Así se produjo el espectacular videoclip de OK Go que convirtió 4,2 segundos en 4 minutos
Una minuciosa y sincronizada producción ha permitido a la banda de Chicago lanzar el espectacular videoclip de ‘The One Moment’, producido por Park pictures, en el que se suceden en hasta 6.000 fotogramas por segundo un total de 318 acciones (54 explosiones de sales de colores, 128 globos de agua y 23 botes de pintura…)
La banda indie y rock alternativo formada en Chicago, OK Go, ha vuelto a sorprender a sus incondicionales fans con un brillante videoclip. El grupo, que se caracteriza por sus pegadizas canciones acompañadas de ingeniosos videoclips repletos de efectos visuales, acaba de presentar su última trabajo The One Moment.
El vídeoclip, que es una auténtica explosión de color, se captó en apenas 4,2 segundos pero su metraje se alargó hasta los cuatro minutos logrando un efecto espectacular recogido a velocidades de hasta 6.000 fotogramas por segundo.
Las primeras tres cuartas parte del vídeo, desde el principio de la canción hasta que el cantante coge un paraguas, se desarrollaron en apenas 4,2 segundos de tiempo real. Luego se sincronizaron los labios en tiempo real durante unos 16 segundos (volviendo a la temporalidad humana) para regresar a cámara súper lenta para la secuencia final con pintura que se captó en poco más de 3 segundos en tiempo real.
A lo largo del vídeo se emplearon rampas, pasando de velocidades que son 200 veces más lentas que la realidad capturando a 6.000 fotogramas por segundo, por ejemplo, cuando las guitarras explotan, a velocidades de apenas 3 veces el tiempo real (90 cuadros por segundo) en otros momentos del vídeo cuando el vocalista canta. La escena de las sandías se recogieron a 150x, mientras que la explosión de los aerosoles de pintura se capturaron a 60x.
Para sincronizar la música con las imágenes, también multiplicaron la velocidad de la canción por cuatro y al rebobinarla consiguieron la velocidad original con la música sincronizada.
En la grabación se emplearon aceleradores muy precisos sincronizados con brazos robóticos de alta velocidad que activaban las cámaras a lo largo del set de rodaje. Aunque la playlist fue planeada como un solo evento, actualmente no hay sistemas de control de cámara que puedan moverse lo suficientemente rápido (o cambiar de dirección lo suficientemente rápido) para capturar un movimiento tan largo y complejo con una sola cámara, por lo que el vídeo ha hilvanado siete movimientos de cámara.
En el vídeo se suceden un total de 318 acciones (54 explosiones de sales de colores, 128 globos de agua y 23 botes de pintura, entre otras). El resultado: un caos y confusión total que a altas velocidades resulta una super slowmotion de una gran belleza y armonía.
The One Moment quiere poner delante del espectador aquellos momentos en la vida en los que estamos más vivos. «Nunca dejará de ser profundamente hermoso, profundamente confuso, y profundamente triste que nuestras vidas y nuestro mundo son tan fugaces. Sólo tenemos estos pocos momentos. Afortunadamente, entre ellos hay algunos que realmente importan, y es nuestro trabajo encontrarlos», ha comentado el vocalista de la banda.
La coreografía para este vídeo ha supuesto un gran entramado matemático recogido en un cuadro con docenas de hojas de trabajo conectadas a una hoja maestra de 25 columnas de ancho y casi 400 filas de largo.
Esto sirvió al equipo de producción para calcular el momento exacto de cada evento a partir de una variedad de datos que relacionaban los sucesos entre sí y con la escala de tiempo en la que estaban siendo disparados.
El vídeo ha sido dirigido por el propio Damian Kulash, al frente de la banda, con producción de Park Pictures. Justin Pollock, Jackie Kelman Bisbee y Pat Frazier han estado al frente de esta compleja producción que ha contado con la fotografía de Shawn Kim. El supervisor de SPFX ha sido Kelly Kirby.
El videoclip
El making of
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