Weezer rueda su último videoclip con Ursa Mini Pro de Blackmagic
‘Africa’ ha sido rodado con una cámara Ursa Mini Pro de Blackmagic Design en en el formato recientemente anunciado Blackmagic RAW.
El nuevo videoclip del grupo Weezer, Africa, ha sido rodado con una cámara Ursa Mini Pro de Blackmagic Design en en el formato recientemente anunciado Blackmagic RAW. Asimismo, la edición y el etalonaje de las imágenes en la etapa de posproducción se llevaron a cabo con el programa DaVinci Resolve Studio.
Jade Ehlers y Brendan Walter (Crush Music) estuvieron a cargo de la dirección de este videoclip, el cual corresponde a una nueva versión del tema Africa del grupo Toto. Además, el objetivo era volver a hacer un clásico replicando la icónica canción Sweater Song de Weezer toma por toma.
Las imágenes corresponden a una toma que captura a la banda tocando frente a una pared de color azul fuerte, con la cámara desplazándose entre los distintos miembros. El videoclip comienza frente a los músicos y pasa de áreas muy iluminadas a otras más oscuras, así como de planos desde ángulos bajos a elevados del grupo.
«Una semana antes de empezar el rodaje, se anunció el nuevo formato Blackmagic RAW, lo cual fue el momento oportuno. Cumplía con todo lo que estábamos buscando. El video original de Sweater Song se filmó en cinta, de manera que queríamos lograr una mezcla entre una cámara digital que capturase una estética cinematográfica y una grabación y posproducción que se adaptase a nuestro bajo presupuesto y plazos sumamente acotados. La combinación del códec Blackmagic RAW y la URSA Mini Pro fue perfecta«, añadió Ehlers.
Blackmagic RAW es un códec novedoso y moderno que no solo brinda imágenes de alta calidad, sino además un rendimiento sorprendentemente rápido en un formato de archivo inteligente. Gracias a su tecnología de interpolación cromática avanzada y su diseño revolucionario, este códec ofrece tanto la calidad y las ventajas del formato RAW, como la velocidad, la simplicidad y el tamaño de los archivos de video tradicionales.
Este nuevo códec traslada parte del proceso de interpolación cromática a la cámara, donde puede ser dinamizado por el propio dispositivo. Esto hace que la codificación sea realmente eficiente y que el tamaño de los archivos sea pequeño. Asimismo, dichos archivos no son únicamente un contenedor RAW, sino que combinan datos de las imágenes con información sobre las singulares características del sensor. De este modo, es posible conseguir una mejor calidad, incluso al emplear ajustes de compresión altos. Por otro lado, se brinda control total sobre los ajustes RAW, tales como el valor ISO, el balance de blancos, la exposición, el contraste, la saturación y los espacios cromáticos personalizados.
El códec Blackmagic RAW admite la aceleración del procesamiento mediante la GPU y la CPU y es compatible con una gran cantidad de metadatos, como los archivos personalizables .sidecar. Además, incluye la nueva colorimetría de cuarta generación de Blackmagic Design y distintas opciones de codificación para una calidad o velocidad de transferencia constantes.
«Ya habíamos empleado el modelo URSA Mini Pro en varios rodajes, pero con el formato Blackmagic RAW sentimos como que de repente teníamos una cámara nueva con un sensor excepcional integrado. Antes de que este innovador códec estuviera disponible, pensábamos usar uno de los formatos con compresión y arreglárnoslas, pero al final, pudimos grabar en RAW», comentó la directora.
Una de las ventajas que ofrece Blackmagic RAW es poder capturar una mayor cantidad de información en cada imagen, con el fin de compensar dificultades en términos de iluminación en la etapa de posproducción. El set contaba con una pared de fondo de color azul fuerte, para la cual había cinco personas dedicadas a la luz en distintas áreas del escenario. Cada una intentaba hacer coincidir los cambios de la cámara en constante movimiento y, al mismo tiempo, respetar las imágenes del video original a la perfección. El resultado fue una iluminación inconsistente en el material grabado.
«La pared azul capturaba la luz de manera distinta en diferentes lugares, y en varios sitios obtuvimos manchas un tanto oscuras. Nos vimos obligados a rodar con un rango dinámico inferior y un valor ISO de 800, lo que nos preocupó, pero esperábamos poder solucionarlo en la etapa de posproducción. Blackmagic RAW nos salvó la vida. Pudimos aumentar la sensibilidad ISO a 1600, ajustar la saturación a lo que necesitábamos en DaVinci Resolve Studio, ver cada detalle y hacer todo de manera rápida y sencilla. En consecuencia, obtuvimos una calidad de imagen excepcional, detalles precisos y un tamaño de archivo sumamente reducido», continuó Ehlers.
Con Blackmagic RAW, es posible filmar, editar y etalonar proyectos, todo en un solo archivo. Los ajustes y las configuraciones de la cámara se trasladan a DaVinci Resolve mediante los metadatos que, además, se pueden modificar. Igualmente, los cambios que se realicen a los ajustes RAW en este programa se verán automáticamente al abrir los archivos en otras aplicaciones compatibles con el formato Blackmagic RAW. Así, obtendrás una apariencia consistente y los mismos controles independientemente del software que utilices, incluso en distintas plataformas. Blackmagic RAW es el códec más rápido y de mayor calidad del mercado.
«Con este innovador códec, pudimos lograr un color más intenso en cada toma. Lo que me dejó perpleja fue que era posible reproducir los archivos RAW al instante en un equipo portátil ahí en el set. Rodábamos y luego editábamos y etalonábamos los mismos archivos sin problemas», expresó la directora. «Esta ventaja sola nos permitió ahorrar mitad de una jornada de 8 horas de trabajo. En lugar de frenarnos al tener que exportar archivos por horas, teníamos la libertad de procesar el material original de la cámara en posproducción. ¡Es una cosa de locos!», reconoce Jade Ehlers.
Para el videoclip, Ehlers y Presley necesitaban una cámara que ofreciera una calidad de imagen óptima, un aspecto cinematográfico y, al mismo tiempo, que fuera liviana, dado que había que rodar en una sola toma. El modelo Ursa Mini Pro pesa menos de 3 kilos, así que junto con su sensor Super 35mm 4.6K y un rango dinámico de 15 pasos, era exactamente lo que precisaban.
«Grabamos seis tomas para lograr lo que teníamos en mente, lo que significó que Nathan tenía que desplazarse con la cámara en mano, el soporte, el objetivo y todas las tarjetas en todo momento. El hecho de que se puede montar esta unidad en una plataforma y que llegue a pesar unos 12 kg, en un tamaño muy compacto, lo ayudó a capturar las imágenes deseadas con mayor facilidad», concluyó Ehlers.
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