Sennheiser presenta los auriculares in-ear de alta gama IE 900
Un bloque único de aluminio, un nuevo transductor y ergonomía: claves del nuevo auricular in-ear de alta gama IE 900 de Sennheiser.
El Sennheiser IE 900, con una respuesta de frecuencia de 5 Hz-48.000 Hz, tiene en la carcasa a su gran protagonista. Ha sido fresada a partir de un solo bloque de aluminio con el fin de poder crear un sistema de absorción de triple cámara (T3CA). Basándose en tres cámaras y un vórtice acústico fresado en la boquilla, permite contrarrestar el efecto de enmascaramiento; esto es, la no-percepción de las altas frecuencias a volúmenes bajos.
De esta forma, al eliminar la energía de las resonancias enmascaradas, el sistema de absorción evita los picos indeseados, haciendo audibles matices en condiciones complejas.
Nuevo transductor X3R
El IE 900 incluye el transductor X3R, una versión definida como “más refinada” del transductor de banda extra ancha de 7mm, diseñado para tolerancias más estrictas. Ligero y flexible, evita la distorsión, brinda un sonido equilibrado y permite una audición equilibrada independientemente del volumen de escucha.
Por su parte, una lámina membranosa proporciona un alto grado de amortiguación interna, y una minimización de la distorsión y de resonancias naturales (THD: 0,05% en 94 dB, 1kHz).
Larga duración
Sennheiser manifiesta que los IE 900 han sido creados para “resistir y funcionar” durante muchos años. Más allá de estar fabricados con una aleación de aluminio, cada uno de los elementos pasan por unos test con cámaras de precisión para certificar su correcto funcionamiento. Del mismo modo, los auriculares del lado izquierdo y del derecho ya ensamblados (con adaptadores de silicona y espuma viscoelástica en tres tamaños) se emparejan manualmente para su perfecta sincronización.
En cuanto a conectividad, el conector MMCX Fidelity Plus permite que se pueda escoger el cable predilecto. De esta forma, se acompañan de un cable no balanceado con un conector de 3,5 mm y otros dos balanceados con conectores de 2,5 mm y 4,4 mm. Los cables han sido reforzados con para-aramida, pudiendo soportar “miles de ciclos de doblado”. Además, ofrecen una integración más profunda en la carcasa, lo que se traduce en una mejor estabilidad para el conector chapado en oro.
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