Fernando Cortizo regresa a la animación con ‘Shkid’, una república imaginaria contra el horror nazi
Para este nuevo largo, que mostrará el Holocausto través de la animación de una manera artística y poética, Cortizo se rodeará de un amplio equipo de animadores internacionales.
Tras más de dos años de investigación de la parte documental, el director Fernando Cortizo comenzará próximamente la realización de la animación de su nuevo largometraje, Shkid, la increíble historia de los niños de Terezín, ambientada en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Con su primera película O Apostolo consiguió multitud de premios internacionales, una nominación a los Goya, seis Premios Mestre Mateo de la Academia Galega, y una preselección a los Oscars. Fue la primera película europea de animación stop-motion estereoscópica y la primera película española en financiarse con venta de participaciones por Internet, algo novedoso en 2008 cuando todavía no existía lo que hoy denominamos crowfunding.
Este nuevo proyecto, Shkid, surgió cuando en el año 2016 se interpretó en Santiago la Ópera infantil Brundibár, y la superviviente Dagmar Lieblová visitó la ciudad. El realizador la entrevistó y conoció de primera mano esta desconocida historia, descubriendo que los niños interpretaron dicha ópera en el Campo de concentración, formando parte de una campaña propagandística de los Nazis, que pretendían engañar al mundo con un falso documental sobre lo bien que trataban a los Judios.
A partir de ese momento, y respaldado por la productora Armar Media, comenzó una investigación que le llevó a Terezín, a Auschwitz, y a Israel, entrevistando a más supervivientes y a los expertos internacionales de más renombre, como Robert Jan Van Pelt,, Michael Berembaum o Paul Salmons.
Recopiló información sobre como los niños de ese campo habían creado una sociedad secreta y publicado una revista clandestina, y en ese momento decidió que el documental debería convertirse en una película de animación, de manera que consiguiese llegar al gran público.
Según Cortizo, «este largometraje será un homenaje a estos jóvenes, pues su heroico comportamiento y su actitud ejemplar de solidaridad serán sin duda un ejemplo a seguir para las generaciones venideras·.
El proyecto de complementará con una campaña educativa que facilitará de manera gratuíta materiales y unidades didácticas a los colegios.
En la actualidad está abierta la campaña de crowfunding a través de la plataforma Verkami, de manera que cualquier persona puede formar parte de esta estupenda iniciativa desde sólo 10 euros, saliendo en los créditos de la película y obteniendo distintos tipos de recompensas
La apuesta más distintiva de este proyecto, en comparación a otros muchos realizados sobre el Holocausto hasta este momento, es que a través de la animación se mostrará lo sucedido de una manera artística y poética. La intención es realizar un homenaje que parta de su propia creatividad, que muestre parte del Arte creado por ellos mismos.
Para ello, Cortizo con un equipo de animadores de primer nivel internacional, que trabajarán en cada fase de la historia adaptándose a la técnica y al estilo que cada niño plasmó en sus dibujos.
Como hilo conductor, un niño, creado con estilo abocetado, recorrerá los diferentes dibujos y animaciones narrándonos su historia, representando a través de una sola voz la de todos ellos.
Cabe destacar que los documentales realizados en animación han tomado fuerza en los últimos años, siendo una maravillosa forma de llegar a un gran público de todas las edades sin renunciar al más estricto rigor histórico.
Referencias
El documental será una película creativa, que utilizará recursos narrativos más allá del medio audiovisual de imagen real. Se pretende así homenajear y transmitir el amplio potencial artístico de los protagonistas, que convivían toda la élite cultural checoslovaca de la época: pintores, músicos, escritores, filósofos….
A nivel narrativo encontramos como referencia la multipremiada película Persépolis, dónde la historia es contada desde la experiencia propia de una niña.
Del mismo modo y quizás más desde un punto de vista visual podríamos hablar de Crulic o The magic mountain, ambas de la directora Anka Damian, donde la utilización de diferentes técnicas de animación potencian di ferentes momentos argumentales de la película. En nuestro caso es más justificado teniendo en cuenta que trabajaremos con la base de los dibujos originales realizados por los propios niños del campo.
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