Los productores de animación plantan cara a TVE
DIBOOS, FAPAE y PATE discrepan sobre la política que lleva a cabo Televisión Española y su canal infantil Clan con respecto a la producción de aninación.
Las series de animación españolas gozan de un gran reconocimiento y presencia internacional. Títulos recientes como Pocoyó, Jelly Jamm o Lucky Fred están presentes en más de 150 países y han sido galardonados en numerosos certámenes internacionales. Su gran potencial de exportación en los grandes mercados internacionales junto a la alianza y coproducción con grandes compañías multinacionales del juguete, videojuegos o el sector editorial se ve lastrado financieramente en el negocio local debido a la falta de apoyo del Canal Clan (RTVE), a juicio de la Federación Española de Asociaciones de Productoras de Animación (DIBOOS), la confederación de productores FAPAE y Productoras Asociadas de Televisión de España (PATE).
A falta todavía de firmar el convenio para las series de animación comprometido y tutelado por el ICAA con el sector en la Ley del Cine de 2007, los productores de animación denuncian que TVE tarda meses, e incluso años, en firmar los acuerdos de coproducción a los que se compromete, retrasando el inicio de la producción o incluso su emisión, provocando graves perjuicios económicos a las compañías, privándoles de credibilidad ante los socios internacionales y llevando a algunas directamente a la quiebra.
DIBOOS, FAPAE y PATE llaman la atención sobre el hecho de que el porcentaje de emisión de series de producción propia o de animación local o europea es de los más bajos entre las principales cadenas públicas europeas,» teniendo un carácter casi testimonial acorde con la mínima inversión que se efectúa cada año en el canal infantil», aseguran los productores. El dato es aún más significativo si tenemos en cuenta que la mayor parte de las series de animación españolas tienen una media de audiencia superior a la del canal en cuanto a datos de audiencia y visionados en internet.
«Es paradójico que la parrilla de Clan, un canal de servicio público y sin publicidad dirigido al target infantil y juvenil, esté conformada, en sus principales horarios de prime time y en su mayor parte, por contenidos de multinacionales estadounidenses, quienes obtienen notables ingresos por una emisión, en horario de prime time, ya rentabilizada en sus países de origen y canales de distribución, negando espacio a los contenidos que el propio Ente ha coproducido y, por tanto, financiado. La velada amenaza que existe contra las productoras por parte de TVE a la hora de denunciar estas prácticas ha ido degenerando en una notable ralentización del sector más dinámico y mejor posicionado internacionalmente del audiovisual español. Un sector que ha ido creciendo sin apenas ayudas públicas, salvo el apoyo constante por parte de la televisión catalana, y construido a base de financiación privada e internacional», sostienen los productores de animación.
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