones también se extienden al ámbito industrial.

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10. ¿Qué le queda al mundo de los drones para convertirse en una solución aún más solvente para la industria audiovisual?

Los drones siguen superando con el paso de los meses sus principales retos tecnológicos. La autonomía crecerá, así como sus capacidades de estabilización o la fiabilidad de los software que controlan la cámara.

A pesar de todo, afrontando la cuestión desde un prisma industrial, DroneMadrid destaca que todavía falta el “reconocimiento ético y práctico” de quien contrata. En la opinión de Espinosa, la industria todavía no comprende a la perfección las posibilidades, retos y dificultades que implica la grabación con drones. Las altas exigencias, un porcentaje de clientes que “solo miran por precio” y la proliferación de compañías amateurs hace que este terreno, lejos de ofrecer certezas, siga siendo un terreno inestable.

Espinosa sigue confiando en la viabilidad de la producción profesional con drones, ya que su enfoque pasa por no vender “humo ni conceptos, sino “cosas claras”. El resto (la regulación del mercado, la educación de los productores o la percepción por parte de los clientes de las posibilidades técnicas de los drones) será cuestión de tiempo.

Un reportaje de Sergio Julián Gómez

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