‘Dolor y gloria’ triunfa en una noche de reencuentro entre Almodóvar y la Academia

Aunque en número de estatuillas, ‘Dolor y gloria’ (siete Goyas) y ‘Mientras dure la guerra’ (cinco) estuvieron muy igualadas, los considerados premios de mayor peso viajaron a las manos del manchego, quien consiguió el Goya al Mejor Director y a la Mejor Película. Además Antonio Banderas se alzó con el Goya de Mejor Actor Protagonista por esta obra.

La Gala de los Premios Goya de 2020 será recordada como la de la amistosa batalla entre dos grandes directores de inmensa proyección internacional: Alejandro Amenábar y Pedro Almodóvar. Aunque en número de estatuillas, ambas producciones quedaron bastante igualadas con siete ‘cabezones’ para Dolor y Gloria y cinco para Mientras dure la guerra, los considerados premios de mayor peso viajaron a las manos del manchego, quien consiguió el Goya al Mejor Director y a la Mejor Película. Además Antonio Banderas se alzó con el Goya de Mejor Actor Protagonista por esta obra.

Si el año pasado fue Sevilla la ciudad elegida para la entrega de los máximos galardones del cine español, en su trigésimo cuarta edición la fiesta de la industria cinematográfica producida en nuestro país se celebró en el pabellón José María Martín Carpena de la ciudad de Málaga. La luz y el color de la Costa del Sol inspiraron un espectáculo con gran sentido visual, técnicamente impecable y que levantó el telón frente a 3.200 personas con un homenaje musical a las películas de las últimas décadas que se han convertido en un icono para varias generaciones. Pablo Alborán puso el punto de sobriedad y sentimiento mientras que el esplendor del género musical del número final de Chorus Line constituyó el broche de oro de la gala. El musical, producido por Antonio Banderas, se ha estado representando durante los tres últimos meses en Málaga con gran éxito de público.

Por segundo año consecutivo, el discurrir de la gala estuvo en manos de Silvia Abril y Andreu Buenafuente, más comedidos en su faceta cómica que en otras ocasiones por exigencias del guion. Por vez primera distintas personas ajenas al mundo del cine hicieron una sinopsis de algunas de las películas nominadas.

Los encargados de hacerlo fueron la nadadora Ona Carbonell, Carles Pujol, James Rhode, María Casado y Rosa María Calaf.

A pesar de su ausencia física, Pepa Flores (Marisol) se convirtió en una de las protagonistas de la noche como agraciada con el Goya de Honor. En su nombre recogieron la estatuilla sus dos hijas: Celia flores y María Esteve. De manera previa, la cantante Amaia interpretó una pieza musical compuesta especialmente para ella, para esa Marisol que ha acompañado a generaciones de españoles con sus películas. Tampoco faltó el homenaje de la propia Celia Flores, quien interpretó Estando contigo. Con el público puesto en pie, Maria Esteve explicó la decisión de su madre, tomada hacía más de treinta años, de retirarse de la vida pública y que tampoco quiso romper en esta ocasión. Esteve aseguró que su madre estaba siguiendo la gala “desde un lugar con calma”.

La música y la voz del pianista Jamie Collum sirvieron de acompañamiento del homenaje a los miembros de la gran familia del cine fallecidos en los últimos doce meses.

Intérpretes más destacados

Antonio Banderas fue una vez más profeta en su tierra al recibir el Goya al Mejor Actor Protagonista por Dolor y gloria. El malagueño más universal después de Picasso aseguró “tener el corazón en la boca” y quiso “reconocer a Pedro Almodóvar por no traicionarse nunca a sí mismo y por haberme dado una oportunidad desde el primer momento”. Por su parte, Belén Cuesta consiguió a la tercera el Goya a la Mejor Actriz Protagonista por su interpretación en La trinchera infinita.

El Goya al Mejor Actor de Reparto fue para Eduard Fernández por Mientras dure la guerra. Lo recogió en su nombre Alejandro Amenábar que leyó el mensaje del actor agradeciendo a todo el equipo su trabajo. La Mejor Actriz de reparto fue la veterana Julieta Serrano por Dolor y gloria. Recibió un largo y cálido aplauso por este primer Goya, obtenido después de una dilatada carrera

El Goya a la Mejor Actriz Revelación fue para Benedicta Sánchez por Lo que arde. En su intervención aseguró que era la mayor sorpresa que le había dado la vida en sus más de 84 años y agradeció al director de la cinta, Oliver Laxe que la hubiera elegido a ella en el casting, al que le animó a presentarse su hija.

El joven Enric Auquer se hizo con el Goya al Mejor Actor Revelación por Quien a hierro mata. Agradeció la oportunidad al director Paco Plaza y a la productora Vaca Films. El actor da vida al hijo de un capo de la mafia gallega.

El Goya a la Mejor Dirección novel fue para Belén Funes por La hija de un ladrón, la historia de una adolescente lastrada por el abandono emocional. La directora agradeció a sus padres el “haberme educado en la cultura del esfuerzo”.

