Susana de la Sierra apuesta por «acercar a los niños a las salas, implicando a los poderes públicos y al sector del cine»

La directora del ICAA propone en el festival Educacine la enseñanza de la narrativa audiovisual, mientras que Ángeles González-Sinde apuesta por el lado humanístico.

La Jornada Profesional de Educacine, en el marco del Festival Internacional de Cine y Educación de Madrid (Educacine) que se celebra del 20 al 24 de enero, ha reunido a numerosos profesionales en la Escuela Universitaria TAI para debatir sobre el papel del cine en el entorno educativo.

Como introducción al acto, José María Aresté, director de Educacine, ha señalado que las mesas redondas suponían «el pistoletazo de salida del Festival», y ha destacado que versaban en torno a «temas de debate que están en el candelero». A continuación, José María de Moya, director general del Grupo Siena, una de las compañías implicadas en la organización, comentó que «en el ámbito educativo tiene lugar desde hace tiempo un intenso debate en torno a la educación en valores».

Gabriel Fernández Rojas, presidente del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, llamó la atención en torno a los altos «niveles de fracaso y abandono escolar, por encima de las cifras de la OCDE», lo que implica que eventos como Educacine cobren una enorme importancia. Inés Hidalgo, directora institucional de la escuela TAI, ha explicado que el desarrollo de la industria debe comenzar «con profesores que encuentren a jóvenes apasionados del cine».

Carmen Urpí, profesora de Educación Plástica y Audiovisual en la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra, moderadora de la primera mesa redonda, comenzó presentando a los ponentes. Susana de la Sierra, directora del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), ha planteado la posibilidad de impulsar un plan audiovisual con el que acercar el cine a las aulas, siguiendo el modelo francés, que se distingue por la complicidad entre las diversas administraciones. Opina De la Sierra que «el cine es un medio de comunicación que transmite ideas y valores» y ha subrayado que «educar el gusto cinematográfico contribuye al desarrollo del cine». «Para tener una ciudadanía madura y formada se requiere que los ciudadanos se acerquen de manera critica a los contenidos audiovisuales».

«La apuesta decidida por fomentar la educación audiovisual es una de las principales líneas de actuación para el ICAA», comenta De la Sierra. Considera que «educar el gusto cinematográfico contribuye al desarrollo del cine». También apuesta por acercar a los niños a las salas en horario escolar, algo que cree que debería contar tanto con la implicación de los poderes públicos como del sector del cine. Por ello, De la Sierra cree necesario para aprender al entendimiento del cine y la televisión «educar en técnicas audiovisuales dentro de la educación reglada, del mismo modo que se aprende a leer y a escribir,».

Fernando Fernández Blanco, presidente de UCETAM (Unión Cooperativas de Enseñanza de Madrid) está igualmente convencido de que el Séptimo Arte –que «ya está de forma oficiosa en los centros escolares gracias a la autonomía de los centros»– debe formar parte de los planes de estudio. «El cine, microcosmos de todas las artes, ¿cómo no va a estar en las aulas?», ha comentado.

Por su parte, Ángeles González-Sinde, ex ministra de Cultura, recalca que la escuela debe primar «el aspecto humanístico». «Puestos a elegir, prefiero que les enseñen a arreglar un grifo, que les va a ser más útil que elegir entre un primer plano y un plano medio». Piensa que el Estado debería preocuparse más por canales de televisión que transmiten mensajes poco edificantes para los niños. Además expresó su preocupación por otras carencias que afectan a los alumnos, como «la habilidad para expresarse a través de la palabra y la escritura».

Por su parte, el cineasta José Luis Cuerda cree que no se enseña a la sociedad a «leer imágenes» ni a aprender «la mecánica del lenguaje audiovisual», que queda relegada a un segundo lugar, por detrás de la «parte más literaria» del cine. Por otro lado, advierte de que la entrada de las artes audiovisuales en las escuelas habría de realizarse con cuidado, ya que «se pone en peligro que las criaturas les cojan manía» al convertir lo que debería ser divertido en una asignatura. El realizador aprovechó para criticar el 21 por ciento de IVA que se aplica a las entradas de cine. Susana de la Sierra le replicó. «También estoy en contra de ese porcentaje. Pero no podemos quedarnos paralizados mientras se solventa este problema».

Piratería y buenas prácticas para ver cine

La segunda mesa, en torno al «acceso al cine en internet. Piratería y buenas prácticas a la hora de ver películas», tuvo como coordinador a Carlos Reviriego, crítico y profesor de la escuela TAI. Gerardo Sánchez, director del programa televisivo Días de Cine, de TVE, señaló que desde que se creó la industria «se ha mantenido igual hasta que a finales del siglo XX irrumpió internet». Está convencido de que «el cine no ha estado al tanto de los cambios tecnológicos». Pero deja bien claro que «esto no justifica la piratería».

Guillermo Cánovas, presidente de Protégeles, denuncia que en España se maleduque en la piratería. «Muchas veces son los padres los que dan mal ejemplo». También explicó que las descargas ilegales son «la alfombra roja para otros contenidos ilegales, descontrolados, que pueden traer problemas a personas que ni siquiera han comprobado lo que se han descargado». En otras localizaciones geográficas la situación no es tan alarmante como en España. «Fuera, esto se ve con asombro».

Octavio Dapena, director gerente de la Entidad de Gestión de Derechos Audiovisuales, EGEDA, cree que el panorama es un tanto desolador, por la «mala educación», y porque «internet nació viciado. Se ha dado más importancia a las tuberías que a lo que debe circular gracias a ellas». En su opinión a los operadores de telecomunicaciones «les ha favorecido la piratería». Por suerte «la industria está reaccionando» y gracias a eso «hay más contenidos legales en internet ahora que nunca».

Por último, Carlos Vermut, director del film Diamond Flash, cree que todo se reduce a un problema de fondo que tiene que ver con la educación y el consumo. «Los niños deben aprender a consumir de forma responsable. No podemos fijarnos sólo en las hojas del árbol, lo importante es que tal vez las raíces están podridas».

Otros artículos sobre Educacine, ICAA