La RFEF opta por Hawk-Eye Innovations como proveedor de VAR y Mediapro anuncia la impugnación del concurso

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) opta por los servicios de la filial de Sony en detrimento de Mediapro que ya ha anunciado que recurrirá el concurso al entender que sus bases «beneficiaban especialmente a uno de los dos ofertantes, de manera que era irrelevante la oferta económica y la calidad de los aspectos técnicos».

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha optado por la empresa Hawk-Eye Innovations, filial de Sony, como proveedor de la tecnología de Vídeo Asistencia al Arbitraje (VAR) para la Primera y Segunda División durante la temporada 2019/2020.

En la elección, que deja fuera a Mediapro que también concurría al concurso, según la RFEF «se ha tenido en cuenta la gran experiencia de Hawk-Eye, a la que la FIFA adjudicó el Mundial 2018 de Rusia y la UEFA la Liga de Campeones y que también provee de esta tecnología a las principales ligas europeas».

La reacción de Mediapro no se ha hecho esperar y este miércoles el grupo audiovisual ha anunciado que impugnará el resultado del concurso ya que a su juicio «las bases del concurso beneficiaban especialmente a uno de los dos ofertantes, de manera que era irrelevante la oferta económica y la calidad de los aspectos técnicos».

Además, destaca que su oferta era «la más ventajosa de las dos presentadas significando un ahorro casi de un millón de euros«.

Mediapro, que presta servicios de VAR a 16 competiciones en todo el mundo, considera que las bases del concurso convocado por la RFEF se basaban en criterios subjetivos que adjudicaban de antemano el contrato y que tal práctica contradice la doctrina de la CNMC reflejada en el informe sobre la propuesta de la RFEF para La comercialización de los derechos de retransmisión audiovisual en Europa e internacional de la final de la Copa del Rey 2019 donde se establece que «el procedimiento diseñado por la RFEF pretende ser un procedimiento competitivo. Sin embargo, el PL mantiene una gran discrecionalidad para el adjudicador y una elevada falta de transparencia, aspectos que impedirían el desarrollo de un proceso competitivo. Por ello, las condiciones de comercialización no se ajustarían al estándar mínimo exigible…».

Para Mediapro, aunque las cláusulas del concurso puedan parecer aparentemente competitivas, la mayor puntuación se adjudicaba a un único criterio: el número de competiciones en las que se ha prestado servicio. Requisito que solo beneficiaba a otro operador, aseguran desde el grupo.

Mediapro también se ha ofrecido para prestar servicios de VAR a la segunda división y que se ha excluido de la adjudicación prevista en el concurso de la RFEF posiblemente por la dificultad para otros operadores de garantizar este servicio.

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