Galardones técnicos y artísticos

El premio a la Dirección Artística fue para Juan Pedro de Gaspar por Mientras dure la guerra mientras que el Goya a la Mejor Fotografía recayó en Mauro Herce por Lo que Arde, que arranca con una escena sobrecogedora de caída de árboles que tardó cuatro días en rodarse por su complejidad.

El Goya a los Efectos Especiales fue compartido por Mario Campoy e Iñaki Madariaga de la película El Hoyo, una brutal metáfora sobre la desigualdad de clases. La cinta es de la productora Basque Films y ha participado en el Festival de Toronto y Sitges.

El Goya al Mejor Sonido fue para Iñaki Díez, Alazne Ameztoy, Xanti Salvador y Nacho Royo-Villanova por La trinchera infinita. En la película se consigue un sonido que nace de los silencios y que recrea a partes iguales tensión y calma infinita. La cinta recibió cuatro premios en el Festival de San Sebastián.

El Goya al Mejor Montaje acabó en las manos de Teresa Font por Dolor y Gloria. Se mostró muy emocionada al recibir el premio y agradeció la confianza a Pedro Almodóvar y a la productora El Deseo. El Goya al Mejor Diseño de Vestuario recayó en Sonia Grande por Mientras dure la guerra. El vestuario se hizo con ropa original de los años 40.

Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla entregaron camuflados tras un espeso maquillaje facial el Goya al Mejor Maquillaje y Peluquería, que fue para Mientras dure la guerra y en concreto para Ana López-Puigcerver, Belén López-Puigcerver y Nacho Díez, que definió este proyecto como “el más importante y complicado de mi vida”. Para Ana López-Puigcerver es el segundo Goya.

Los académicos consideraron que la Mejor Dirección de Producción era la de la película Mientras dure la guerra, cuya responsable es Carla Pérez de Albéniz. Este premio fue verbalizado desde la distancia por Jorge Sanz y entregado por la apresurada Silvia Abril. La premiada se lo dedicó a su mentor, Miguel Ángel González.

La fuerza de la música

Javier Ruibal recibió el Goya a la Mejor Canción Original, que forma parte de la película Intemperie de Benito Zambrano, que habla de abusos a menores y tiranías. Ruibal se atrevió incluso a interpretarla en directo a capella.

Alberto Iglesias, que ya tiene experiencia en recibir estatuillas de la Academia, recogió la número once de su carrera a la Mejor Música Original por Dolor y Gloria. Habló de su creación como “una música verdadera que llega al corazón”.

Cortometrajes

El Goya al Mejor Cortometraje Documental fue para Nuestra vida como niños refugiados en Europa de Silvia Venegas, que plasma el drama de la infancia inmigrante. La directora declaró que “no podemos olvidar que los niños refugiados son básicamente niños y, por eso, deben estar especialmente protegidos”. Asimismo pidió mayor difusión para el género documental.

El Goya al mejor Cortometraje de Animación fue para Madrid 2120, una historia futurista una ciudad apocalíptica. José Luis y Paco Sáez son los responsables de esta producción de Light Box Accademy. Por otra parte, se hizo con el premio al Mejor Cortometraje de Ficción Suc de Sindria de Irene Moray, que reivindicó “el papel de las mujeres en el cine y en la vida”.

El Goya a la Mejor Película de Animación fue para Buñuel en el laberinto de las tortugas dirigida por Salvador Simó, debutante como director aunque con experiencia en la industria de la animación. Se trata de una producción de Sygnatia, The Glow y Submarine.

Ara Malikian una vida entre las cuerdas, obtuvo el Goya a la Mejor Película Documental. Está dirigida por Nata Moreno y el propio protagonista de la historia subió con la directora a recoger la estatuilla. El violinista colocó en el centro de la escena el tema de los migrantes.

Más allá de nuestras fronteras

Para la Academia la Mejor Película Iberoamericana fue la argentina Odisea de los Giles, una fábula tan real como la vida misma. El cine argentino tiene ya 18 premios Goya. Está historia está dirigida por Sebastián Borensztein.

Los Javis entregaron el Goya para la Mejor Película Europea, que viajó a Francia, nación de producción de Los Miserables, que se estrenó en el último Festival de Cannes y que tiene un ritmo frenético. Nominada a los Oscar, se trata de un thriller dramático de Ladj Ly.

Ángeles González Sinde y Bob Pop entregaron el premio al Mejor Guion Adaptado mientras desfilaban por la pasarela distintas figuras dramáticas. Benito Zambrano y los hermanos Daniel Remón y Pablo Remón se alzaron con este Goya por su adaptación al cine de esta novela de Jesús Carrasco titulada Intemperie. En su intervención, Zambrano hizo una exaltación “a los ojos de Pepa Flores y a este país de países que es España”. Acabó con un Viva Andalucía.

El Goya al Mejor Guion Original fue para Pedro Almodóvar por una historia muy personal en la que cada frase nace de las vivencias del director manchego. El oscarizado cineasta dedicó el premio a su hermano y a Lola García y reivindicó la importancia de los guiones como pieza clave y de partida para una película. En su intervención le deseó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presente en la gala, que escriba “el mejor guión para los próximos cuatro años”.

Siro Jiménez de Alcázar

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