¿Qué está pasando en la ‘nueva’ TVE?

El paro de ayer en RTVE desveló nuevamente que algo se está moviento en la Corporación. El comité convocaba este paro para exigir el aumento de la producción propia interna, el pleno empleo de la plantilla en función de las necesidades reales de Servicio Público esencial encomendado por la Ley 17/2006 y la reducción de la estructura de directivos externos.

El paro parcial de ayer miércoles en RTVE, de cuatro horas, secundado por el 95 por ciento del personal según el comité de empresa y por el 35% según la dirección, ha venido a poner sobre la mesa que algo se está moviendo en RTVE.

El comité convocaba este paro para exigir el aumento de la producción propia interna, el pleno empleo de la plantilla en función de las necesidades reales de Servicio Público esencial encomendado por la Ley 17/2006 y la reducción de la estructura de directivos externos.

Pero, ¿qué se está moviendo realmente en la nueva RTVE? La principal cuestión es que Mediapro está tomando plaza en la Corporación, encargando al grupo liderado por Jaume Roures la distribución de sus canales en América y la externalización de un buen número de espacios, principalmente informativos.

Paralelamente el Gobierno, ante la presión de las privadas, ha suprimido la publicidad en TVE, ha aprobado la TDT de pago en un tiempo récord beneficiando así a Mediapro que apremiaba una salida para sus derechos deportivos y ha dado luz verde a la fusión entre cadenas propiciando así un posible matrominio entre LaSexta (con Mediapro a la cabeza) y Antena 3.

El Gobierno, curiosamente en aras a la pluralidad informativa, ha propiciado la concentración empresarial anticipándose así un duopolio.

Externalización de la producción

En los últimos meses, y de forma progresiva, la mayor parte de los programas de RTVE se han adjudicado a productoras, vendiéndose la idea de que se trata de espacios co-producidos o de producción propio, sin que exista la mínima intervención del personal de la Casa. Aunque esta práctica era habitual en espacios de ficción, como Cuéntame, Águila Roja o La señora últimamente se ha hecho extensivo a la mayor parte de las retransmisiones deportivas e, incluso, hasta de la la Lotería Nacional, adjudicadas a Mediapro. Mientras tanto, según denuncian desde el comité, en el parking de unidades móviles de Prado del Rey hay paradas 25 unidades móviles de televisión y su correspondiente personal sin hacer nada pero pagadas con dinero público.

Pero, ¿cómo se llega a situación kafkiana? Muy sencillo, desde la dirección de la CRTVE se esgrime que producir estos espacios con personal propio resulta más caro que externalizarlos. Pero, ¿y cómo salen estas cuentas? Complicado pero efectivo: según el comité, se deja a los trabajadores parados asignándoles únicamente unas pocas horas de programas a la semana diviendo entonces sus sueldos mensuales por el número de horas de programa que han hecho durante el mes, no por el número de horas de jornada laboral completa. Como resultado, cifras desorbitadas que justifican la externalización.

¿Qué criterio razonal rige entonces en la gestión? Desde el punto de vista de la inversión, difícilmente entendible. Por ejemplo, tras comprar varias unidades terrenas para retransmisiones en directo en los servicios informativos y haber reciclado a numerosos trabajores formándolos para el uso de estas unidades, finalmente llevan de un año paradas en los diferentes centros territoriales mientras se subcontrata estos servicios a empresas como Overon (participada por Mediapro).

Financiación

En cuestiones presupuestarias, de los 1.075 millones de euros de presupuesto (cifra bastante más baja que los 4.000 millones que cuesta la BBC, por ejemplo) la mitad procedería de los Presupuestos del Estado y el resto de una tasa que se cobraría a las televisiones privadas y a las empresas de telecomunicaciones sobre sus ingresos. De momento, algunas de estas empresas ha recurrido esta obligación a los tribunales, y aún la Unión Europea tiene que pronunciarse.

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