Porter Robinson produce su último concierto con realidad virtual empleando cámaras de Blackmagic
El concierto Secret Sky de Porter Robinson fue filmado con los modelos Pocket Cinema Camera 6K Pro, Pocket Cinema Camera 6K y URSA Mini Pro 4.6K G2 de Blackmagic Design.
La actuación de más de una hora de duración, que ha sido vista por millones de personas de todo el mundo, se trató de una producción inmersiva que podía verse tanto en 2D como en formato de realidad virtual, en el cual los espectadores tenían la oportunidad de mezclarse con avatares de otros seguidores.
Porter Robinson es un productor, músico y cantante estadounidense cuyo primer álbum de estudio fue número uno en las listas de música de baile y electrónica. A fin de promover su último disco, Nurture, el artista interpretó partes del mismo en el festival digital Secret Sky, que tenía por objetivo recaudar fondos para distintas organizaciones caritativas.
El director y editor del proyecto, Mike O’Brien, tenía la tarea de ofrecer a los espectadores una sensación de espectáculo en directo en conjunción con una experiencia cinematográfica digital que fuera más allá de lo que se puede ver en vivo. El escenario al completo estaba hecho de grandes pantallas de ledes, inclusive el suelo, el techo, los laterales y la parte de atrás.
O’Brien reconoce que «nuestro objetivo era ofrecer a la audiencia una experiencia increíblemente inmersiva, a la vez que captábamos las sensaciones y emociones de una actuación en directo. Los seguidores contaban con la opción de disfrutar del espectáculo dentro de un mundo de realidad virtual creado por Porter y su equipo. De este modo, los espectadores con gafas de realidad virtual de Oculus podían experimentar una perspectiva única y relacionarse con avatares de otras personas de todo el mundo mientras veían el concierto juntos. ¡Increíble!».
A fin de grabar el espectáculo, O’Brien usó cuatro Pocket Cinema Camera 6K, una Pocket Cinema Camera 6K Pro y una URSA Mini Pro 4.6K G2 colocada en un estabilizador Steadicam, junto con los modelos Pocket Cinema Camera 6K and Pocket Cinema Camera 6K Pro, que se utilizaron para moverse por el escenario. El resto de cámaras estaban situadas alrededor del escenario o en la parte superior de un poste de luz, a fin poder ajustar las tomas desde arriba.
«Eso era exactamente lo que queríamos lograr cuando planeamos los ángulos. Al contar con una gran variedad de puntos de vista pudimos crear esa sensación inmersiva durante toda la actuación. Para nosotros era importante captar la perspectiva de los asistentes en primera fila, de manera que dos de los camarógrafos, Jay Kaufman y Gabe Rubiano, con versiones 6K al hombro, consiguieron ese estilo de grabación cámara en mano. Así, las unidades montadas en plataformas nos brindaron los planos más amplios, mientras que la Steadicam y los otros estilos de rodaje ofrecieron tomas más íntimas», añade.
«Como el suelo del escenario estaba formado por ledes, pensamos que sería estupendo lograr una imagen de Porter desde arriba. El modelo Pocket 6K nos permitió que las plataformas fueran ligeras a la vez que captábamos puntos de vista increíbles. Por su parte, el jefe de eléctricos, Charles Schaefer, realizó un trabajo excelente montando las cámaras en posiciones altas y, además, utilizamos cables que nos permitieron detener y continuar la grabación cuando era necesario a través de un pulsador Tilta Nucleus-M, que fue un salvavidas. Debido a que estos cables requerían el mismo puerto que una unidad SSD, empleamos una tarjeta de 512 GB para almacenar el material», continua O’Brien.
Latitud y colorimetría, aliadas
El director del proyecto se enfrentó al desafío de captar el gran número de gráficos únicos y cambios de luz que acompañaban cada canción. Para conseguir las tomas deseadas, confió en la latitud y colorimetría de las cámaras, y utilizó un valor ISO nativo de 800 y el formato Backmagic RAW configurado en 8:1. Además, como empleó DaVinci Resolve Studio para la edición y el etalonaje, tenía la certeza de que sería fácil ajustar cualquier clip que no luciera ideal al haber filmado con un ISO 800.
«Ambos modelos de cámaras tuvieron un rendimiento excelente. La latitud e intensidad de los colores que ofrecen los dispositivos de Blackmagic siempre me ha encantado, así como la luminosidad de la colorimetría de quinta generación, la compresión del espectro cromático y las opciones de recuperación de las zonas más luminosas», afirma. «Debido a que no podíamos modificar el ISO tan rápido como los gráficos aparecían en la pantalla, la posibilidad de retocar en posproducción los metadatos de las imágenes RAW fue clave. Ciertos clips se veían demasiado brillantes debido al valor ISO de 800, pero los pudimos recuperar con facilidad en Resolve. Aprecio contar con esa flexibilidad en proyectos con condiciones de iluminación dramáticas y cambiantes».
Edición y etalonaje
Con respecto a la edición y el etalonaje, O’Brien empleó DaVinci Resolve Studio. Gracias al programa, pudo procesar el material grabado almacenado en un disco RAID de 10 TB y realizar una primera versión, a partir de la cual trabajó con Porter Robinson con el propósito de llevar a cabo las ediciones y correcciones cromáticas finales.
«Fue un esfuerzo de equipo, aunque mi trabajo consistió en combinar todas las capas de sonido y colores preciosos para crear una obra de arte dinámica. Esta pieza visual es solo una extensión del ingenio de Porter. Incluso los gráficos fueron creados por él, Ghostdad, Shin y un grupo selecto de talentosos artistas digitales. Ben Coker, quien diseñó la iluminación, hizo un trabajo increíble brindando dimensión al set. Fue extraordinario ser testigo de la energía que fluía de las canciones más íntimas a otras más épicas. Una experiencia excepcional», concluye O’Brien.
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